Ha muerto un hombre. Quizá alguno le conociérais. Posiblemente varios sabríais su nombre. Y a algunos os sonaría si acaso porque bajo su mando se editaban tebeos. Quizá su imperio no fuera ya lo que solía, todo se debilita cuando aquel que levantó un imperio desaparece, pero con eso y todo podían encontrarse aún algunas publicaciones y en ellas, grabado, su nombre:
Dicen que la muerte iguala, pero es de puertas para dentro. El proceso público es bien distinto y así trabajadores, asalariados y deudos varios no han dudado en lamentar su muerte en público, con más o menos rapidez. Quizá para comprobar que estuviera realmente muerto, agotando toda la posibilidad de esperanza aunque ello significara dar la noticia con más de un día de retraso:
Todo nuestro equipo editorial lamenta el fallecimiento de José Manuel Lara Bosch http://t.co/8AfEtYBohA
— Planeta Cómic (@PlanetadComic) febrero 1, 2015
En otros lados, sin embargo, el dolor se gestiona de manera distinta. Las etapas de duelo se llevan como cada uno puede. Algo lógico, unos siguen el modelo Kübler-Ross y otros el Voight-Kampff. De modo que, antes o después, pasan de la depresión a la aceptación, de la negociación a la ira, mientras se van acercando a la aceptación. Y, claro, mientras tanto cada cuál gestiona como puede lo que siente.
El mundillo del cómic no es diferente al resto y así tenemos gente de una excepcional sensibilidad, a flor de pie, incluso, que regada por los abrumadores hechos deja salir sus emociones como si fuera una olla.
Sí, todo esto y una olla.
¡Nunca olvidaremos los momentos que nos hiciste pasar!
[EDITADO: Parece que, abrumado por las emociones, el pobre Joan Navarro ha cambiado de fase de la Ira a la Negación y, quién sabe qué botón habrá tocado por error, ha borrado la entrada conmemorativa. Por suerte nosotros somos buenos chicos y, además del pantallazo para este post, podemos ayudarle a recordar con el enlace de la caché de Google a lo que en su momento dijo.
No es nada. De verdad. Es que nosotros somos así. De natural amables]
Ya no entendí si editaba Planeta o La Razón…
Ha muerto uno de los verdaderos poderes fácticos del estado español.
Qué triste.
Lo de Navarro, digo.
No poder expresar su opinión, esto es.
(Hasta noviembre, al menos.)
La imágen del banner de «Viñetas» acompaña la entrada a la perfección…
Ah, así que lo de la libertad de expresión era esto. Pues en tal caso, «Je suis Joan», ¿no?