La cosa empieza con la enésima bronca de DC/Warner a cuenta de esa película que ya lleva como tres versiones y van a por la cuarta. La JLA.
Porque, claro, el problema es que como esto es poco menos que una piedra en el camino le enseñó que su destino era rodar y rodar. Rodar y rodar.
De modo que interfiere en otros rodajes -porque a estas alturas los actores se han buscado otros trabajos, excepto Ben Affleck que se ha buscado una alias- resulta que Cavill, que interpreta a alguien que nos diremos quién es porque es una sorpresa. De esas que te dan cuando en una fiesta aparece un pastel enorme y piensas «Oh, vaya, me pregunto si hay alguien dentro y si entró antes o después de que lo metieran en el horno». Cavill, decía, está rodando otra película. En la que lleva bigote. Y entonces…
via @scottmeslow, the goofiest thing about DC movies I’ve ever read, which is no mean feat: They’re digitally removing Superman’s mustache pic.twitter.com/veM30qR4bD
— Sean T. Collins (@theseantcollins) 24 de julio de 2017
Lo primero que uno pensaría es que lo lógico es que se pase esas escenas oliendo flores, comiendo un perrito caliente, leyendo un periódico, bebiendo café y todas esas cosas perfectamente normales.
Lo segundo es que todo esto ya lo vio venir Marvel. Vale, quizá no Marvel pero si Disney. Porque ya sabéis que nunca fue fructífera la relación de los superhéroes y el cine. Pese a lo cuál el Disney Channel realizó en el año 2000 un telefilme llamado
UP, UP, AND AWAY.
¿Queréis echar un ojo a una de sus escenas?
¿Qué queréis que os diga?
Todo esto ha pasado antes…
Esto era Disney en el 2000? Pues Black Panther si que tiene suerte de no haber salido entonces.
Rápido, que antes de afeitarse vuelvan a rodar Superlópez con él.
Esto va a quedar peor que las escenas vueltas a rodar de la última de los Fantásticos…