Las Cinco y el asunto de Crunchyroll

Hay cosas que funcionan y cosas que no, como sabe cualquiera que haya visto una exposición espantosamente mal montada pero muy alabada por los de siempre de internete. Y entre lo que suele funcionar está, desde hace muchos años, Goku.

Probablemente por eso este fin de semana se ha comido el bicho de Idris Elba y a todo lo de detrás.

Como estas cosas son como son, los artículos del ramo son más por qué es un asunto puntual que cualquiera otra idea que ocurrirse pueda. Da igual que este mismo año hayan tenido otro gran estreno con Jujutsu Kaisen o que el año pasado les fuera estupendamente bien con Demon Slayer -que sacó más que esta, concretamente 21,2M$- que no logró ser Nº1 en taquilla la semana de su estreno por un pelo pero sí lo fue en semanas posteriores.

Por supuesto de lo otro que hablan en estas cosas es de Crunchyroll. Al fin y al cabo es la distribuidora USA. Y uno de esos nombres que más o menos le van sonando a todo el mundo. Así que supongo que ha llegado el momento de echar un ojo detrás, aunque sea cortito que aún estamos en agosto.

El resumen puede hacerse en dos frases. La primera es que a los aficionados lo que más les gusta es un buen monopolio, lo segundo es que les da lo mismo si es legal.

Al principio Crunchyroll era un sitio para ver ánime pirata. No es que sea una sorpresa exactamente, ni -desde luego- era el único sitio que lo hacía. Supongo que parte de la sorpresa es que sigue sin serlo. Bueno, en realidad ya no ofrecen ánime pirata, al menos no de la manera tradicional. Porque tras ponerse en marcha en 2006 después de que el año anterior cuatro ingenieros de cosas universitarios decidieran reunir 10 mil $ para poner en marcha la página -supongo que cobrando un sueldo, porque no sé en qué más se lo pudieron gastar- como un proyecto secundario suyo.

Teniendo en cuenta el año hay que explicar que YouTube acababa de ponerse en marcha el año anterior. Claro que ellos no se anunciaban directamente como que tenían contenido pirata. Sólo aparecía contenido pirata y si alguien se quejaba lo quitaban. A veces.

En un par de años, sin embargo, las cosas cambiaron. Es decir, seguían ofreciendo contenido pirata pero habían logrado atraer a un inversos. Supongo que porque se conocieron en una fiesta. Un poco como La Red Social pero con más almohadas con dibujos. El asunto es que soltaron algo más de 4 millones de dólares.

Sí, le soltaron más de 4 millones de dólares a un sitio pirata. ¿Que quién pudo hacer algo así porque Le veían potencial? Pues una empresa de una pequeña familia de Nueva York. Venrock se llama la empresa, Ven es por Venture Capital, capital de riesgo o algo así, y Rock es por… bueno, no sé si los conocéis… Los Rockefeller.

Y una vez tuvieron el dinero empezaron a moverse para hacer el negocio legal. Supongo que porque los Rockefeller les explicaron la historia de su familia, que funcionó un poco por el estilo. Y lleva una idea similar: Una vez lo que haces pasa a ser legal el cómo empezaste se queda un poco en el olvido.

Primero llegó a un acuerdo de distrubución con Tokyo TV, luego fueron al manga publicado, la distribución de DVDs -comenzando por Cinco centímetros por segundo, porque si no puedes hacer chistes no tiene tanta gracia empezar un negocio-, después fueron llegando a más acuerdos y para 2013 ya eran ‘legales’.

Lo suficiente como para meter más gente a soltar pasta en el accionariado, esta vez The Chernin Group, empresa del exdirector de la News Corp. -sí, la de los MurdochPeter Chernin. ¿Cómo acaba el antiguo responsable de FOX NEWS soltando 100 millones para controlar la mayoría de acciones de una empresa de streaming de ánime? Supongo que por la teoría de los círculos concéntricos.

Al año siguiente, aunque la compañía no parara de expandirse o llegar a acuerdos como el alcanzado de cooperación con como uno con Funimation. Lograron meter a AT&T para que fuera comprando el resto,y así dirigir la empresa entre los dos grupos. Algo que se completaría en 2018. Comprando la propia empresa creada para que se repartieran Chernin y AT&T el control. Estas cosas pasan. Fue muy a tiempo porque AT&T se estaba fusionando a su vez con Warner.

Y así es como Warner acabó ‘controlandoCrunchyroll. Es sorprendente cómo esta compañía tiende a no comprar nada de lo que acaba controlando, pero bueno. Macroeconomía empresarial.

¿Qué hizo Warner en cuanto tuvo el control?

Pues además de seguir llegando a acuerdos y expansiones que a estas alturas y en muchos casos ya iban por el lado de engullir la empresa -léase el acuerdo con Viz Media Europa– cuando no por seguir buscando una manera de engullirse entre ellas, como cuando el acuerdo con Funimation acabó porque Sony compró la empresa.

Pues Warner aprovechó para meter algo de contenido en el lanzamiento de HBO Max y… poco más, porque para 2020 apareció alguien interesado en comprarla.

Concretamente Sony, que o se dió cuenta de que Funimation solo no le valía o en realidad estaba intentando llegar a Crunchyroll. Tanto dá. El caso es que aprovechando que era un año tranquilo hizo una oferta a la Warner y… la compró, claro.

Para mediados de 2021 ya era propiedad suya y empezaban los cambios. Para marzo de 2022 decidieron que se comiera a la Funimation, que a su vez se había comido antes Wakanim, porque esto es el juego de las sillas. Cada vez hay una menos hasta que consigues el monopolio que parece que es lo que le gusta a la gente.

En estas estamos ahora, después de un cambio de jefes en abril de este mismo año. En dedicarse a convertirla en una compañía de distribución de ánime a todos los niveles con Sony detrás, porque puede que al final, como en un capítulo de Scooby Doo, siempre haya un desenmascaramiento debajo del que esté una de Las Cinco Grandes Productoras, pero sin que se note mucho.

Y el manga de Spider-Man sin adaptar.

Teniendo en cuenta que la venta a Sony fue por algo más de mil millones de dólares parece que al menos había dinero en el asunto. Así que ya sabéis, niños, el resumen de toda esta historia:

¡LA PIRATERÍA SIEMPRE PAGA!

2 comentarios en «Las Cinco y el asunto de Crunchyroll»

  1. Iaccoca in the old Detroit: el primer millón de dólares no te puedo contar como lo gané, todo lo de después sí, claro.

    Nada como estar bien arrimado a la impresora (digital, que se vean esos bits) y al helicóptero de Bernanke en vuelo permanente para mamonear a lo bestia trayendo dinero del futuro (qué optimistas!).

    ¿Disimular los monopolios? ¿Y decepcionar a los fans? ¿Por qué íbamos a hacer eso?

    Supongo que las editoriales españolas habrán presentado proyectos a mansalva para rascar algo de los fondos NEXT, lo que sea, proyectos de cómics contra el Covid,
    de charlas de youtube de algún cryptobro dibujadas por una IA para mentes simples (Aquí se holdea!). En fin, lo de siempre, un descojone, tonto el último. A los dueños del cortijo aún les deben quedar algunas perrillas sobrantes para repartir, si es que al final llegan antes de la novenonésima ola.

    Relectura recomendada para el próximo encierro de las vaquillas: 2020 Visions Ganas de Vivir de Jamie Delano y Frank Quitely. No es una historia original, pero
    la distopía en cuatro escenas está excelentemente narrada por ambos dos. Y el Delano explicando en el artículo en qué se había equivocado: pero tío, si lo clavaste y veinte años después más aún, mis dieses. Miedo me da el día que me ponga con la relectura de Transmet.

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