En la presente situación, la maquinaria editorial se encuentra parada.
En tanto que negocio, la industria del tebeo se basa, como tantas otras, en una dinámica de pago por trabajo, una cadena que pasa por editores, guionistas, dibujantes, rotulistas, coloristas…pero también por todo lo relacionado con impresión, transporte, distribución y librerías hasta que llega al comprador. Con el confinamiento de la población compradora y la no esencialidad de la apertura de los sitios de venta, no hay flujo monetario que alimente esta actividad, con lo que las distribuidoras (en el caso de los USA, LA Distribuidora) deja de servir material, por lo que no hay nada que imprimir, y se llega a que las casa editoriales dejan en standby los títulos en que los autores estaban trabajando. No adelantéis faena, gente, que hasta que no haya mercado no tenemos con qué pagaros el trabajo. Este ha sido más o menos el mensaje que se ha dado a casi todos los profesionales.
En el caso de dibujantes/entintadores, es buen momento para encargarles commissions. Los guionistas, callados ellos, parece que no tienen nada que hacer, pero cuando esto pase y un año después casi todos migren de los trabajos alimenticios en las dos grandes a sus proyectos creator-owned bajo otros sellos, que no se rasguen las majors las vestiduras, pues el tiempo para rumiarlos se lo pusieron en bandeja. Más complicado lo tendrán los demás estamentos para seguir con sus actividades profesionales o de cualquier otro tipo. Una vez acabado lo poco que quede pendiente ¿qué hacer?
Me viene concretamente un caso a la cabeza ahora mismo, no daré nombres, pero cuando termine con las rotulaciones de Savage Dragon y no le dejen salir con la bici ¿a qué podría dedicar tanto tiempo por delante?

El análisis quasi-arqueológico del más minúsculo detalle sobre las obras estudiadas ha hecho de PLOT 2.0 un referente sobre algunos de los materiales más interesantes de los comic-book de los 80. Si bien lo de contactar de nuevo con librerías y tal puede volverse un mundo, sí que debe haber por lo menos algunos escaneos por hacer, algunos pdf por maquetar, algunos documentos que con un par de retoques quedarían listos y acabados… Y además del anunciado, ya se avanzó que en próximas entregas se podría hablar de Pícara, de Carol Danvers, de Gil Kane en Spiderman… hay material, hay ganas, hay tiempo.
Un plus en muchas de las entregas anteriores, además del repaso de polvorientos incunables de revistas y periódicos, fue la comparativa en PRIMICIA MUNDIAL de los argumentos de Chris Claremont para la Patrulla-X con las páginas tal como quedaron tras los lápices de Byrne y Austin. Asistimos, cual concierto de Pimpinela, a un toma y daca artístico entre lo que uno pretendía y lo que el otro dibujó, y como el primero se vengaba dialogando lo que no se había dibujado.
Por los buenos ratos pasados disfrutando de esas comparativas (y la de páginas que se consigue llenar tirando del mismo sistema), es por lo que me atrevo a sugerir un posible material para alguna entrega futura, que una pandemia bien desescalada puede dar para hacer mucho. Un tema que aunque se salga un poco, no del todo, de la línea editorial habitual, ofrece casi todos los elementos que han consolidado esta publicación: Años Ochenta, Autor Mítico y Obra Legendaria.
Porque si comparamos lo que terminó publicándose…






…con lo que se dibujó al principio…






…se diria que ahí una bonita historia que merece ser contada con un buen bol de palomitas.

BONUS: ¿clicaste en el primer link? pues aquí tienes el segundo.
ROB! was right!
Me gustaron más estos dibujos, innovando la narrativa, que mal que lo limitaron.
AVIV BOR!
LOL! Claro que me gustaría reemprender la revista y el libro que recopila las tras diarias de Wood del Sky Masters, pero el tema ya no depende solo del tema tiempo, sino del económico y, como muy bien apuntas, de la red de distribución, que ha quedado bastante dañada y reducida. A ver cuántas librerías sobreviven después de esta crisis. Tres meses sin ingresos no los aguanta ningún autónomo, y eso incluye a las librerías.
Las editoriales estadounidenses nos han dejado caer, lo que puede ser una muestra de que los colaboradores les importamos una mierda y/o que su salud económica es tan precaria como la de los autónomos y la propia distribuidora. Esta situación ha puesto en evidencia que el equilibrio de la industria del cómic en EEUU era tan frágil que no ha resistido ni un mes de parón.
En mi caso en concreto, Larsen está siguiendo como si nada para intentar dar a Savage Dragon la cadencia mensual que hace siglos que no tiene cuando todo esto termine, lo que significa que al menos tendré ciertos ingresos regulares––acabo de terminar el nº 249 y los backups del nº 250––. Y mi último Black Cat para Marvel será el nº 13, lo que también me da cierto margen ya que ahora mismo acabo de terminar el nº 12.
Tened presente que yo soy el primer frustrado por que no salga la novena revista, ya que la tenía totalmente planificada y a medio hacer. Igual de frustrante es haber acumulado toneladas de material inédito y que no vea la luz. Pero el libro del Sky Masters USA me ha dejado con deudas hasta el cuello y aun necesito tres años para terminar de pagarlas y respirar un poco. Lo más probable es que por este motivo no vuelva a meterme en temas de autoediciones hasta que no respire un poco. Es el problema de financiarte tú mismo, te puedes pillar los dedos. Aunque siempre resulta agradable que te echen de menos.
Sobre lo de Rob… mejor que no, tengo mejores temas que tratar. Aunque el cab*** tiene un original del nº 138 con dos viñetas inéditas escondidas de la secuencia-marco original, pero se está haciendo el sueco cuando le pido que desenganche las nuevas viñetas que hay encima. Muy fan de Byrne, pero a la hora de la verdad, no está por la labor de descubrir un material histórico. En fin…
Oh, pensaba que el cab*** al que hacías referencia en el número 2 era Terry Austin…en ese caso, la continuidad (Byrne-mutante) de Plot depende, como tantas otras cosas de este mundo, de ROB!
Sobre las páginas de Halcón y Paloma, ROB! presentó la mítica secuencia apaisada por estar en la dimensión del Caos, recurso que había usado ERIK LARSEN hacía poco en Doom Patrol para esa misma dimensión. El editor Mike Carlin estaba fuera, pero no acosando a nadie sino negociando para que la serie televisiva de Superboy fuera el gran bombazo editorial superheroico de la década y años venideros. La editora asistente, Renée Witterstaetter, lo aceptó sin problemas. Cuando Carlin lo vio puso el grito en el cielo y mandó rehacerlas al que comenzó la miniserie como simple entintador y terminó como dibujante, casándose con la guionista por el camino. Más tarde R.W se fue a Marvel y fue la editora de She-Hulk cuando JOHN BYRNE. Nunca vio nada raro en lo que éste le entregaba.
Ey ¿seguro que no interesa? 😀