Cómo conocí a tu madre

Pues verás, Damián, ese año había ido al pueblo a las fiestas del quince de agosto y acabé más perjudicao de lo habitual. Al menos esta vez amanecí con una moza y no con una oveja

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Y como todavía nos duraba el colocón de la noche anterior nos fuimos los dos a las vaquillas a hacer el bobo un rato

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Y claro, con una chavala así de potente mirando me vine arriba y me puse a dar capotazos al bicho

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Eso sí, al estilo de mi pueblo, que hay que reconocer que algo bruticos sí que somos

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Pero al final la cosa se me fue de las manos. Cabreé de más a la vaquilla y el animal embistió a unos pobres abuelicos que estaban tomando el sol sentaos en un poyo

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Así que la zagala y yo (y el primo Mariano, que era el que conducía) tuvimos que salir por patas para que los paisanos no nos escalabraran. ¡Cinco años que tardamos en poder volver a las fiestas, cinco! ¡Hay que ver qué rencorosos son en ese pueblo!

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Ay, los años mozos… ¡qué bien lo pasemos! ¡No como ahora, que los críos estáis todo el día con el móvil mirando el internete!

[Viñetas de Detective Comics 411]

 

Publicado por

EmeA

En 1972 fui acusado de un delito que no había cometido y desde entonces sobrevivo como soldado de fortuna

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