Cómo arruinar una carrera

Hace muchos años (pero no tantos años como la mayoría de abajofirmantes de esta desorganización) tenía un blog donde me dedicaba, joven e incauto de mí, a hablar sobre webcómics en, diremos, términos y tonos poco constructivos a veces. Una vez publiqué una desganada pero virulenta reseña de la obra de cierto autor de webcómics y este me dejó un dolido comentario preguntándome si se trataba de alguna inquina personal que publicase tan amargo texto precisamente el día de su cumpleaños.

Nunca sabré si era cierto, y arruiné el cumpleaños de esta persona, o si se lo inventó para que ahora, casi una década después, me siga sintiendo mal por haber publicado aquel post. Lo cierto es que como jugada es buena. Aunque reconozco que puede pulirse, porque casi nada en este mundillo es perfecto a la primera. Por ejemplo, puedes mejorarlo defendiéndote de las acusaciones de haber colaborado con el comicgate diciendo que se ha muerto tu perro justo el día que te lo echan en cara.

¡Maldito seas, Tom King! ¡Decidiste destruir la carrera de Jae Lee justo el mismo día que se había muerto su perrete! ¡Eres una persona espantosa! ¿Qué? ¿Qué de unas portadas? ¿De unos nazis? ¿Qué de que si estoy de acuerdo con…? ¡A mí no me mire, mi perro ha muerto! ¡Y mi carrera se ha arruinado!

Y hablando de carreras arruinadas, Twitter no ha parado esta semana de arruinar a la gente su sueño de hacer portadas para gente un poco facha.

Resulta que tú eres una buena gente que tienes una idea estupenda para hacer cómics. ¿Qué una? ¡Tienes muchísimas!

Entonces un editor de dice que una de tus ideas es buena, que les gusta. Pero que no te la pueden publicar. Te ofrecen que busques tú, “por foros” a un dibujante profesional que quiera, de forma no profesional (porque no, aquí nadie paga siquiera un adelanto), dibujar tu cómic.

Estos dibujantes profesionales contactados para trabajar gratis no solo no quieren trabajar gratis como dibujantes, tampoco quieren, los muy sinvergüenzas, trabajar como correctores de estilo, asesores o, no sé, editores sobre las páginas de muestra que les han enviado. ¡Así no levantamos España!

Pero bueno, no pasa nada, finalmente la editorial, tras 5 años y tras encontrarte un compañero que dibuja las páginas sin mediar dinero ni garantías, finalmente decide haceros el contrato a los dos ¡Al fin van a publicar tu cómic! Después de que le hagas un montón de cambios, claro.

Eso sí, te comentan que igual tu nombre no tiene tirón comercial. Que mejor que lo escondemos en un sitio que se lea poca gente. Mira, queremos que seas una joven promesa del Mangañol, pero tampoco nos vengamos arriba.

¡No pasa nada! ¡Es tu editorial! Llevan 5 años confiando en tí, no te van a dejar en la estacada. Estás deseando que publiquen tu cómic, el primero de una larga carrera.

Pero algo no va bien. A la gente no le gusta tu portada. ¡Diantres! ¡Hay incluso quienes te acusan de PLAGIO! Empiezan a salir fotomontajes. Que si la cabeza es de una escena desconocida de un manga medio famoso, que si partes del cuerpo del ángel podrían haberse tomado de la portada de una superheroína cuya película no se va a estrenar este año… La gente se burla, se cachondea, se mofa y hasta se pitorrea de tu portada. Y tu editorial decide salir en tu defensa.

¡O casi! Que no es que digan que es tu culpa, pero por si acaso, que quede claro, a ellos les han engañado porque “a nadie se le pasó por la cabeza que un autor trabajase de esa manera”.

¡Amigo, DATE CUENTA!

Finalmente el cómic no se va a publicar. Dice David Rubín que siempre es mejor que un cómic malo se publique a que no lo haga. Supongo que a David Rubín su editorial no le dejaría a los pies de los caballos si se le pillase plagiando algo y a alguien le diera por denunciarlo. Claro que dice David que no es un plagio. Y David, que tiene muchas opiniones, también las tiene sobre los plagios.

¡Pero estamos hablando de carreras arruinadas! Como la de este pobre autor, de Angelica, un tebeo que jamás verá la luz. Quizá su autor tampoco. Así de trágica y dura es la cultura de la cancelación en Twitter. Así de implacable es que tu editorial te cargue el muerto a la mínima.

Sin embargo, el proyecto Angélica suscita todavía muchísimas dudas. Grandes incógnitas quedan sin resolver. Dudas que quizá solo el material original podría resolver.Puede que ni eso. Por ejemplo, ¿qué llevó a la editorial a hacer un seguimiento de casi 5 años de un proyecto que claramente no cumple los mínimos estándares de profesionalidad?

En mi búsqueda de la verdad, intento encontrar información sobre el proyecto Angelica en la página de Drakul. No encuentro nada sobre el manga ni sus misteriosos autores, pero sí encuentro esto.

Solo por el HOMENAJE al maestro ya merece la pena salir en ADLO!

Se trata de otro cómic editado por Likantro, un sello de Drakul. Es una obra creada, según la propia web de Drakul, por Javier Ara. Ara ha publicado un par de cosas con la editorial, y está pendiente del reciente lanzamiento de este Dark Investment. Además de eso, estaba etiquetado en la imagen de la portada de Angélica durante su lanzamiento…

Y lo sospechoso de todo es que en Dark Investment la protagonista se llama, casualmente… ¡también Angélica!

Y si uno mira un poco en el catálogo de Drakul, descubre que Javier ha dibujado para Drakul otro cómic guionizado por Javier Ortiz…

Al que la web de Drakul acredita como socio de la editorial

Y entonces me puse a pensar…

¿Y si?

¿Y SI?

¿Y si revisamos los dibujos de Mihal El Guerrero, obra en solitario de Javier Ortiz, socio de Drakul?

Pero se me está haciendo tarde.
Me acercaré otro día a la biblioteca a ver si lo tienen.
Porque no paro de pensar, e igual es cosa mía…

¿Y SÍ?

Pepe Silvia | Know Your Meme

3 comentarios en «Cómo arruinar una carrera»

  1. Futesas sin importancia, que diría el gran Vázquez. Como cuando acusaron a ROB! y a JEPH! de matar a Gruenwald con su nuevo Capitán América.

  2. Entre que Ara tiene un lápiz capaz de dibujarte un pseudo-Muertopiscina que un Pseudo-Scottie Young y que Ortíz tiene una forma de hacer fondos que pareciera calcada* de TheRock… Lo mínimo que se puede decir de Drakul es que tiene una política editorial, consistente.

    *»Calcada»… Ji, ji, ji… ¿Entienden; «calcada»? Vale, aquí nadie aprecia mis sutiles chistes.

  3. Tom King lo tiene fácil para saber si lo del perro muerto de Jae Lee es INVENTO. Con pedirle que se lo mire a algún colega que le quede en la CIA de cuando él fué agente y participó en la invasión de Irak problema resuelto 🙂

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