La Historia es la que es. Lo que no significa que sea toda igual de conocida o que los puntos de vista de los implicados no varíen. Tomemos la semana pasada. Lo primero que uno pensaría es que hace falta un cierto grado de auto-crítica. Pues bien, es cierto:
Quizá no debí limitarme a sopocientas portadas y solo una o dos líneas de texto. Pero era la manera más directa de realizar el impacto y recordar todo lo que nos dio durante años Marvel UK.
Por supuesto la información tiene sus limitaciones -que es algo que ya sabemos- y por eso mismo hay periodos de la historia de los que se han escrito bosques enteros mientras que de otros apenas hay una caja de palillos. De ahí que se puedan encontrar monográficos que suman cientos de páginas sobre una saga de unos pocos números de una cabecera mientras se pasa completamente de algo que realmente sería interesante aunque sea solo por el poco caso que se le hizo y todo lo que podría haber dado de sí. Pero, claro, tampoco vamos a esperar que en los cómics las cosas fueran diferentes del resto.
De ahí que la entrada me siga pareciendo interesante -¿Qué? ¿No es así como se hace la autocrítica?- y, sobre todo, ha servido para que la gente se fije en uno de los personajes: Wild Thing.
No. No es esta. En serio. Esto es del MC2. Todo el mundo sabe que no interesa. Porque puedes escribir mejor sobre una saga de toda la vida o un tema de la actualidad. Y, además, ¿la hija de Lobezno y Elektra? ¿A quién le va a interesar eso? ¿Qué lo vas a llamar… Lobezna? Ridículo. Si no fuera por ser el resultado del esfuerzo conjunto de Tom DeFalco, Ron Lim y Al Milgrom seguro que ni la recordábamos.
No, me refería a… Wild Thing.
Pero, de verdad, este es Mutator. Vale, un par de números de DP7 se hizo llamar Wild Thing pero… ¡D.P.7! ¡El Nuevo Universo! Todo el mundo sabe que no tiene interés. Que aún hay cosas que se pueden decir sobre una saga de hace como treinta años, ¿a quién le interesa leer sobre algo que no se ha publicado en España? Con ese guionista Mark Gruenosequé. Nada, nada, hay que hablar de lo que le interesa a la gente hasta que nadie quiera comprar otra vez la misma historia.
Pero, a lo que íbamos. Wild Thing. pero no un Wild Thing cualquiera. Nada de pavo seco, que nos conocemos. La Wild Thing de Marvel UK:
Mucho mejor.
La historia de Marvel UK fue complicada, es cierto. Como buena legión extranjera todo parecía derivar de sacar muchos títulos y aprovechar los personajes americanos hasta para ir a mear. Por supuesto los americanos no hacían demasiado caso de ellos -no se lo hacían a la mayoría de los otros así que imagina- aunque PAD tuvo a bien sacar a uno de ellos en su Hulk. O que se planteara un crossover entre el Doctor Extraño y el Doctor Who.
Por supuesto como todo va dando de uno a otro lado eso supuso también que los dibujantes españoles o italianos tuvieron una puerta de entrada y, como estas cosas van como van, que sus proyectos fueran publicados con diligencia y material extra en los países de origen. Oe. Oe oe oe.
El resumen sería que a inicios de los noventa Marvel decidió expandirse a UK. Entre las múltiples series -con un universo común pero varios momentos temporales distintos- las portadas han demostrado la importancia de Wild Thing.
No, no es una carcasa de un videojuego. Es uno de los anuncios de la época.
Ambientada en el 2020, el mundo que nos presenta la colección es uno en el que la realidad virtual se ha convertido en una fuente tanto de entretenimiento como de adicción. La VR tiene un alcance limitado por el peligro que supone pero, precisamente por ello, hay un mercado negro en el que se comercia con juegos.
Sí, un comercio ilegal de videojuegos. ¿Qué pasa? En los noventa era algo que estaba a la orden del día, a ver si creíais que los juegos de los decomisos eran todos legales. Además, estos VR de Wild Thing eran mucho peores. Porque mientras en los juegos normales había una interacción entre la gente que entraba en la VR gracias a un casco adaptado -no vieron venir lo de los cartones, una lástima- y un guante en los ilegales la interacción podía llegar hasta… ¡¡¡LA MUERTE!!!
¿Qué? ¿Realmente no esperabais que al integrarse la realidad y crear un mundo nuevo el cuerpo considerara que lo sucedido en el universo que era simplemente virtual fuera lo real causando la muerte del que allí se encontraba también en el resto de planos? ¡Pero si era 1993!
Por supuesto Wild Thing, bueno… Nikki Doyle, no era solo eso. Era una ex-adicta a la que la policía había decidido ofrecer una salida. Porque por lo visto ser un adicto significa que puedes ir a la cárcel. Yo qué sé, en UK pasan cosas raras. Porque Nikki podía interactuar físicamente con el entorno VR y era la mejor en lo que hacía, o algo así. Por supuesto no estaba sola. Tenía a un jefe que era huraño y le recordaba que la alternativa era la cárcel pero en realidad la apreciaba y a un compañero informático negro gracioso que hacía cosas de informáticos. ¡Todo rezumaba realismo! ¡Hasta los controles!
¿Qué más podía pedir una colección?
Ah, sí apariciones constantes de personajes de la Marvel USA. ¡Eso estaba hecho!
¿Que cómo estaban en el año 2020 todos esos dando vueltas? Que poca imaginación. No eran los reales -bueno, excepto uno de ellos, que luego veremos- sino avatares para VR que se ponían los jugadores, bien como forma de reforzar su poder o por puro fetichismo. La cosa era que así tenían la posibilidad de luchar no como ellos sino como los héroes y villanos de la Marvel. A veces incluso en las páginas interiores.
O al menos eso era lo que teníamos que presuponer entre los dibujos de Duke Mighten. Artista conceptual -que por algún extraño motivo ha puesto solo su archivo desde 1994- al que se conocía de Toxic, una revista de comics de Apocalypse, y, sobre todo, de ser uno de los dibujantes de una obra magna como es:
Sí, uno de los segmentos era suyo. Un artista a seguir, por lo tanto. De hecho en 1993 publicaría su serie de Toxic, Accident Man, como volumen único en Dark Horse y, además de Wild Thing, comenzaría a dibujar también la serie Dark Angel (Anteriormente conocida como Hell’s Angel hasta que llegaron los abogados). Un gran año para él.
Bueno, hasta que en octubre la cosa implosionó. Dió igual todas las distintas tramas que se habían realizado hasta entonces. Se cortaron la mayoría de números, algunos de ellos con ejemplares ya pedidos. Por ejemplo, Wild Thing que estaba ya con solicitaciones hasta el 11 y que se quedó en el 7 como último número publicado. Un numero además que terminaba en un gran cliffhanger en el que la heroína estaba -otra vez- indefensa, su compañero negro e informático había sido neutralizado también y solo el jefe parecía poder sacarles de esas aunque él mismo reconocía que había prometido no volver nunca a la VR tras lo que sucedió en la última misión que realizó cuando aún estaba en SHIELD.
Parece que no todo iba muy bien, probablemente porque en 1993 a la Marvel USA también le estaba pasando de aquella manera. Era ese momento en el que tras vender millones de ejemplares empezaban a encontrarse vendiendo solo cientos de miles. Un panorama sombrío que a día de hoy ya está olvidado gracias a que entre los sucesivos trucos, los eventos encadenados y el destripe continuo de las sorpresas en generalistas unidos a las cifras millonarias de clientes interesados por los supes en cine, televisión y videojuegos una gran cantidad de los cinco títulos que más han vendido durante el mes puede llegar a superar los cien mil ejemplares. A veces incluso sin necesidad de lanzar un nuevo número uno. Pero no nos obcequemos con el presente, mejor volvamos al pasado. Porque si los unos no estuvieran al borde de la bancarrota seguro que en UK hubieran durado décadas. Así que suficiente es la aparición de esos invitados americanos que eran proyecciones. Bueno, salvo Misterio.
Sí, el Misterio que veis era en teoría el de verdad. Una de esas tramas que quedarían colgadas como la explicación de: ¿Qué significa ese signo de interrogación?
Algo que, en el caso de la serie que nos ocupa, no puede ser entendido como culpa de Duke Mighten. Porque en ese número siete que fue el último de la colección le habían sustituido por otro muchachito británico. Sí, Mighten aún tendría tiempo de realizar esa última portada ya mítica:
Pero de los lápices interiores, al menos de parte de ellos, se ocupaba un tal Bryan Hitch. Que había estado preparándose para esto con mercha como las tarjetas de personaje que hizo de regalo para la revista Overkill.
Vamos, que no hay más que echar un ojo a lo que viene dentro de ese séptimo y último número -el de la inovidable portada- para comprender el shock que debió sufrir el lector habitual al encontrarse dentro con esto:
Y JotaCe, a saber qué pensaba JotaCe.
¿Cómo arreglar el destrozo? Pues en Marvel UK pensaron que lo más sencillo era demostrar todo el potencial de sus dibujantes hot, que para eso eran los noventa, así que sacaron Bodycount.
Un número especial cuya utilidad era poder ver todos los proyectos que tenían -no, nada de recuperar números que se quedaron en el limbo, estos eran proyectos NUEVOS- y, sobre todo, que el que quisiera ver lo que prometían autores del momento como Pacheco, Larroca, Fonteriz o Ferry pudiera echar un ojo dentro de la revista -o del enlace- y, de paso, descubrir también a los recién llegados para ocuparse de los personajes. Por ejemplo, Pino Rinaldi.
Rinaldi, no hay más que verlo arriba, era un autor italiano de fumetti al que habían decidido que rescatara a Wild Thing y, de paso, a Dark Angel. Vale, no eran ni de la misma época ni del mismo escenario ni de nada, pero la posibilidad de llevar a Dark Angel a la época de Wild Thing y meterla luego en el Universo VR estaba ahí, así que al menos una mini de cuatro números con el título de Wild Angels (¿lo pilláis, lo pilláis?) se podía sacar adelante.
O no. Porque este título como tantos otros de ese especial nunca llegarían a salir. Bueno, no llegarían a salir en UK, que en esto los italianos son como los españoles y con el tiempo acabaría apareciendo esto:
Una versión en un solo volumen en blanco y negro de lo que tendría que haber sido aquella mini. Con un dibujo interior que, de nuevo, muestra un estilo distinto:
Menos mal que todos los personajes siguen ahí en su lugar. Por supuesto la historia sobre Wild Angels daría para un poco más. Tampoco mucho porque, como decimos, este ha sido uno de esos universos de los que se ha olvidado Marvel (que es lo habitual en ello), los medios sobre cómics (que tampoco nos sorprende demasiado) y los aficionados. Bueno… los aficionados menos que aún se puede encontrar a ratos el ocasional hilo en un foro.
Por supuesto la aparición de Nikki Doyle en sitios sobre personajes como el handbook de las últimas Secrets War hace que en cualquier momento podamos encontrárnosla de nuevo.
Al fin y al cabo quién sabe qué prometedor futuro guionista podría encontrarse leyendo las páginas del bullpen
o, directamente, escribiendo a las páginas de correo:
Vale, no hubo muchas, como no había internet para pedir en foros e IRC que te escribieran por favor… Pero lo importante es que lo mismo había por ahí un autor inglés que pueda recuperarlo para que tenga un mínimo de repercusión y así Bendis lo reclame para sí. ¡Al fin y al cabo no hay tanto material que reciclar una y otra vez! ¡Antes o después tendrán que regresar las Mys-Tech Wars y ahí estará BMB! ¡El primero para aprovecharlo!
Así que no perdáis la esperanza. Cualquier día volveremos a encontrarnos con ella:
Ya volverá. Hoy en día están de moda las superheroínas que no parecen Barbies, por eso del machismo especista-racial, y esta chica tiene todas las papeletas para llegar a las cumbres de The Unbeatable Squirrel Girl. AVIV DLIW GNIHT!
Se las arregla para enseñar culo, tetas, dientes y trabuco a la vez. AVIV DLIW GNIHT!!!!!
Sólo diré que lo ví y dije: CINACROS
(Deja-vú)
Ya me puedo imaginar el triunfal regreso de Wild Thing en un fantabuloso croosover con Wild Thing del New Universe, tratando de cazar a Wild Thing de Marvel2… Wild Things se llamará el evento.
Sí sí reiros pero Cybertek tenía una triunfal aparición en la Civil War original.
Bueno, vale, sale dos páginas y lo matan pero es una aparición ¿no?