Para lo que sirve un kickstarter

 A estas alturas, y con tantas plataformas y proyectos para la creación y difusión de contenidos sufragados por _la voluntad_, en un sistema similar al que hace siglos se conocía como _Edición por Suscripción_, en el que primero la gente se suscribía y luego ya si eso se le entregaba el libro, de modo que parece que ya sabíamos todos para lo que estaba esto.

Bien para iniciativas que no tuvieran detrás a una editorial pero sí a un público que pudiera estar interesado en comprar por suscripción…

Bien para aquellos que habían decidido autoeditarse con proyectos educativos y culturales de interés para el público…

Pero, sobre todo, libraba a las personas de la tiránica necesidad de una empresa detrás decidiendo si publicarte o no. Bien es cierto que no siempre funcionaba y que en ocasiones podías encontrarte a gente tan válida como Uwe Boll teniendo que renunciar a sus sueños…



Así que ya sabéis, apoyar  uno de estos proyectos es apoyar a gente -y seguro que Delfina tiene más nombres de los que a mí se me ocurren-  que quiere librarse de la tiranía de las editoriales. Y es que hay mucha gente válida que sabe que no necesita una editorial. Porque, a ver, si quieres sacar digamos un libro sobre la serie "24"…

¿Que sentido tendría que lo usara una editorial? Las editoriales ya tienen su propio dinero.

24D.gif

Y mientras tengan dinero no necesitan usar estas cosas. Vamos, ¿a quién se le podría ocurrir esa idea?

Ideaca.gif  

¿O no?

Bueno, qué se le va a hacer. No todo el mundo puede ser ROB!

 


 

4 comentarios en «Para lo que sirve un kickstarter»

  1. Yo ya dije en su momento lo que pienso de algunos crowdfundings: que en teoría está todo muy bien, pero la garantía de cómo se va a utilizar tu dinero dado por adelantado, y en qué porcentaje para qué, es nula, porque el control es cero en la mayor parte de los casos. Pero claro, como cada uno de los «mecenas» no invierte tanto, y tampoco puede investigar ni perder el tiempo si llega a sospecharse algo malo, que no va a ser el caso, pues digamos que el negocio está asegurado. Hay mucha gente que lo hará de forma honrada, pero luego el que quiera pasarse de listo no lo va a tener demasiado difícil.
    En el caso de UVE, que además de hacerse famoso por la calidad de sus películas digamos que también por la forma creativa en la que llegó a financiarlas con algunas subvenciones públicas, pues… que sí, majo, que somos tontos del culo, pero todo tiene un límite.

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