Hay tres tipos de personas. Los capullos, las zorras y las mariconas. Eso decían Trey Parker y Matt Stone en Team America: La policía del mundo. Me ha parecido bien traerles a colación en un post sobre animación chusca. El caso es que las zorras creen que todos podemos llevarnos bien, y a los capullos les gusta joder sin pensárselo. Y a las mariconas lo que más les gusta es cagarse en todo. A veces está bien saber qué tipo de persona son los demás.

Por ejemplo, cuando eres un director de una película y grabas un vídeo riéndote de los efectos especiales de tu propia película, podríamos decir que eres un capullo. Que simplemente te gusta joder sin pensar, sobre todo cuando sabes que trabajas para un estudio que últimamente ha lidiado con bastantes cosas sobre los efectos especiales de sus productos. Sobre todo cuando hay compañeras (si es que sabes aplicar el femenino a esa palabra) que están saliendo a dar la cara por sus equipos. Mientras tu estudio se mofa de los profesionales como si fuera lo mismo que un particular haga un meme a que se burlen de ti en una producción millonaria.
Igual estás siendo demasiado capullo. Tan capullo que puedas estar convirtiéndote en una maricona a la que le gusta cagarse en todo. Por ejemplo, si resulta que además trabajar contigo es bastante horrible para los mismos profesionales de efectos especiales de los que te estás burlando. Tampoco ganas muchos puntos para ser buena persona si resulta que estás descaradamente haciendo queerbaiting en la promoción de tu película para que luego resulte no tener absolutamente nada queer. Peor aún, que quizá estás haciendo un Tim Burton con una serie de HBO Max en la que sí salen personajes abierta y explícitamente queer para justificar que en las cosas que realmente puedes firmar con tu nombre las cosas no son ni remotamente explícitas y abiertas en ese sentido.

Igual Taika Waititi está más cerca de convertirse en una maricona que en meter un maricón en Marvel. Se me ocurre.
Pero si Waititi no es el capullo en esta historia, ¿quién lo es? ¿Quién se dedica a “joder sin pensárselo”? Pues hay muchos casos, por supuesto. Porque aunque Parker y Stone estaban convencidos de que solo un capullo puede joder a una maricona, en el mundo real que no es propaganda facha por las risas, los capullos suelen estar ahí, lamiendo botas a quienes nos cubren a todos de mierda, esperando su momento para subir, trepar y, quizá, hasta firmar unos cuantos libros que tengan de forma más o menos legítima su nombre en la portada.

Aunque llevamos una semana de echarle la culpa a los empleados por lo que hacen sus jefes que yo ya no sé ni de qué me sorprendo. Lo único que me podría sorprender a estas alturas es que Disney + saque una serie de Marvel que no sea un coñazo.
¡Pero bueno! ¿Es que tu segundo apellido es Carretero? Vaya, en mis tiempos…
Con los años te das cuenta que al final la única clasificación categórica válida sobre la totalidad de la gente es la de Diógenes, un tío tan lúcido que le metieron su nombre a un síndrome para algo que él no hacía.
Por no hacerlo largo, es aquello del arrastrado que le dijo a Diógenes lo de «si le hicieras la pelota al rey no tendrías que comer lentejas». Y él contestó: «si comieras lentejas no tendrías que hacerle la pelota al rey.» Y yastá, no hay más.
Que Waititi es del primer grupo no hay ninguna duda, como todo lo que aparece ahora mismo por todas las pantallas orwellianas. Y si hay que comer con Villarejo, Casals (Antena 3 Media, lo de «grupo Planeta» no lo sueltan por ningún lado, curioso lo de las marcas sacrificables) y el juez de la Audiencia Nacional de turno, pues se come y yastá, con la absoluta certeza de que no serán lentejas. Tranquilo que pagan los borricos y la deuda eterna.
El del twitter ni «zorra» idea de quien es, pero de ser es una rata, se puede decir sin delicadeza (y además cobra, como en el chiste misógino y por completar la animalada). Por eso su empresa le da trabajo.
No sé si este post va en serio o en broma, pero las pelis de Thor son una castaña igualmente.