Pues verás, Damián, ese año había ido al pueblo a las fiestas del quince de agosto y acabé más perjudicao de lo habitual. Al menos esta vez amanecí con una moza y no con una oveja
Y como todavía nos duraba el colocón de la noche anterior nos fuimos los dos a las vaquillas a hacer el bobo un rato
Y claro, con una chavala así de potente mirando me vine arriba y me puse a dar capotazos al bicho
Eso sí, al estilo de mi pueblo, que hay que reconocer que algo bruticos sí que somos
Pero al final la cosa se me fue de las manos. Cabreé de más a la vaquilla y el animal embistió a unos pobres abuelicos que estaban tomando el sol sentaos en un poyo
Así que la zagala y yo (y el primo Mariano, que era el que conducía) tuvimos que salir por patas para que los paisanos no nos escalabraran. ¡Cinco años que tardamos en poder volver a las fiestas, cinco! ¡Hay que ver qué rencorosos son en ese pueblo!
Ay, los años mozos… ¡qué bien lo pasemos! ¡No como ahora, que los críos estáis todo el día con el móvil mirando el internete!
[Viñetas de Detective Comics 411]
O sea, que hubo cuernos de por medio.