La continuidad es uno de los elementos más importantes de lo de leer tebeos de superhéroes. Entender y comprender la continuidad es el Saber qué es un fuera de juego de la cultura pop: en realidad es muy sencillo, pero nos gusta fingir que es alguna especie de conocimiento secreto. Lo cierto es que la continuidad solo es importante en el corto plazo, porque a medida que el tiempo va pasando, los sucesos se van desvaneciendo, y por eso en la web de RTVE se puede decir que Frank Miller hizo que las mujeres dejaran de ser un objeto decorativo en los cómics. Ha pasado mucho tiempo, y lo que hiciera Miller o dejara de hacer con los personajes femeninos pues no es importante.
Una vez de algo ha pasado mucho tiempo, pues mira, no hace falta darle mucha importancia y podemos hacer como que nadie lo ha leído. E, incluso, volver a vendérselo. Podemos coger una historia, así sin mucha importancia, como por ejemplo… no sé, el The Amazing Spiderman 248. En ella, el cabeza de red visita a un niño que es un gran fan de Spiderman, y que sufre una terrible enfermedad. Tal es la compasión de Peter con su joven fan, que en un momento incluso le desvela su identidad secreta.
Qué bonito. Qué humano. Qué emotivo. Un Spiderman cercano preocupado por aquellos más débiles. Los que más complicado lo tienen. Eso pensó en este siglo XXI un guionista del trepamuros, que decidió que había pasado suficiente tiempo como para que ese número ya no estuviera dentro de la continuidad y se pudiera repetir la jugada. Qué sé yo. Igual Timothy Harrison fue borrado de la historia durante el Mefistazo y como nunca ha ocurrido, está bien refritear la historia.. Solo Quesada lo sabe. El caso es que se podía volver a hacer el mismo tebeo sin ninguna vergüenza ni pudor a ver si el momento emotivo volvía a funcionar.

¿Cómo? ¿Que si estoy hablando del Friendly Neighborhood Spider-Man 6 de Tom Taylor? ¿Ese en el que Spider-Man va a visitar a un niño que es un gran fan de Spiderman y sufre una grave enfermedad? ¿En el que finalmente Peter se apiada del niño y en un gran acto de humanidad va más allá de lo que pensaba que iba a hacer por ese niño?
Pues bueno, yo estaba pensando en The Spectacular Spider-Man 14, de Paul Jenkins, en el que Spiderman salva a un joven con una grave enfermedad y en el que finalmente, se apiada tanto de su condición que le desvela su identidad secreta.
Porque, la verdad, comparando con la cara dura de Jenkins, al menos Taylor se ha tomado la molestia de inventarse un final emotivo diferente para la historia.
(Y entre el cómic de Stern y el de Taylor hay 35 años de diferencia, pero entre el de Stern y el de Jenkins solo 20, que no sé si son suficientes para que la continuidad prescriba).
No es que la continuidad prescriba… Es que entre una y otras historia pasó el suficiente tiempo como para que el anterior conocedor de EL SECRETO (así, en mayúsculas) ya hubiera muerto (hablamos de niños con enfermedades terminales, ¿recuerdan?)*, por lo que era necesario repetir EL GESTO para dejar en claro que Spidey es buena persona.
*Sí, lo sé… Bastante negro mi comentario, ¿verdad?
¿Alguien ha visto a Quesada y a Mort Weisemberg juntos al mismo tiempo?