Hay películas que son instantáneas de la época en que se produjeron..
Y por ello el tercer film de Kevin Smith tiene un puñado de momentos que habiendo sido aceptables y hasta bientiencionados en 1997 han envejecido peor que Walter Donovan.
ESTE Walter Donovan.
Salva a Persiguiendo a Amy sigue una brújula que apunta al norte. En última instancia tiene claro quiénes son los villanos de la historia.
Y posiblemente por eso sus apariciones posteriores películas son siempre lo mejor. Adicionalmente Smith logra crear un Askewverso exitoso. Tanto que pudo crecer, alcanzar la madurez y gozar de una saludable chochez en el presente.
Sin duda gracias al acierto de no haber contratado a Russell Crowe.
Pero Persiguiendo a Amy cuenta en su haber usar el mundillo del cómic como telón de fondo y, al hacerlo, retratar ese momento efervescente en la segunda mitad de los 90 en que las convenciones se seguían expandiendo y co existían Marvel y DC, Image y el tebeo independiente.
Y haber aportado a la historia del séptimo arte una escena que tan bien capta la esencia del noveno.
El desprecio por el trabajo del entintador. Una figura duramente maltratada a lo largo de la historia del tebeo norteamericano. Minusvalorado. Menospreciado. Bien podríamos decir que sólo el colorista queda todavía más abajo en el escalafón de la presunta importancia.
Y en España podemos apiadarnos todavia más del personaje de Banky. Porque en nuestra versión MEJORADA por el Mejor Subtitulaje del Mundo™ además de entintador de Bluntman and Chronic…
…es el colorista…