Bueno, ha sido una semana intensa y de nuevo la actualidad ha intentado hacer sus tejemanejes para hacerme cambiar a última hora el tema de mi post de hoy. Sin embargo, creo que es complicado hacer un post entretenido y educativo a estas alturas sobre los casos de ligoteo con menores de Cameron Stewart o el resto de nombres que han salido (reconozco que me duele un poco leer las acusaciones a Warren Ellis, porque uno nunca quiere que sus autores favoritos sean unos mierdas).
Tras pensarlo detenidamente, he decidido que hay cosas que no necesito en mi vida, como por ejemplo, señores con avatar de Woody Allen viniendo a mis menciones de Twitter a decirme que Mia Farrow tampoco es una santa. Si alguien a estas alturas necesita un cursillo sobre cosas que está mal hacer con gente a la que doblas en edad (y sabemos que en DC ese cursillo empieza a ser necesario), que busque ayuda profesional.
¡Y hablando de profesionales! ¿Qué tal ha vuelto de la cuarentena la prensa cultural? Hace mucho que no hablamos de eso. Un mes, o incluso más. Y no es por falta de motivos, es porque dentro de poco salen las listas de Esenciales de la Asociación de Críticos y Divulgadores del Cómic y nos tenemos que guardar un poco las risas para entonces. Pero el otro día gasté uno de mis clics mensuales en El País, ese periódico que hoy es un poco menos de izquierdas que ayer (pero más de izquierdas que mañana), porque tocaban un tema imprescindible: ¡un publirreportaje sobre el 80 aniversario del Joker!

A estas alturas, cada vez que alguien habla sobre los debates filosóficos que genera el Joker, habría que pedirle que por favor lea mejores tebeos. La pieza la firma Tommaso Koch, al que podemos considerar inspirador de este post por partida doble: por autor de la pieza, y porque igual que yo hoy, fue capaz de escribir hace dos semanas una pieza sobre J.K. Rowling ignorando por completo la polémica política que la rodeaba durante el último mes. Incluso empezando un párrafo hablando del uso de Twitter de la escritora. Tiene mérito.

Bueno, ¿pero qué dice Koch sobre Joker? Uy, muchas cosas. Aquí una relación de los adjetivos con los que se describe al Príncipe Payaso del Crimen en el artículo de El País: «marxista, existencialista o la más pura encarnación del superhombre que teorizó Nietzsche», » hippy en la serie televisiva de los sesenta», «hacker, genio de la química, y […] terrorista en el siglo XXI», «el edén de la libertad», «un chiste tremendamente incómodo», «anarquista, por su lucha antisistema, o secuaz de Marx, quintaesencia de la lucha del proletariado»,… Claramente marxista, que aparece dos veces en el texto, parece la tesis más probable, aunque siento cierta inclinación por la idea de que era hippy en la serie de los 60.

Es tradición en El País no entender demasiado al Youker. De modo que no vamos a alarmarnos por eso. Claramente el autor se ha documentado, dado que ha entrevistado a «Gustavo Martinez, editor de ECC Ediciones» para que le cuente qué cosas están promocionando del personaje. Incluyendo los enlaces directos a la web de la editorial para poder comprarlos. Sabemos que esto no es un publirreportaje porque esos suelen ser más sutiles.

En defensa de Koch, el artículo se ve documentado. Cita a Bill Finger como co-creador del villano (pasar de puntillas por el complejo tema de la autoría de estos tebeos es más de lo que el artículo hace, pero bueno, ¡al menos acredita a Finger!) y hay unas cuantas citas a libros y artículos sobre el personaje. Al margen de interpretaciones hiperbólicas, pasadas de frenada y un obvio exceso de propaganda, uno podría decir que se trata de un artículo bien informado.
Si no contamos cuando dice que «una teoría apunta a que, tras su identidad, se esconde Alfred, el célebre mayordomo de Batman». Pero claro, ya sería pedirle mucho al autor que además de citar libros y ensayos se hubiera leído algún tebeo de Batman. Tampoco nos vamos a poner exigentes.

Al fin y al cabo, creo que todos podemos coincidir en que el artículo podría ser peor. Podría ser, por ejemplo, uno de Sala del Peligro/Vandal/El Español. Pero sobre eso ya me quejé en Twitter, os dejo el hilo y hasta otra.
Y además, su nueva novia tiene t*tas más grandes. Pin-up de ROB!, ¡YA!
Vale que el artículo parece, cuando menos, exagerado (pero poco)… Pero, bueno, acá uno de los semanarios de análisis político de mayor prestigio dedicó todo un número especial para que algunas de las grandes plumas de la gran intelectualidad de la gran izquierda mexicana (aja… sí), nos explicaran con lujo de detalle porque la película era el nuevo manifiesto del partido comunista y se colocaba a la altura de películas como Taxi Drive, Naranja Mecánica y cualquier otra de la que copiara conceptos y hasta escenas casi que plano por plano.
52 páginas del más puro despropósito… De verdad, que no me lo invento.
https://twitter.com/proceso/status/1193634484547182592
ROB! mío. Te juro que pasé por el puesto y veía esa portada…
no me imaginaba esa clase de contenido.
Aquí en España también hemos tenido de eso. Yo no lo entiendo, a mí la película me pareció aburridísima en lo político, neutra como pocas cosas recientes. Es sosa en general, pero yo iba buscando un manifiesto incel por lo menos, tal y como la habían vendido, y nada.
Le ruego me perdone: aquí opiniones sinceras no se pueden dejar, que la gente de hoy no sabe qué es parodia o verdad.