Lo primero que tengo que aclarar es que yo no tengo ningún problema con los personajes musulmanes. ¡Si algunos de mis mejores amigos son personajes musulmanes!

Tengo un problema con que me cambien la raza y la etnia de un personaje y aprovechen para intentar colarme proselitismo religioso. Sé que no soy el único que cada vez está más harto de que intelectuales con agendas culturales se apropien de personajes para usarlos como herramienta indoctrinadora. Por dios, que hasta el logotipo le han cambiado a la nueva «Miss Marvel».
Echo de menos los 90, los viejos, buenos tiempos…

…en que la reconocible estrella de ocho puntas era portada orgullosamente por un joven personaje al que nadie le habia cambiado la raza ni el género. Que protagonizaba una serie cuyos guionistas no pretendian instrumentalizar para enviar mensajes.
Como muchos habreis adivinado, me estoy refiriendo a…

…EL ILUMINADOR…
Corria el año 1993 y el mundillo atravesaba una efervescente exlosión de subsellos editoriales. Milestone en la DC o en la propia Marvel los Heroes Reborn para los que todavía quedaban tres años. Pero lo que distingue a Marvel Nelson es que adelantándose en cinco a la creación de Marvel Knights transcurre en la misma continuidad que el resto de colecciones regulares.

El «Nelson» del nombre se debe Nelson Publishing, una editorial fundada en el Reino Unido a finales del siglo XVIII cuyo éxito de ventas más reciente es El Cielo es Real y que en 1992 propuso a la Marvel publicar una serie de comics tanto originales como adaptados. Y como eran los noventa y no esta actualidad de omnipresente corrección política…

…los tebeos de Marvel Nelson eran simple y puro entretenimiento sin la más mínima intención propagandístcia de ningún tipo.

Pero sin la más mínima MÍNIMA ¿eh?
Acorde con ello las aventuras del Iluminador comienzan de la manera más inocente posible. Andy Prentiss es un chico normal y corriente. Y blanco y heterosexual, que no es que importe por supuesto pero es blanco y heterosexual QUE QUEDE CLARO. Y un dia sus amigos le gastan la clásica broma de mandarle al bosque a cazar gamusinos.

Que oye, entonces era lo más normal del mundo y no pasaba nada. Nos gastábamos bromas para fomentar la camaraderia y nadie hacia un drama de ello. En nombre de la camaraderia qué importancia tienen cuatro dias de ingreso hospQUE NO PASABA NADA, decía. Y además algunos de mis mejores amigos son gamusinos ¿sabeis?

El caso es que en el bosque en plena noche Andy se topa con una extraña y potente luz. Y tiene la increible suerte de hallarse en un tebeo de Marvel Nelson y no un episodio de Expediente-X (que también empezó ese mismo bendito año) por lo que en lugar de tener que pegarse los siguientes tres meses sentándose sobre cojines blanditos…

…adquiere impresionantes superpoderes energéticos. Y sin necesitar seis episodios de microtrama estirada como un chicle para justificarlo.
A pesar de ser un tebeo publicado por La Casa de las Ideas™ sus creadores no dudan en rendir homenaje a los hitos del género superheroico provengan de donde provengan. Y si el primer acto de Superman en el homónimo film de 1978…

…es rescatar en brazos a Lois, su amada, su corazón, el amor de su vida, y despedirse de ella con un simple «soy un amigo» el primero del Iluminador…

…es resctar en brazos a su amigo Andy que está en paños menores y es ESTRICTAMENTE HETEROSEXUAL QUE NO ES QUE IMPORTE PERO LO ES ¿VALE? y despedirse de él con un simple «soy un amigo«…
Los inicios no son fáciles, tampoco los del Iluminador. Pero sus autores tienen claro que lo que el público les pide son aventuras y emociones.

A diferencia de estos juntaletras modernos que usan las series como un púlpito desde el que pretenden que nos traguemos sus interminables sermones página tras interminable página.

Como si los lectores hubieramos pagado el precio de portada para que intenten convertirnos a su ideario.

Y vaya si El Iluminador cumple con lo que promete. Con creces. Acción desenfrenada y salvaje que ya me gustaría ver en estos modernos tiempos de narrativa descomprimida y mensajes políticos en cada viñeta.

Pero que El Iluminador sea una serie que no intente colarte mensajes no quiere decir que rehuya las cuestiones dificiles o que reniegue de, de vez en cuando y con la mayor de las sutilezas, insertar algún sabio consejo.

Como por ejemplo que los jóvenes de hoy en día os pasais todo el rato pegados a las pantallitas en lugar de jugar en la calle como nosotros a vuestra edad. Pero lejos de caer en la tentación de pontificar El Iluminador trata a sus lectores como amigos a los que habla de tú a tú. Como alguien que ha vivido lo que estais viviendo ahora y sabe de qué van las cosas realmente.

Y por eso sabe que si tus amigos guays te ofrecen cerveza…

…no debes aceptarla porque con toda probabilidad habrán puesto drogas en ella.

Más aun, si tus amigos guays te ofrecen drogas...

…no las aceptes porque con toda probabilidad HABRÁN PUESTO DROGAS EN ELLAS.
Así es El Iluminador. Un clásico imperecedero a reivindicar. Imposible definir su grandeza sin recurrir a sus propias palabras promocionales.

UNA BOMBA ATÓMICA CAIDA DEL CIELO
la Firgén de la Macarena… ¿Cuántos números duró aquello? Y, más importante aún, ¿cuántos títulos distintos fueron publicado bajo el sello «Marvel-Nelson»? Porque si hubo algún otro además del Iluminador, seguro que será otra joya.
Parece que duró 3 números. Además publicaron 5 apasionantes números unitarios como por ejemplo The Life of Christ: The Christmas Story y The Life of Christ: The Easter Story
Por algún motivo que se me escapa cerró por malas ventas
Debo reconocer que como personaje, me parece que Cristo es un buen ejemplo de pésima construcción, porque sabemos cómo nació y cómo murió, pero de lo que ocurrió en medio; poco o nada.
BM Iluminador, ¡YA!