Veamos… Este fin de semana hemos tenido el escándalo de un carguito político que es demasiado grande para meterlo en una entradilla, una entrevista a Ibáñez espantosamente ejecutada en la que es difícil saber si da más vergüenza las preguntas o las respuesta, que seguía a unas promociones televisivas en las que a alguien le parecía buena idea imitar al Joker de Jared Leto, que continuaba un viaje a Japón de Mads Mikkelsen para promocionar allí el estreno de Doctor Extraño pero que ha sido más como un fanfic de Yuri on Ice, y eso sin hablar de que Bendis se ha hecho viral por culpa de TRUMP!
Da igual.
Se pongan como se pongan y hagan lo que hagan. Suponiendo que lleguemos vivos al lunes yo he venido aquí a hablar de mi Archie.
Como cualquiera que haya seguido este blog, o a mí, o lo que sea los últimos años sabe la capacidad para reinventarse de Archie Cómics desde 2007 ha sido una de las más entretenidas diversiones de la cosa de los cómics estadounidenses. La en el pasado casi monolítica editorial que repartía historias tirando a poco complicadas y trataba de aprovechar lo que la televisión podía ofrecerle pasando a ser la vanguardia de las grandes editoriales estadounidenses no solo con un personaje homosexual como regular en una serie, también casándolo meses antes de que Marvel o DC se molestaran el reflejarlo ellos. Ofreciendo dos líneas diferentes y diferenciadas y, por supuesto, con todos esos crossovers que ya conocéis.
A partir de ahí un reboot para añadir un tercer estilo aunque quitando el segundo, en el que, de paso, habían añadido una serie ucrónica en la que los personajes no solo crecían, además Archie se decía entre Betty o Verónica. En cada parte uno. Pero ese Archie en el que Kevin Keller sería militar y se casaría con el médico militar que le atendió al ser herido y que convertido en veterano decidiría presentarse a congresista y una vez ahí intentaría regular las armas para prevenir masacres acabando en una amenaza de muerte por eso mismo, y cuando digo una amenaza de muerte digo un intento de asesinato, en el que no moriría Kevin Keller. Moriría Archie.
¿Qué? ¿No estáis ya acostumbrados a personajes de cómics que vuelven a la vida? Nada más que quejas.
Total, que sacaron nuevas colecciones en ese nuevo universo. En medio habían sacado colecciones de terror. Y de superhéroes. En fin, un poco de todo.
Lo que que tenían claro es que la definición mínima de los personajes servía -como siempre- para que fueran adaptándolos por uno y otro lado. ¿Que alguien quería hacer una serie animada musical? Pues por poder pueden hasta tener un exitazo.
¿Que quieren sacar una versión de Scooby Doo con un grupo musical de chicas? No hay más que decirlo.
¿Un telefilme de imagen real con un «Nosecuantos años después»? Tú dale.
Y si se pueden intentar sacar película de Josie and the Pussycats ahí que van.
(Sí, toda esa gente a la que has reconocido son ellos. Se la pegaron igualmente)
En serio, hablamos de un sello, MLJ cómics, que cuando vio el éxito de Archie en sus revistas no solo se olvidó de su primer gran personaje, The Black Hood, y su paso al serial radifónico.
Es que cambiaron el nombre no ya de la cabecera en la que se publicaban, sino hasta de la empresa. Archie reinaría.
-Una lástima, por cierto, porque se perdió el nombre original de la revista que era uno muy como de hermanamiento entre la industria comiquera catalana y la estadounidense-
Y si eso significaba licenciar sus cómics y personajes para que una editorial ajena creara cómics cristianos allá que iban ellos. Al fin y al cabo, ¿qué sería lo más loco que podría pasar? Estamos hablando de una editorial católica bien conocida.
Autora de grandes éxitos.
Total, que allá que salieron ellos.
-De hecho, sus cómics de superheroes irían siendo alquilados al mejor postor -o a DC- en múltiples ocasiones. Pero esa es otra historia. –
Y es que, como decía, en realidad es todo muy adaptable: Un all-american-boy pelirrojo (ya) que duda entre la next-door-girl rubia y algo tomboy y la algo-más-recién-llegada morena rica y estilosa. Su mejor amigo es un tragaldabas al que no le interesan las mujeres y que parece haber alcanzado el Zen, no hace más que pelearse con el insoportable, engreído y rico de la clase y sus bromas pesadas. Y luego hay un montón de gente secundaria por ahí: En el instituto hay un director, una profesora, un entrenador, una cocinera… Entre sus compañeros hay un poco de cada, desde uno enorme y pacífico a uno joven pero muy inteligente. Y luego ya las familias, los conocidos, la bruja, el grupo femenino, un poco lo que puedes necesitar para cualquier situación.
En realidad no tan diferente de lo que se puede encontrar en los tebeos de patos o el resto de Disney, incluso en Los Simpson, ya puestos. De ahí que se pueda usar como molde universal e ir rellenándolo según vayan necesitándolo. Y eso nos lleva a:
No, esto no es Rivendale. Esto es una parodia de esas de «Ja, ja, ja, ya están con lo de hacer más adulto y oscuro todo lo que se puede», ya sabes, como esa parodia de The Onion. Solo que aquí reimaginaban los cómics de Archie como un drama adolescente. Probablemente lo último que esperaban sus creadores era ver esto:
Sí, esta vez sí es Riverdale. Bueno, espera, que la parodia se llamaba también Riverdale. Aunque la primera no buscaba ese aspecto a medio camino entre Twin Peaks y Viernes 13 de la de La CW.
Ahora, a mi me parece que conocen la parodia. Y han tomado notas. Incluso algún plano directamente.
Por supuesto en su paso a televisión han tenido que hacer un par de cambios, pero para eso es para lo que sirve tener un molde universal. Siempre se pueden encontrar huecos.
Por ejemplo, ahora Archie es este de aquí:
Vale, puede parece que está mucho más musculado, pero en realidad no podemos asegurar que esté tan lejos de lo que eran sus historias de la época clásica. Desde su primera aparición.
Incluso en esa tendencia exhibicionista del personaje.
Por supuesto como la mayor referencia de esto dentro del batiburrillo que manejan, y que va de The OC a Veronica Mars pasando por The Vampire Diaries o Gossip Girl, es Pretty Little Liars aprovechan para reciclar un truco que ya estaba reciclado.
Porque Archie resulta que tuvo durante el verano un lío con Miss Grundy.
Ya, bueno, como esto es para la televisión ahora tiene esta pinta:
¿Qué? ¿Ahora vamos a defender el statutory rape o abuso de menores o como se llame según en cuál de los dos casos estemos? Tsch, tsch… Vale, que Archie es muy de estas cosas:
Y que a ver quién se puede resistir a ella:
Pero bueno, aunque Archie es tan proclive que Reggie hace chites al respecto, si en PLL lo tenían estos no iban a ser menos. Y, total, el mismo Archie es un neozelandes peliteñido que parece que le hayan echado un bote de pintura por encima. Bien es cierto que incluso en esta última de las muchas variaciones que Archie ha tenido a lo largo de la historia…
A ver, que si tu fuente de inspiración original en Mickey Rooney tienes un rango de opciones concreto. (Y mejor Rooney que Rourke) Pero, claro, si quieres hacerle más… atractivo… pasan estas cosas. Que, además, para algo está el Jefe Artístico de la editorial ahí de productor. Bueno, Roberto Aguirre-Sacasa ha trabajado en otras series y en tiempos hizo su propia obra de teatro sobre Archie, pero seguro que no hay relación. Que va.
E incluso con su musculación, que en el piloto atribuyen a trabajar en la construcción con su padre -pese a lo cual su padre no tiene esas pintas. Ni las tenía en el cómic.
Pero, claro, es Luke Perry,
así que tiene pinta de saber cómo acaban estas locuras juveniles y darle mucha pena. O problemas intestinales. Quizá ambos.- no es más que una parte del personaje. Como el pelo rojo. Original en el original y espantoso en este, que ya podría aprender de Emma Stone. Pero otra marca de la serie, porque también al rubio Cole Sprouse le toca hacer como puede de Jughead y, claro, le pegan unos brochazos para teñirle de moreno…
Que, cierto, no es lo peor que ha visto el personaje en cuanto a rediseños.
Pero si Archie no le dejó hacerse punk no entendemos por qué no dijo nada de… Bueno, da igual.
El caso es que han adaptado a fondo, limitando el estilo chicazo de Betty -empiezo a sospechar que no la veremos reparar el eternamente estropeado coche clásico de Archie-, redefiniendo a Kevin Keller a partir de -sospecho- Andy Cohen, redefiniendo a Moose a partir de pocas ganas de hacer entrevistas de reparto, dejando a Reggie casi sin más cosas que decir que Dude! y Bro! y no ha salido aún Big Ethel pero miedo me da… bueno, es un piloto. No da para mucho más. Hacen guiños, como la tienda de cómics MLJ o que el colegio se abriera en 1941, sacan a Dilton Doiley pero tan poco que sospecho que la mayoría de espectadores no habrá notado ni que lo interpreta un asiático, convierten a Josie and the Pussycats en unas Destiny’s Child que quieren vender mercha y poco más porque tampoco es que de para mucho un piloto. Es como una primera semana en una presidencia: Te da para lo que te da. Así que tendremos que seguir esperando a ver cómo avanza aquello.
Comprobar si meten la parte de crítica social,
si respetarán la asexualidad de Jughead,
-y serán capaces de entender la diferencia entre asexual y a-romántico-
si seguirán explorando las relaciones de Archie con otros personajes,
especialmente con sus profesores,
o si todo se quedará de nuevo en mostrar cómo es su vida sexoafectiva,
que al fin y al cabo han traído de vuelta a Cheryl Blosoom para algo más de jugar a ¿Quién mató a Blosoom?, no, la de la serie no, que más querríamos, su hermano Jason. Que tiene su aquel porque se la quitaron durante años del cómic por fresca, por too sexy, como si fuera una camiseta. pero al final volvió.
Con suerte hasta aprovechen a ver si hacen incluso más diversos los cómics, que aunque desde 2007 estén a la vanguardia en su primera versión tardaron años en incluir personajes de color (hasta el 69 no apareció Valerie Smith por Jossie y los Pussycats y hasta 1971 no se unieron Chuck Clayton y su padre, el entrenador, a Archie. Y estamos hablando de una serie que empezó en 1941.) Total, por esperar que no quede. Yo espero que se convierta en un locurón como Pretty Little Liars, no os digo más.
Y hasta aquí este «Todo lo que nunca quise saber sobre Archie y aún así os empeñasteis en meter en el post». Al menos sin ser un podcast o dos o un documental o algo. Pero ya está. Al menos hasta que se estrene el musical que está preparando Adam McKay. O se descubra quién es en esta nueva serie la Dama del Leño.
Lobie no cuenta, ¿verdad?
Nosotros no contamos con ningún Lobby, hayas oído lo que hayas oído.
Vamos a ver, yo me he metido hoy en este blog para hablar de lo de Carles Recio. ¡Así que déjense de bobadas que no interesan a nadie!
Todavía tienen que hablar de Pulido, o sea que…
No me ha parecido ver ninguna mención a que Josie & The Pussycats aparecían en ese CLÁSICO del cine que es Ford Fairlane.
Porque era más un cameo no explícito, lo que ahora llaman un Easter Egg o Huevo del Este. Y porque algo tenemos que dejar para que comentéis por aquí. Por eso hay una traducción GENIAL! de nombre al español que dejé deliberadamente fuera del post.
PICADLO! a la trayectoria más GENIAL! del cómic, YA!
Pues lo que más me ha sorprendido es que Jughead sea asexual.
Era algo que llevaba años diciéndose como posibilidad. Es decir, es el único no «sexualmente activo» del grupo. Cuando comenzaron los rumores sobre la inclusión de un personaje gay se llegó a pensar que sería él. En lugar de eso han ido un paso mas y, como ves, en la serie de Zdarsky lo han hecho canon.
Pero, vamos a ver; ¿ninguna mención al Archie de Waid?
Mal, muy mal…
Por lo demás, muero por ver cómo incluyen a Sabrina en la serie.
Sí, claro que hay mención. Es el ‘reboot’, que para algo Waid viene de los superhéroes -de hecho, antes del ‘reboot’ les guionizó uno de los suyos en el relanzamiento de superhéroes del que hablaba antes. Incluso se puede leer su nombre en una de las portadas que he puesto-.