-Hombre, tú por aquí otra vez, X-51
-Ehm… ¿Perdón?
-Qué, vienes a contarme más cosas del devenir del Universo Marvel ¿eh?
-Disculpe caballero, ¿nos conocemos…?
-¡Que cachondo, X-51! ¡Desarrollando sentido del humor a estas alturas!
-¿Sentido del h…?
-No no, si lo entiendo perfectamente. Ser condenado a contemplar impotente cómo mes a mes, año a año, el Universo Marvel se va convirtiendo en todo lo que se predijo en Tierra-X puede resultar enloquecedor. Quiero decir, si fueras un ente inmortal dedicado a ello desde antes de que las estrellas se afeitaran podrías terminar desequilibrado… irregular… inestable… Un día estas muerto porque te han volado la cabeza como a un secundario de El Castigador, otro estás casado y a punto de ser padre, el siguiente eres el amistoso mentor del guardián cósmico del planeta Tierra…
-Pero si yo…
-Claro claro, sé lo que vas a decirme. Que la cosa es tan inevitable, que la transformación es tan definitiva que cualquiera de estos días es el universo de al lado el que empieza a convertirse en Tierra-X. Que empezará como aquí, con una aparentemente inofensiva miniserie sobre un posible futuro y antes de que se hayan dado cuenta…
-Caballero, lo que intento decirle…
…es que no tengo la más remota idea de quién es usted o de qué me está hablando…
Dejadme ser el primero en enunciar el Teorema de Tierra X:
«Todo universo superheroico en movimiento experimenta una atracción hacia el universo Tierra X directamente proporcional a la caída de ventas de sus publicaciones e inversamente proporcional al volumen de ideas originales de sus artistas.»
Hubo un tiempo en que Tierra X era simplemente el nombre de una porno vintage. Snif.
Aportaré algo a la formulación y es que con lo que se exprime cualquier idea minimamente original actualmente deberia ser «inversamente proporcional al CUADRADO del volumen de ideas originales de sus artistas», (si no al cubo si la idea es de Alan Moore)
¿Ese es el Parásito?