La guerra es el infierno. Ya lo dijo William Tecumseh Sherman y Garth Ennis lo sigue repitiendo cada vez que le piden que se saque de la manga una serie nueva sobre algo de lo que no haya escrito nunca antes.
Pero la guerra también es imprevisible. En cualquier momento tu oponente puede revelar un arma secreta, una insospechada capacidad que te pilla completamente desprevenido y atraviesa tus defensas como el proverbial cuchillo cortando la proverbial mantequilla.
Bien lo sabe Rey, la valiente y talentosa esperanza de los jedi.

Que ante el brutal y sorpresivo desparrame torsocárnico de Kylo Ren necesitó echar mano de su innato dominio de la Fuerza para mantener la calma e improvisar sobre la marcha una defensa coherente.

Por otro lado a Joe, cabo de la 1ª División de Marines, la que luchó en Nueva Guinea, no le faltaban valentía ni talento…

…pero no destacaba en lo de mantener la calma el chaval, no.

He tenido que mirar si el colorista había decidido disimular pintando la piel de color pantalón para que no supiéramos qué era lo que había horrorizado tanto a Joe. Sigo sin saber si lo ha hecho o no.
Pero, en cualquier caso, está clara una cosa:
No contaban con sus tetas.
TRETAS, QUERÍA DECIR TRETAS!!!
En realidad lo que ha escandalizado (y asustado) al cabo es el hecho de que los varones de aquel lugar NO TUVIERAN PEZONES, temiendo que aquello fuera por algún tipo de cirugía a la que intentaran someterlo SIN ANESTESIA.
Joe tiene hambre y está cansado. O el enemigo pone la cena y la cama, o no hay empitonación (si existe tal palabra).