Os preguntaréis cómo hemos llegado hasta aquí…

La misma idea de Solitaire parece propia de los noventas, que para eso estaban. Pero, sobre todo, por la creación de Malibú.
Explicar todo el follón que fue aquello y que es aún hoy -recordemos que tanto Quesada como Brevoort intentaron explicar por qué no usan los personajes o el universo y todo lo que saben decir es Buah, mazo de movidas.- además nos llevaría a uno de los villanos de esta casa. Así que mejor lo dejamos para más adelante y nos centramos en lo importante.
Lo importante es que el personaje se llamaba Solitaire más que el uso de cartas, cunado se acordaban, y que tenía unos problemas paternales que ríete de Harry Osborn. De hecho, se parece más a La Rosa. Pero ese es otro tema también.
Lo importante es que abrieron con rapidez la serie…
Como es lo habitual en estos casos hubo a la vez una edición «con brillitos».

Ultra Limitada a 5000 ejemplares. Je. Limitada.
Pero bueno, las publicaciones y sus cosas. Total, que rápidamente pasaron a meter el consabido crossover.

A buscarse una manera de poner un número 1 en grande para vender más.

Con tanto éxito que para el siguiente número…

No es que dejaran de buscar un público. Su público. Algún público…

Muy particular.

Tanto da.

Hasta llegar al villano final que, inexplicablemente, no se llamaba IronFisting. Pero también da igual. Solitaire vivió una parte importante del universo Malibú.
Incluyendo megaeventos.

Y apariciones en otros títulos.
Ya, ya supongo que no hace falta que os cuente mucho del UltraVerso, Génesis y todo lo demás. Todos estos personajes sobradamente conocidos. Todas esas tendencias tan interesantes. Todos esos personajes como

HardCase que tanto ha hecho por los culos del mundo. Por todos los culos.

Con enorme rotundidad.

Hard Case duró más, y eso le permitió vivir a tope la llegada de Marvel comprando a lo loco -Esto es, tanto por lo que decidieron comprar como por los documentos que firmaron- y el subsecuente éxito editorial.


Por supuesto no fue el único personaje en vivir esta Gloriosa Época

Lo que nos lleva, de nuevo a Solitaire.

Puede que ni Gerard Jones ni Jeff Parker llegaran a los niveles de calidad de ROB!, pese a lo cual se han ido defendiendo más o menos en el mundillo.
Pero lo importante ahora es que esto resume un cierto problema. Puede que el Solitaire tuviera potencial, pero ante la apertura de las playas de Malibú al capitalismo y su venta a Marvel el resultado fue la erradicación total de su universo.
Siempre ha habido teorías de qué lo causó, los autores suelen culpar a que Marvel tendría que pagar derechos de autor por usar los personajes, Marvel tiende a echar balones fuera, y al final un nombre sale a relucir.
Porque detrás de todas estas cosas siempre hay un archivillano.

¡¡¡Scott Mitchell Rosenberg!!!
Y es que al final siempre acaba apareciendo alguien dispuesto a poner el cazo.
Ah, cuando los malos vestían de blanco…
Lo de Malibu y Marvel yo tampoco lo acabo de entender demasiado bien, la verdad.