El del merchandising de tebeos de pijameros es una madriguera de conejo en la que más le vale al incauto no caer so pena de acabar perdido cual Alicia en una tierra de bizarras e incesantes visiones. Todos recordamos (tras intentar inútilmente olvidar) la clásica pistola de agua de Batman.
Pero la pluscuamperfecta demencialidad de este artefacto no debe cegarnos al hecho de que los escaparates de las tiendas de juguetes viejunas vieron objetos que rivalizan con el en horripiliante inquietud.
Como los patines hechos con piel de Hulk.
Estos tiempos modernos de películas han traido un incremento de la oferta merchandisera, incrementando así las posibilidades de lucimiento de los diseñadores. Pero, qué quereis que os diga, no es lo mismo.
Lejos de mi intención restarle mérito al creador del Spider-Man que se restriega contra el cepillo con la impúdica lascivia de una stripper de Las vegas. Ni mucho menos a las mentes tras esos otros visionarios conceptos que ya hemos celebrado en estás páginas.
Porque ni los Vengaconsoladores…
…ni la Baticueva para hamsters…
…ni el Hugo Strange intentando hacerse pasar por Stan Lee carecen de enloquecedor impacto. El problema no es que no haya talento en la actualidad, es que nunca llegará a igualar el de la época que parió los posters troquelados articulados. Esa invención que permitia a los niños recrear las divertidas aventuras de Superman y Batman…
…para risilla nerviosa de Wonder Woman y pasmo absoluto de Spider-Man.
Y hablando de nuestro Amistoso Vecino, si hay un juguete total y absolutamente errado no me cabe la menor duda de que es el aparato de ejercicios Muscle Meter de Spider-Man. Es imposible concebir un objeto en el que oferta y demanda choquen de manera más catastrófica. Y no es sólo que los diseñadores de los 70, completamente ignorantes sobre el público lector de las aventuras arácnidas, pensara que disfrutarían de un artefacto que marcara sus grados de progreso con palabras que oian todos los dias en el patio del colegio como «flojucho» o «nenaza»…
…es que pensaran que necesitaban ejercicio extra de fuerza manual.
(¿veis, chicos? he logrado escribir un post entero sobre merchandising superheroico sin mencionar a Wonder Woman haciendo la tijera)
UPS…
Siempre he tenido la duda de si los juguetes de los Vengadores tenían permiso oficial o no… Y, si no lo tenían, si Marvel demandó o prefirió dejarlo pasar para no verse asociados con aquello.
Menos mal que les han codificado la puntita. Así no sabemos que eso son p*llas.
Y a Immortal Hulk le quedan cinco telediarios. Como no aparezcan los Hulkpatines, no compro.