
En el mercado americano (es decir, en Marvel) algunos adjetivos están asociados indeleblemente a ciertos títulos. Así, Spiderman es Amazing, Hulk es Incredible, y Los X-Men, aunque les costó bastante años ganárselo, es Uncanny.

Atlas/Marvel ya había empleado ese adjetivo en Uncanny Tales, recopilación de historietas de misterio y terror con punch final, de grato recuerdo para los lectores de Vértice, aquellas historietas del final. Pero en poco tiempo quedó asociado al Universo Mutante. Lo del adjetivo les vino muy bien a los artistas hot menos imaginativos de los años noventa. Todd McFarlane, por ejemplo, pasó de dibujar Amazing Spider-Man a tener su serie propia llamada…Spider-Man. Y lo mismo con Jim Lee, pasando de los lápices de Uncanny X-Men a los de…X-Men. Ya hubo quien hizo la coña de apostillar ambos títulos con Adjectiveless. ROB! al menos se curró el título con X-Force, cualquier otro artista hot lo hubiera llamado The Mutants.
En 2010, en plena vorágine de mercadotecnia a todo trapo, mezclaron lo mejor de ambos mundos otorgando el adjetivo a otra serie mutante.

Y en 2012, tras el pelotazo de Vengadores vs Patrulla, lo emplearon para remarcar el componente mutante del nuevo grupo vengador.

Pero llegó la película de Los Vengadores y el equilibrio de poderes cambió en los tebeos. Aquellos títulos cuyos derechos audiovisuales se habían dejado en manos de otros se fueron descuidando dejándolos languidecer. Los Cuatro Fantásticos pasaron de ser la familia que inauguró el Universo Compartido a terminar tomándose un descanso de varios años para que no se generase hype de cara a futuras películas que hicieran los demás. Lo de los Mutantes era diferente. Dado que la primera película de los X-Men data del 2000, llevaban varios años haciéndoles judiadas: Casey, Austen, Fraction, Bendis… pero las ventas se mantenían. El factor curativo del superventas Lobezno es fuerte. De manera que con ellos se andaron con menos disimulos, declarando desde los despachos editoriales que iban a dejar de potenciar a los mutantes, y en su lugar todos los nuevos héroes que pensaban crear que salieran con poderes serían de origen inhumano. Las nieblas terrígenas aquellas mutaban ¿no? pues era cuestión de colar muchas nieblas de esas de refilón en algún evento y presto. Hickman estaba escribiendo una de sus cosas ¿no? Infinity con Thanos. Pues decidle que suelte nieblas terrígenas en alguna escena con diagrama. Que se enteren todos ¡los inhumanos molan!

Y es por esto que el único personaje nuevo reseñable de la editorial de la última década, una adolescente musulmana con todos los números para ser una mutante, resultó ser de origen kree. Para fastidiar a Fox y la Patrulla-X ¡porque los Inmhumanos molan! ¡y tendrán título! ¡y su evento! ¡mejor dos títulos! ¡y les haremos una serie de televisión que se va a cagar la perra!

Pero el público no parecía demasiado entusiasmado con los Inhumanos por mucho que la editorial los potenciara, no conectaban. De manera que en Marvel echaron el resto…

…con Uncanny Inhumans.
Un segundo título para la familia real kree en 2015, empleando el adjetivo que hasta ahora estaba reservado para los Mutantes. Ya veis, mutantes, cualquiera puede llevar el adjetivo, nos os pertenece, no os distingue, los Inhumanos son los nuevos Patrulleros ¡molad, malditos!
Uncanny Inhumans quiso por tanto ser el desprecio definitivo de Marvel hacia los mutantes. Pero pasa que las ventas son cabezotas, los mutantes siguieron, Inhumanos cerraron, los negociantes negociaron, los derechos volvieron, las acciones subieron, y todo es alegría y felicidad en los despachos de MarvelFoxDisney. Pero la afrenta del Uncanny sucedió.
Y ahora vamos a 1982.

Para que veáis la visión de futuro, la sutileza y la mala baba que se gastaba Byrne.

¿Resquemores con Claremont? apenaaaaasssss
Taquiones. Los taquiones siempre han sido fuertes en Byrne. Y otras cosas. Pero taquiones.