El clasicismo bien entendido comienza por uno mismo

Cuentan las crónicas que en la ciudad de Tebas,

una esfinge se instaló en uno de los montes que la rodeaban y se dedicó a hacer la vida imposible a sus habitantes. Dicha esfinge anunció que marcharía y les dejaría en paz si alguien era capaz de resolver un enigma que le plantearía. El rey Creonte prometió que entregaría el reino y a su hermana Yocasta en matrimonio a quien lo resolviera el enigma. Allí se personó Edipo, a quien la esfinge le expusó el siguiente acertijo:

-«¿Cuál es la única criatura que al amanecer anda a cuatro patas, al mediodía anda a dos y al caer la tarde anda a tres?»

Tras unos instantes de cavilación, Edipo contestó sin ningún tipo de complejos:

-«La Biblioteca Marvel»

Y la esfinge, cumpliendo su promesa, se marchó.

La publicación del material clásico de Marvel en nuestro país es un ejemplo paradigmático de lo que sucede cuando la base de lectores no se va renovando. De haber, como indicaban algunas teorías, una entrada y salida constante de lectores/compradores/clientes, un mismo producto serviría para toda la población, sin más cambios que los derivados de las mejoras técnicas. En cambio, si tu público son siempre la misma gente, lo que toca es ir cambiando el producto para adaptarse a las preferencias y necesidades del grupo.

Convenimos en que el primer intento de una publicación digna de este material fue un fracaso. Aquellos Orígenes Marvel tuvieron una distribución muy limitada, y aunque la edición era buena en cuanto a papel y encuadernación, pagar 1250 pesetas de entonces por unas 140 páginas se antojaba un gasto excesivo para el consumidor Marvel de entonces.

La economía de aquel consumidor se sustentaba en un formato más popular, de manera que se intentó, esta vez con más éxito, con publicaciones a todo color y tamaño comic-book. Inicialmente encuadernado en cartoncillo, pues era la novedad del momento, pronto se pasó al formato grapa, que aseguraba mejor la integridad del volumen.

Sin embargo este intento no llegó siquiera a la docena de entregas antes del cierre ¿qué problema había? su periodicidad. Se estabá publicando en entregas dobles o triples a un ritmo bimestral.

En aquellos iniciales noventa nos encontrábamos ante un público joven, dinámico, ansioso, con ganas de vivir nuevas experiencas…un público impaciente, en definitiva. Dos meses de hoy en día pueden pareceros poca cosa, pero dos meses de 1993, ah, amigo, eso era otra cosa. La larga espera entre una entrega y la siguiente se cargó el intento.

Pasó el tiempo y el público creció, maduró, e incluso ganó cierto poder adquisitivo. Fue por tanto el momento de intentarlo nuevamente. Se trataría esta vez de una publicación mensual y con buena cantidad de condumio en cada entrega, subiendo hasta las 160 páginas. Para poder mantener un precio popular (el equivalente a unas tres grapas de entonces) se eliminó el color y hubo una cierta reducción de tamaño. Nacieron así los cuadernos de Biblioteca Marvel de la Línea Excelsior, los cuales fueron en su momento un éxito.

Entrado ya el nuevo siglo, y con los derechos editoriales en manos de Panini, pese a la tradición continuista en cuanto a formato del material heredado, el nuevo material se publicó en el formato de grapa mensual gruesa y a color, recuperando el tamaño original.

A mediados de los dosmiles había una razón para este cambio. Y es que no todo el público se encontraba a gusto con las ediciones reducidas, en muchas ocasiones la densidad de la prosa de Lee, Thomas y compañía hacía que la lectura a aquel tamaño fuera dificultosa. En aras de hacer accesible el material a los lectores, aumentaron el tamaño. Formato chiquito nunca mais.

El tiempo siguió pasando y las cosas parecían ir lo suficientemente bien a los lectores en su plano personal y económico para intentar una nueva evolución. Nacieron así los Omnigold, tapas duras a precio acorde con ingente cantidad de material. Porque ahora te lo puedes permitir.

Y esta ha sido la tónica hasta la actualidad. Lectura en cantidad a color y sin problemas con las dioptrías o la presbicia, hasta que ayer Panini nos anunció su gran novedad para el pro´ximo día de los Inocentes:

Mismo material, mismo tamaño, mismo color, periodicidad mensual por el precio de cuatro grapas ¿Cual ha sido la mejora?

Pues que se trata de tebeos que no pesan tanto. Algo muy importante para el lector tipo actual.

Si comparamos aqeellos Orígenes Marvel de los 90 con el formato que tendremos en 2023 no parece apenas haber cambios. Sin embargo lo que no era asumible para aquel público joven, resulta serlo para los lectores de hoy. Un ejemplo, como decía, de como el producto se adapta a las necesidades de su público.

Este pr´ximo formato hará posiblemente que la periodicidad del Omnigold se resienta, aunque ya se estaba publicando la mitad que en años anteriores, pero debemos reconocer el gran papel que ha jugado este formato en la promoción de Marvel sección tebeos en nuestro país…

…en colaboración con Ikea y los youtubers.

9 comentarios en «El clasicismo bien entendido comienza por uno mismo»

  1. Edipo era un «motherfucker» literal y los Verdaderos Creyentes leen en inglés, así que esta entrada ha sido una pérdida de tiempo. La borre ahora mismo y empiece de nuevo, ande.

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