Hoy vamos a hablar de un recurso narrativo que es como El Arte de la Guerra de Sun Tzu, que se puede aplicar desde a un asedio a un castillo hasta a la renovación de una cocina con isla central: la REDIRECCIÓN, la habilidad de distraer, de desviar la mirada del otro para que no se fije en lo que no nos interesa que se fije. Porque no sólo es una clásica táctica bélica (que se lo digan a Rommel, que sigue esperando ese desembarco aliado en Calais), es que el arte de la prestidigitación se basa completamente en su uso y dominio. Pero no siendo este un blog de esos que sube fotos de panzers ni de esos otros que sube videos de Teller & Penn vamos a centrarnos en su empleo en la narración y, más concretamente, en la narración secuencial.
Los tebeos, coño.
Y para ello vamos a tomar como ejemplo uno de los viejos, buenos, tiempos. Un clásico episodio del Superboy de la DC pre-TODO. Uno que empieza con una escena normal y cotidiana: Clark y sus amigos vuelven de unas vacaciones cuando un tonto tropezón hace que se caiga del avión.
Ante la disyuntiva de tener que explicar su retorno a la areonave nuestro heroe decide sabiamente…
…que va a ser más fácil explicar más tarde por qué no se ha matado al estamparse contra el suelo.
Nada más aterrizar nuestro kryptoniano favorito (no perruno) descubre que se halla en el Reino de Sardonia, «que todavía conserva las viejas tradiciones europeas». Y sus primeros encuentros con los nativos le dejan sucesivamente claro que:
1: Es la viva imagen del Principe Mark, SUPERLEGÍTIMO, MEGACONSTITUCIONAL Y ULTRAPREPARADO REY VOTADO EN LA CONSTITUCIÓN QUE NOS DIMOS ENTRE TODOS LOS SARDONIANOS.
2: Que el Príncipe Mark es un petimetre, una nenaza, UN JIPI.
Y 3: Que el malvado primer ministro Pedro Sán Lord Hawke está intentando asesinar al LEGÍTIMO Príncipe Mark para erigirse Cali Rey en lugar del Rey.
Tras toparse con el Príncipe Mark y descubrir que el parecido bordea el de un stalkeador enfermizo…
…en lugar de denunciar su cuenta de Instagram Superboy decide generosamente echarle una mano. Todo sea por salvar a Sardonia de convertirse en una república. Su plan es aprovechar parecido para ocupar el lugar del Príncipe Mark temporalmente a fin de arruinar los malévolos designios de Lord Hawke.
Claro, llegados a este punto hasta el lector más bisoño ha ido reconociendo todos y cada uno de los puntos. Estancia accidental en minirreino europeo. Monarca joven y apocado calcadito al protagonista. Suplantación real para contrarrestar oscuras maniobras derrocadoras del Poder en la Sombra.
En circunstancias como esta lo mejor es reconocer abiertamente que te has inspirado en una historia anterior. Que incluso tus propios personajes, en un giro que bordea lo metalinguístico, admitan cuánto se parece lo que les está pasando…
…A LA NOVELA PRÍNCIPE Y MENDIGO DE MARK TWAIN
¡REDIRECCIÓN, BITCHES!
¿Qué te esperabas de una tía llamada Zorina? ¿Y dónde está el regreso del príncipe Mark que nos prometió Lee (Jim)?
Pues me suena a que Sardonia era una tierra parelela de las que desaparecieron durante la crisis del 85
«Clark y sus amigos vuelven de unas vacaciones cuando un tonto tropezón hace que se caiga del avión.»
Parafraseando a un conocido escritor: ‘Abres una puerta y te aparece un mundo,: no, no es un libro, es usted que se equivocó de salida y se está tirando del avión’
¿Por qué nunca vemos a Superman cuando Salvador Illa comparece en rueda de prensa? sospechoso…