El post de hoy se iba a llamar “Sé lo que firmasteis en el último comunicado”, pero luego pensé que realmente no merecía la pena ahondar en lo que ya sabíamos: que para muchas personas en las industrias culturales las causas , las reivindicaciones y la justicia son solo pedestales en los que subirte para ganar unos pocos seguidores antes de malvender tu credibilidad a una editorial, un evento o unos gastos pagados. Lo del Salón Barcelona es tan flagrante que casi está distrayendo la atención del último exceso de chistes racistas que Ibañez ha publicado, no solo con total impunidad, sino sin que ni una sola de las personas que pedían su nominación a los premios Princesa de Asturias se dé por aludido. Total, si puedes pedir el premio para un autor que si ha destacado en los últimos años es por las crecientes informaciones sobre las infames prácticas laborales de terceros que sostienen sus ingresos…
Como veis, la cosa venía cargadita hoy, llena de cosas que comentar, gente de la que hablar, y ni siquiera he vuelto a mencionar lo del periodismo español, porque para qué. No obstante, en medio de toda esta trifulca, de este cúmulo de estímulos, algo ha llamado mi atención. Y no ha sido solo porque esta última semana me haya dedicado a la vida contemplativa desde una red social que no es propiedad de Elon Musk, sino porque, para variar, recientemente me ha vuelto a apetecer leer tebeos.
Ya sabéis, igual podemos hablar de tebeos, y no de las cosas que pasan alrededor de ellos. Volver a abrir unas páginas y ver qué ocurre en ellos, sumergirnos en sus historias, navegar entre las páginas, preguntarnos y preguntar por lo que en ellas mora y no por la maquinaria inhumana que opera tras las viñetas, que imprime los dibujos, que distribuye las aventuras que nos hacen soñar despiertos. De modo que esta vez no vamos a hablar de tejemanejes editoriales, ni de macroeventos que no llegarían ni a un One Shot en manos de alguien competente. No, vamos a hablar de qué está ocurriendo ahora mismo en el Universo Marvel. Y esto nos lleva de nuevo a Barcelona, porque al parecen ha llegado hasta oídos de Jason Aaron, guionista de la nueva cabecera del Castigador…

…lo que está pasando con Vox por aquí.
Sí, lo del partiducho aquel como célula del fascismo internacional no me sorprende en lo absoluto
https://twitter.com/Hutopo/status/1433941855406809092
Si no vienen con caballo alado, no compramos.