Aquí a la izquierda vemos a unos jóvenes trabajadores generando una plusvalía de la que se beneficiarán los poseedores de los medios de producción, que observan atentamente que la jornada laboral se cumple a rajatabla
Pero dichos emprendedores no disponen en estos momentos de liquidez, puesto que lo han invertido todo en comprar productos perecederos para su local gentrificado de Malasaña, así que no pueden pagar el salario acordado a la masa obrera
Afortunadamente la coyuntura macroeconómica ha regulado el mercado laboral hasta un punto tal en que los asalariados aceptan recibir comida a cambio de su fuerza de trabajo
De esta forma termina la historieta, con todos felices gracias a la capacidad de negociación de igual a igual de la empresa con los trabajadores y la ausencia de intervención externa en el libre mercado
[Historieta aparecida en Betty and Me nº65, de 1975]
…hasta que pruebas el pastelillo, claro.
Juraría que he visto esos pastelitos por aquí, anunciados por aves marinas no voladoras, nativas del continente antártico.
Y luego nos dirán que los sindicatos no son necesarios…
Claro, es que el dinero no lo es todo. Y publicando el disco los Archies esos podrán promocionarse, irse dando a conocer y ya cuando sean famosos cobrar y todo. ¡El negocio es así!
Trabajar a cambio de comida, cuando visito Archie Venezuela?