Vamos a hablar de Todd Phillips. Concretamente, de su película más popular. Empecemos hablando de su OTRA película más popular, The Hangover. The Hangover es una película en la que el grupo protagonista viaja a una ciudad desconocida para celebrar una gran fiesta. Sin embargo, la fiesta se les va de las manos, acaban ebrios, desorientados y cometiendo un montón de locuras de las que se arrepentirán al día siguiente. Lo que hasta hace no mucho llamábamos “hacer un Boyero en Cannes”. Y que ha creado escuela.
Las protagonistas de este post también se despertaron al día siguiente, confusas, con la vaga consciencia de que algo no había salido bien del todo. Pero decidieron huir hacia delante. Correr en esa dirección. Ser consecuentes con sus decisiones.
La locura se había desatado. The worst thing about having a Hangover is people expect you behave as if you don’t. La gente se puso a defender aquello contra las hordas de fans de Marvel, Disney y los Mortadelos.
Cuando los pesos pesados salen a defenderte, ya no hay marcha atrás.
Te puedes poner racista en Movistar + hablando de Bong Joon-ho, puedes ponerte faltón con el resto de las películas e incluso puedes hacer como que te alegras de que haya ganado Parásitos en tu Resacón II.
Pero lo importante es que este año tuvimos, en la retransmisión de los Oscar, a la jefa de Cultura de la cadena generalista de radio más escuchada de España (somos fans de los cómics, nos gustan los medios minoritarios y a punto de desaparecer) y a su secuaz defendiendo que se le diera el Oscar a una película basada en un tebeo. Y si eso no es normalización, no sé lo que puede ser.
No pillo el chiste. ¿Hay que conocer a estas señoras o algo? ¿Es alguna referencia que se me escapa?
Lo mismo que Bac Hylon, que no me he enterado del chiste ni la mitad.
¿ y las matadas estas quienes son ?
Eso, ¿qué es una «script», Jaime?
Totalmente de acuerdo con Teófilo el Necrófilo y su partner. Me quito el cráneo de admiración ante su juicio preclaro.
En cambio, pereza total frente a otros blogs que hay por ahí, de antigua referencia comiquera, y que hoy ponen Joker a parir desde una mezcla de postureo y pánico a rozar siquiera con su pie de macho blanco cisgénero algún callo que no se deba.