El mundo de la cultura es una cosa fascinante. El de la industria cultural, ni te cuento. El de la prensa cultural ya es otro nivel. Uno diría que con los nuevos retrasos en el estreno de las dos películas de superhéroes que tenemos más cerca (Black Widow y Wonder Woman vuelven a recolocarse en el calendario para evitar pegarse una hostia nivel Tenet… o incluso Nuevos Mutantes) alguien tendría que hablar DE ALGO DE TEBEOS.
Por supuesto, la prensa seria no defrauda nunca, tocando todos los temas desde las perspectivas y ángulos más relevantes e insólitos. Es curioso, por ejemplo, que con lo mucho que se ha hablado de Milestone recientemente gracias al anuncio de la DCFandome nadie esté escribiendo sobre lo que significó Milestone a nivel de derechos de autor para los creadores racializados, ni lo que supuso el cambio de estatus de los personajes y el editorial dentro del esquema global de DC en 2008. O de qué va a pasar ahora con dichos derechos de autor. Asumimos que esos temas no son interesantes. Ahora los derechos de autor solo importan para debatir sobre si está bien o mal piratear Mulán, o para bajarse de gratis un juego creado por un estudio independiente que lo tiene a 4€ en todas la plataformas (menos para móvil, que ya es gratis).
Estas son, ahora sí, la clase de debates sobre derechos de autor que importan en el Grupo PRISA. No sé de qué me sorprendo. Pero hoy vengo a hablar de otros tipo de piratería. Y es que repasando la prensa me encuentro con que en ElEspañol/Vandal/Sala del Peligro publican este artículo:
Un tema sobre el que ya habíamos hablado en ADLO! hace más de un año. Y es que nuevamente, en esta web vamos por delante de la “prensa de verdad”. Recuerden: lo leyeron aquí primero.