Que no puedo quitarme de la cabeza de los gags de ese señor desde
el pasado Día del Disfraz de Gorila, qué le vamos a hacer. Pero es que hizo tantas cosas para
Mad y en el internete hay tantas efemérides raras que casi me atrevo a decir que
hay una página de Don Martin para cada día.
Para el de hoy, sin ir más lejos, tomaremos su clásico en cuatro viñetas titulado The Indignant Husband, publicado no en glorioso blanco y negro, sino en grises, Cincuenta Tonos concretamente, lo que ya va introduciéndonos en la época actual.
(Aqui tendría que colar alguna pulla sobre el caso verídico de la amiga cuyo grupo se disfrazaba de fantasma el sábado en el Carnaval de su pueblo y se fue el viernes a comprar cadenas. El dependiente del Leroy Merlin aún tiene que estar partiéndose la caja)
Y qué queréis que os diga, yo es ver ya esas punteras de pies doblándose y empezarme a sonreir, es la misma complicidad que cuando Chiquito de la Calzada se levantaba para contar una cosa de las suyas.
Ya hemos pasado lo de los Tonos de Gris, de manera que lo siguiente, en las fechas en que estamos, no puede ser otra cosa que una referencia a la persona amada ¡Feliz San Valentin!
Pero eso fue hace dos días, viejísimo en tiemponet. Vamos con lo de hoy que no es otra cosa…
…que contribuir con nuestro granito de
Don Martin al
#BigCuloDay.
(Y si sois capaces de encontrar uno más grande, avisAdlo!)
No sé yo, pero a mi que seguro que alguno más grande habrá…