Es cierto, todo el mundo está subiendo los precios. Por lo visto es que todo el mundo está cobrando más por hacer lo suyo. ¿Todos? Bueno, aún estoy por ver que una editorial diga que tiene que subir los precios para pagar más a sus creadores.
No acabo de tener muy claro por qué. Es un misterio.
Pero está claro que los precios se tienen que subir para ofrecer esas cuidadas traducciones, esas mimadas rotulaciones, esa calidad del papel, esas encuadernaciones dispuestas para atravesar el tiempo y que todo el mundo recuerde para siempre a Ediciones Ea-nāsir.
Por supuesto habrá quien considere que esto parte de la forma de funcionar de las corporaciones. Siempre habrá alguien pidiendo sangre, sudor y lágrimas que decía Lord Byron. Y con suerte pedirán solo eso. Otras veces…
Aunque siempre queda la duda de cuánto hay de real. Es decir, hubo gente que cogió ese cómic de Kiss sin guantes y no ha pillado nada.
Si bien es cierto que ahí los autores eran Steve Gerber, Alan Weiss, John Buscema, Rich Buckler, Sal Buscema y Al Milgrom. Así que lo de Kiss sería su mayor contribución, más allá de ejercer de musas. Lo raro es que no lo aprovecharan más, los de los Beatles, por ejemplo. Creo que Paul podría… Bueno, no nos despistemos.
Las editoriales, decía, siempre han sido lugares de concordia y respeto para con sus autores. No tenemos más que recordar aquellos buenos viejos tiempos en los que tantos cómics memorables se crearon. Mucho antes de las tintas plateadas, las tintas holográficas y las tintas con… Ah, momentos más sencillos como se puede ver en Sigue al conejo blanco.
Todo lo cual debería de habernos preparado para noticias como la del día de hoy. Noticias que no sé por qué pero el soylentgreenismo de la industria siempre hace que la gente se sorprenda.
Siempre me preguntaré porqué la última voluntad siempre es este tipo de cosas y no «Que mi cómic se venda a 5€». Supongo que es por lo que decíamos de los editores. Siempre se lo quieren llevar… bueno, que van al bollo, aunque no esté… En fin, que ya sabéis lo que hay.
Y, sobre todo, ya sabéis lo que tenéis que decir si deciden sacar una edición especial encuadernada en piel.
«Lamentamos anunciar que un error en la edición…».
Esperemos que no suceda.
Eso se arregla imprimiendo una página. Otra cosa es qué tienes que hacer para lograr que te funcione la impresora.