Ay, el tema del self-insert. Es un asunto curioso. Porque, en fin, vamos a reconocer que no es una práctica nueva. De hecho, intentando documentarme para este post me he encontrado uno de Comics Alliance de hace (casi) once años justo sobre este tema. Y aunque me tienta fusilar incluso los fotomontajes que han utilizado…

Lo voy a intentar evitar.
El caso es que desde hace algún tiempo, los comicpuertas han descubierto la expresión, como en su día hicieron con Mary Sue. Y, por supuesto, están dispuestos a quemarla, como hicieron con Mary Sue, hasta vaciar la palabra de significado por completo, privarla de cualquier posibilidad de ser usada en una conversación normal y marginarla del vocabulario de cualquiera que no sea ellos mismos hasta que no sea más que una coletilla ridícula. Es a lo que se dedica esta gente. Es lo que intentan hacer con los tebeos, de hecho.
Total, el self-insert. Al parecer tenemos algunos incels muy enfadados porque DC ha anunciado otra de sus novelas gráficas dirigidas al público joven, escrita de nuevo por Mariko Tamaki. Y en este caso se trata de una historia sobre la hija de la superheroína Starfire.

Estos señores se han dado cuenta de que el personaje de la hija de Starfire se parece bastante, se da un aire, tiene cierta pinta de ser como la propia autora de la novela gráfica. Estamos realmente ante unos auténticos detectives. El asunto ha provocado las iras de toda la incelada mayor (es decir, los cuatro gatos de siempre y unos pocos mindundis intentando desesperadamente ganar seguidores echando leña al fuego).
Es de suponer que a estos señores no les molestan demasiado los self-insert en general, dado que son moneda de cambio habitual en los cómics, desde el Clark Kent de Jerry Siegel hasta todos los señores de mediana edad con un pasado violento y unos pocos remordimientos de Tom King. Cabe entonces preguntarse si (aparte de lo de las mujeres haciendo cosas, que les molesta muchísimo) no será que lo que les da rabia de todo este tema es que cada vez sus mierdas cubren menos cuota de mercado incluso en un espacio tan marginal económicamente como son los tebeos de superhéroes. Dicho lo cual, les queda aún por llorar.
Gente tan poco sospechosa de giliflauteces como Stan Lee o John Byrne se selfinsertaban, de manera que malo no es ¡Diantres, ROB! se selfinsertó para pedir matrimonio a su novia!
( https://blog.adlo.es/2006/06/va_por_ti_uriondo/ )
Otra cosa es cuando crees que se selfinsertan pero no, y te pegas un chasco el día que ves cómo son de verdad las caras de Howard Chaykin o Peter Bagge.
Pues yo sí quiero leer la historia de la hija de Starfire…
Por lo menos no es un incel.
Y si lo es , da igual en seguida la colección volverá al número 1 y no se acordará nadie del personaje.
Teniendo en cuenta lo que hicieron al personaje de Windfall en DC , si yo fuera un creador , lo último que haría sería auto-insertarme en un comic.
Vale, pero ¿quién es el padre? Dick, you slut! ¡Contesta!
Se me olvidó mencionar que por un momento pensé que ésa era Leah Moore…