En algún lugar más allá del mar…

Normalmente no me gusta reseñar el 30 de mayo, Dia de Canarias.

En primer lugar por no saturar. A estas horas ya habreis visto la ceremonia retransmitida en directo en las principales cadenas del país y las palabras de nuestro presidente autonómico habrán abierto todos los noticiarios. A eso súmale semanas de análisis por parte de tertulianos de cada punto y coma. Entiendo que os gustaría que en la televisión nacional se hablara de otras regiones que también son importantes. Como esa cuyo nombre empieza por M.

Exacto, me refería a Martha.

En segundo lugar porque aquí estamos muy tranquilos. No necesitamos que se os recuerde lo paradisíaca que es nuestra existencia y tener que bregar luego con hordas de peninsulares emigrando desesperados por poder vivir a la mayor distancia posible de Madrid. No, en serio, no vengais. No hay playa para tante gente. Ni montaña.

Y además la base española en la Antártida también es territorio nacional y está muchísimo más lejos.

Lo digo por vuestro propio bien. Podeis venir de vacaciones pero si intentarais quedaros a vivir os veriais expuestos a las verdaderas realidades de estas tierras fronterizas de la forma y la razón que un turista nunca llega a conocer. Vuestras mentes euclidianas, acostumbradas a la cabal y civilizada cultura tradicional, no soportarían semejante shock cognitivo. Pensad que en vuestro mundo lógico y coherente estais acostumbrados a que los políticos se aprovechen de las instituciones públicas mediante triviales estratagemas como negociar sobornos o colocar a amiguetes y familiares.

En Canarias tenemos un Instituto Tecnológico de Energias Renovables…

…que chupaba electricidad ilegalmente para mantener funcionando ordenadores con los que minaba bitcoins de los que ahora no sabe cómo deshacerse.

Los foraneos nunca os podriais aclimatar a ninguna de las ocho islas.

Si, ocho, claro que incluyo a San Borondón.

Por supuesto que existe. Vuestros sentidos, atrofiados por caducos conceptos sobre la naturaleza del tejido espaciotemporal, serían incapaces de percibirla pero nosotros la visitamos a menudo. Sin ir más lejos hace dos semanas se celebró allí el Campeonato Internacional de Solipsismo que, previsiblemente, volvió a ganar Miguel. La energia y la materia se manifiestan en Canarias de manera evanescente. Caprichosamente schröndingeriana. Incluso diría que indulgentemente heisembergista. Es por ello que sólo en estas extraordinarias islas son posibles eventos inimaginables en cualquier otra localización.

Y ahora estais pensando que voy a volver a hablar de la comicoteca que no existe en ningún lugar conocido.

Y no, mis queridos peninsulares (y, sin embargo, amigos). Dicho espacio no es más que una de las localizaciones más normales, casi vainilla, que pueden encontrarse en nuestro macaronésico archipielago. De hecho le debemos a la misma insigne institución, la Fundación Cine+Comics, un evento mucho más extraordinario.

El próximo Salón del Cómic Internacional de Tenerife, parte de cuyas actividades tendrán lugar en el Templo Masónico de Santa Cruz de Tenerife. ¿Y qué lo hace extraordinario?

Que es el único templo masónico que sobrevivió intacto al expolio decretado por el gobernante autoritario CONTROVERTIDO Francisco Franco. Tal persistencia se debe a que existe en la intersección de una serie de complicados planos dimensionales cuyo intento de comprensión podría llevaros a la locura absoluta. Baste decir que sus cualidades de bilocación simultanea harán posible que se celebren las actividades del Salón…

en fechas en que todavía va a estar cerrado por obras.

No vengais a las Islas Canarias. Os lo digo pensando en vuestra salud tanto física como mental. Sed inteligentes.

Como Feijoo.

3 comentarios en «En algún lugar más allá del mar…»

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