Aquellos Quiosquerosos Años

No piqué con el reclamo del mes anterior. Por un lado me parecía innecesario dedicar un ejemplar a forum cuando hace ya más de dos años que en Dolmen hay una sección fija sobre el tema. Y por otro, dos de los tres cabezas de cartel no me interesaban. Las entrevistas son una buena forma de llenar páginas, pero el jugo que se les puede sacar depende de lo que el entrevistado quiera o sepa decir. Pero la entrega siguiente iba también sobre el tema (no debe ser tan innecesario) y aquí sí que hubo algo que me llamó la atención lo suficiente para picar.

Esto:

En un país todavía tan Madridcéntrico, que si sus librerías, que si sus eventos, que si sus FNACs…escuchar la voz de aquellos que entonces se alimentaban de lo que buenamente iban encontrando por los quioscos de prensa es necesario para completar aquella crónica. Tony J. Ruiz cuenta aquí la suya, pero como hay tantas como lectores (o como provincias) aportaré aquí la mía.

Y es que una constante por entonces era la inseguridad de si algo había salido sin que lo supiéramos o no. Tanto en el artículo en Dolmen como en el grupo de Marvelmanía en Facebook donde se comparten vivencias, he podido comprobar que para completar huecos en las series fueron de gran valor para mucha gente los retapados que redistribuían tiempo después de su vida comercial cinco números consecutivos de las colecciones.

No vivo en una población grande ni nutrida de comercios, pero una vez comprobé que a ningún quiosco llegaba todo siempre, estando a merced de lo que el distribuidor les metiera en el paquete, como el niño que no sabe de qué le habrán puesto el bocadillo del recreo, la solución era evidente: había que pasar por varios.

Establecí por tanto una ruta con la que pudiera asegurarme que pasaba por suficientes sitios como para que no hubiera ninguna falta. Esto en cuanto al tema de espacio, pero tanto o más importante era el tiempo. En mi población los tebeos de forum llegaban a los quioscos los Sábados. En la zona que yo cubría había tres quioscos, y en el más próximo a mi casa el paquete con las novedades llegaba sobre las 11h. Esto era importante, pues si pasaba por el primero demasiado pronto y no había llegado el paquete habría quemado una carta, y todos sabemos como eran algunos quiosqueros si un chaval entraba más de una vez a mirar por los estantes y salía sin comprar nada. Había que estar preparado para eso también. Y para el hecho de entrar en un segundo quiosco con la compra hecha en el primero a la vista. Para evitar eso se inventaron las mochilas. Cuando en cualquier evento los veais siempre con sus mochilas a cuestas, vacías o llenas, tened claro que es un vestigio de la estrategia de entonces. En el segundo quiosco era menos probable que hubiera algo, tenían los tebeos en varios montones desordenados, con lo que había estar un buen rato manejando papel atrasado para encontrar alguna cosa reciente. Y al poco te venía el encargado a preguntar qué buscabas. Aquí mi respuesta solía ser «El Cuarenta de Leyendas de Batman«. Un número de una serie en curso pero que faltasen como seis meses para salir. Con eso esperaba que me dejara seguir mirando. Pero su respuesta también era invariable «Ya no me quedan, acabo de vender el último«. Con lo que ya salía para el tercer sitio, el más alejado. Aún así algo podía encontrar, aunque a veces lo volvía a dejar en el montón y si volvía a verlo en el tercer quiosco lo compraba allí, y si en ese tercero no estaba volvía a entrar en el segundo a la vuelta, haciéndole compra esta vez.

Al tiempo, tampoco se hizo necesario repetir siempre la rutina de los tres quioscos. Hay que decir que la distribución de cada mes en mi población era regular y fiable, de forma que pude hacerme un cuadrante con las series que estaba siguiendo y la semana esperada del mes en la que iba a salir. De forma que salía de casa teniendo una idea clara de cuales eran los objetivos a encontrar, y si los encontraba todos en el primero, la caza había concluido. Muy rara vez se adelantaba ninguno de la semana que le tocaba, y si acaso con los meses de cinco semanas podía haber algún desdoble de tebeos de última semana que se repartiesen entre la semana cuarta y quinta, para volver a unificarse al mes siguiente. Retraso también había alguno, tebeos que tras hacer la ronda no habían salido y llegaban a la semana siguiente, y cuando esto pasaba ese cambio de semana solía ser permanente a partir de entonces.

Pero claro, imaginad el día que salías esperando encontrar cuatro series y que tras hacer los tres quioscos sólo hubieras encontrado tres ¿te vuelves a casa por las buenas? por supuesto que no. Era el momento de ver qué otros puestos de prensa había y qué tenían, por si hubiera que hacer variaciones en la ruta. Descubrí así el quiosco de la estación de trenes, al que solía llegar de todo, pero debía de ser el último recurso de más gente, pues siempre quedaban muy pocos ejemplares de lo que interesaba, y de otros que sabías que habían salido ese día ya no quedaban. Por distancia no era una buena primera opción, así que sólo fui alguna que otra vez como último recurso, sorteando a los que necesitaban algo para un bocadillo o lo que fuera menester, como toda estación de la época que se precie.

Con el tiempo fui depurando el sistema y la ruta. Clavaba el tiempo de llegada del paquete al primer quiosco, de hecho solía llegar antes de que lo pudieran abrir y ponerlos en los estantes, de manera que ya me dejaban mirar el albarán para ver qué había, y me lo abrían para que pudiera comprar lo que quería. Como ya dije antes, a veces no compraba en el mismo sitio todo, pues si ahi faltaba algo y tenía que pasar por más sitios era mejor tener algo que seguro iba a estar en los otros sitios para comprárselo mientras se buscaban los demás. En este sentido la publicación masiva y semanal de Dragon Ball ayudó mucho en la labor.

Y así fue como no necesité tirar de retapados. Hoy día el local del primer quiosco es un kebab, el segundo una tetería y el tercero aún sigue. La estación la han cambiado de sitio, y han puesto estación de autobuses al lado, pero ya no suena como eran esos sitios en los ochenta.

Estas rutinas cambian con la vida, claro. Cursé estudios universitarios en una capital grande, aunque no tenía librerías especializadas cerca, allí iba cada mes y algo por algunas series americanas a las que me suscribí, pero no las usaba para forum. Por aquel entonces llevaba las lecturas al día, lo que entraba en casa se consumía al momento. En los quioscos de allí, por alguna razón lo de Zinco llegaba los viernes, de manera que ese día de la semana en el regreso en autobús de clase me detenía una parada antes para poder cubrir un quiosco más.

El año que terminé los estudios montaron una librería especializada en mi ciudad. Eso representó un cambio brutal, con todo a la vista, todo, todo, incluso editoriales que no se veían en quiosco. Aun así, los primeros meses seguía yendo allí con mi cuadrante de semanas, no fuera que…

Luego hemos llegado a tener hasta dos librerías a la vez. Librerías de 100% fiabilidad editorial, no cuento ludotecas o comercios varios que les llegase algo de vez en cuando pero no todo. Y aunque la información ya fluía de forma bastante natural por la Red, el momento de descubrir que están poniendo o han puesto una nueva siempre es impactante. Pusieron una en una calle bastante céntrica, en la acera de enfrente de una bar bastante popular. Me contó una vez Rubén Fdez que una noche salía del bar, miro allá delante y creyó ver que pasados los dos carriles, allá enfrente, había un letrero verde en el que se podía leer la palabra «Comics» ¿tanto había bebido o era cierto? cruzar la calle, dónde vas, Rubén, un momento, oh, sí, es cierto, a ver cuándo puedo volver de día…

(así recuerdo que me lo contó, si algún detalle no es exacto, o si no fue Rubén, culpa de mi memoria)

Ahora hemos vuelto a la situación de una sola librería, pero aún así es un gran avance, soy consciente de que sigue habiendo mucha poblaciones sin establecimientos a los que lleguen las novedades regulares. Pero también es cierto que en ese sentido el comercio online ha supuesto una ventana para toda aquella persona interesada. Vaya, hoy día si resulta que no tienes librería, o la tienes pero por lo que sea no quiere pedirlas, puedes disponer de las grapas de Unrated Comics en amazon ¿no es un avance sideral? mi actual entidad bancaria me exige para unas bonificaciones (es decir, no penalizarme, es su lenguaje) que haga cada mes alguna compra DE CUALQUIER IMPORTE con tarjeta de crédito. De manera que recibir en mi centro de trabajo cada mes la revista de ECC (a veces por 0.50, a veces por 0.47) es mi pequeño placer culpable. Por la huella de carbono y por lo que tardará Bezos en hacerse otro cohete a ese ritmo.

Pero la Dolmen trae más cosas. He dicho lo del lector de provincias, pero un par de fotos de la sección de correo fueron lo que me hicieron acudir a la librería. Todo jugoso, todo legible. Excepto para mi gusto un artículo de Antonio Martín, que empieza como tantas otras cosas suyas.

No soy un texto completo, tan sólo un avance, un día sacaré un libro, esperadlo con ansia…estoy seguro de que alguna vez ha hecho algo completo de una tacada, pues curriculum tiene, pero aún recuerdo los años esperando aquel libro sobre forum ¿lo terminará sacando? ¿o ha salido ya? a lo mejor era aquel que decía ser sobre Eclipse, pero parece que ni los que lo leyeron lo tienen claro.

Total, que ese texto no lo he leido, me espero al recopilatorio cuando salga, pero he ojeado y visto las imágenes, lo que me permite hacer un pasatiempo para concluir. Y para que veais que pese a la batallitas contadas intento mantenerme al día, lo he titulado «El Juego del Caramal«. Y es acerca de esta.

Cuatro personas en la imagen, tan sólo tres en el pie de foto. Asumimos que sabemos quienes son Martín y Montserrat, así que las dos preguntas del pasatiempo son:

1-¿Cual de los otros dos es Torishima?

2-¿Cómo has sabido que era el de la izquierda?

¡Ánimo, Slumpers!

16 comentarios en «Aquellos Quiosquerosos Años»

  1. Debías de vivir por el antiguo Bronx de CS, entre Grapa y Fadrell teníamos como media docena de kioskos y como muy lejos, si se agotaba mi ruta, te acercabas por la zona del teatro y arreglado

    Y si cuentas Pictograma, llegamos a tener hasta 3 librerias a la vez

  2. El primero en la calle entre Borrull y Plaza La Paz (o sea zona del teatro), el segundo se llamaba Corinto, en Borrull-Gobernador, y para terminar el de María Agustina ¿en Grapa llaman Bronx al resto? XD

    A Pictograma iba para Norma y La Cúpula, forum no se me hubiera ocurrido.

    1. El Bronx era lo que estaba tras la vía y como comentaste lo de la estación, pues supose que era esa zona pero ya veo que no.

      El primero que dices creo que era el que estaba primero en Borrull cuando aparcaban atobuses (tipo kiosko plantado en la acera de la calle) y luego lo pasaron a la vieta, ese era uno de los de la media docena de mi ruta

  3. Tú te estás muriendo, ¿verdad, Calduch? Normalmente, la gente que usa un blog como ADLO! para escribir sus memorias se está muriendo y por tanto yendo en busca del tiempo perdido. Maldita sea, es demasiado pronto.

  4. Se me han saltado las lágrimas al evocar tantas situaciones parecidas en mi caso… Además, debo confesar que yo era el que se le adelantaba a Tony J. Ruiz en sus visitas al kiosco, y para cuando llegaba él, ya había volado parte del material.

    Ah, qué tiempos. ¿Echaremos de menos las grapas, como echamos de menos los kioscos? ¿Se puede entender una cosa sin la otra?

  5. Soy de Castellón también. En mi caso nunca me faltaba el número del castigador en el quiosco de la plaza de mi colegio (Escuelas Pías). Me compré algún retapado y los números sueltos de esta colección, y ya siempre me lo trajeron sin problemas hasta casi el fin de la serie. En ese momento se ve que redujeron la tirada y tuve que ir al quiosco del carrefour que fue el único sitio donde trajeron las últimas entregas.
    Un saludo a Rubén Fdez. al que conocí en unas jornadas en Sagunto y estuvo muy simpático..

    1. El quiosco del Carrefour, buena peregrinación también. Aunque también lo recuerdo como bien surtido, es verdad. Creo que el reflejo de alargar la vista a ver qué había cada vez que pa´sábamos por delante de un quiosco lo hemos tenido muchos.

  6. Da igual los años que hayan pasado y que los cuatro quioscos que resisten como rarezas en mitad de la acera solo vendan bebidas, suvenires para turistas y algún ¡Hola!, yo soy incapaz de pasar por delante y no girar la cabeza para escrutarlo con la mirada en busca de ‘algo’. ¿Es grave?

  7. Pues yo quiero romper una lanza por los que vivimos en la capital pero no en el centro centro, que no todos vivimos ahí como no todo el mundo en NY vive en Manhattan. La situación en un barrio más apartado solía ser incluso peor que en una ciudad grande como en ese caso, con menos puestos y material.

    Claro que tenías las calles que todos saben donde había de todo pero implicaba una excursioncita en metro o bus (y el primero tardó en llegar) que no siempre era posible, con lo que muchas veces tenías que apañarte con algo como lo descrito.

    De los locales de esa época, aunque más tarde, recuerdo una grapa que daba vueltas por uno de ellos con una pinta realmente intrigante de lo mala idea que era, pero que me arrepiento de no haber comprado porque me quedé con la duda de que contenía. Aquel tomo era algo así como The Lobeznos World Tour (limitada de 4 o algo así)

    1. Pues era un tebeo de Josep Busquet editado por Glénat. Un one-shot en que se leía en portada «número tres», jugada totalmente anticomercial. Cosas de editor anticuado de Navarro, que hasta los tebeos autoconclusivos tenían que ir numerados dentro de una colección contenedor para su mejor control bibliográfico (igual que los prestigios autoconclusivos de Forum tenían que ir numerados en la «colección prestigio», o Norma con sus «colección Vertigo» para todo lo de Vertigo o «colección especial CIMOC» para los álbumes europeos)

      https://www.tebeosfera.com/numeros/uno_de_uno_1995_glenat_3.html

      1. Jajaja joder, efectivamente, Japan tour. Y efectivamente me tuvo confundido el Nº 3 de 1 de 1. Lo de los prestigios y tal lo entiendo más aunque fueran de cosas diferentes.

        Pues Gracias por el remember!

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