[rinnnngggg rinnnnggggg]
-Dígame.
-¿Lapetino? ¿Estoy hablando con Tim Lapetino?
-El mismo.
-¿El Tim Lapetino que está recopilando uno de esos libracos carísimos para regalar en Navidades sobre El Arte de Atari?
-Y me hubiera salido con la mia de no ser por esos chicos entrometiQUIERO DECIR sí, ese. ¿Y usted es…?
-Dan Kramer. Trabajé en el departamento de marketing de Atari a principios de los 80. Qué tiempos aquellos.
-Y me llamas porque…
-Porque sé cómo funciona esto. La idolatría de los Artistas con mayúsculas, los Genios que sacaron adelante la empresa.
Y ¿sabes qué, Tim? Esos genios no habrían llegado ni a la esquina sin nosotros, los de marketing. Nosotros éramos quienes les encargábamos las ilustraciones y teníamos que aprobarlas. Y también hacíamos campañas por nuestra cuenta. Que los de marketing también sabemos ser creativos ¿eh?
-Bueno, yo nunca he pensado lo contrario. De hech…
-Pero ¿se nos reconoce nuestro trabajo? ¡NO! ¿Se nos llama para ir a esas convenciones de videojuegos? ¡NO! ¿Nos mencionan los libros sobre historia del medio? ¡NO!
-Perdona, Dan, tu apellido era…
-Kramer. Dan Kramer.
-Claro, ya decía que me sonaba. Tranquilo, Dan, mi libro va a abarcarlo todo. Del arte al diseño del hardware pasando por el marketing. Y descuida que os voy a nombrar a todos.
-¿De verdad? ¿Lo dices en serio? Oh dios mio, estoy tan emocionado, no sé qué decir…
-Tienes mi palabra, Dan, de que mi libro dejará constancia con fotos, nombres y apellidos de todo lo que hicisteis en Atari. Y cuando digo todo…
…quiero decir TODO….
La consola, la consola
la consola te corrompe
te corrompe la consola
la consola de Atari
Eso, y que leído al revés es casi «pirata»…
Igual era una campaña para promover la autoexploración para la detección temprana del cáncer de seno…
«El arte de Atari»… esas imágenes que te hacían quedarte más tiempo mirándolas que jugando el video-juego.
Por eso nunca fui bueno con ellos.