Amigos, si esta Edad que estamos viviendo no es de Oro para una cosa es para el terror en español.
Oh, no me malinterpreteis, se siguen estrenando excelentes producciones realizadas en nuestra Piel de Toro™ como la magnífica 30 Monedas de Alex de la Iglesia. Sólo una mente privilegiada como la suya puede obsequiarnos con algo tan pero TAN diferente de nada que hubieramos visto antes en televisión.
Dejad a los alemanes que se toquen con las paradojas temporales. Dejad a los británicos que se entretengan con la transubstanciación de las almas. Donde estén las hilarantes aventuras del alcalde del pueblo en que una vaca da a luz a un zagal que se quite lo demás.
Y tú y yo ya lo sabíamos.
No, lo digo en serio. Ya en en el año 2005 lo sabiamos.
Y por eso en este post de florido verbo de Calduch homenajeabamos preventivamente su Jesucristo Gore de sonrisa ROB!iana.
No, no es un problema de falta de calidad de nuestra producción audiovisual presente sino de la inalcanzablemente superior calidad de la del pasado. Nunca volverá a haber una Edad de Oro del Terror Español como la de los 60-70 en la que reinaron supremos luminarias como Jesús Franco, Carlos Aured o Armando de Ossorio.
Y su reino no se limitaba a España. No, amigos, el cine español cruzó fronteras internacionales con una facilidad que haría morir de envidia a Almodóvar. Hasta tal extremo llegaba el prestigio mundial del que gozaban las películas hispánicas que en julio de 1971 en el número 15 de The Witching Hour, otra de las series antológicas de terror de la DC…
…el antagonista de la primera historia, dibujada por Wally Wood…
…es nada más y nada menos que José Sazatornil «Saza».
¡Chúpate esa, Alejandro Amenábar!
Pues yo ahí veo más a un Alfred que a un José, la verdad.
Pues a mí me recuerda más a López Vázquez.
Y por eso los psiquiatras ya no usan las manchas de tinta del test de Rorschach sino esta viñeta.
O sea que esto no va de Corben. Muy mal, ADLO!.