Coger un tebeo de los Vengadores de Bendis es todo un ejercicio de refrescante sinceridad contemporánea. Y es que Bendis, escritorazo donde los haya, aprovecha sus tebeos para lanzar una afina crónica de la sociedad actual en que vivimos. Una sociedad donde el concepto de moralidad está cambiando, donde la línea que separa el bien y el mal está en constante movimiento. Algunos siguen emperrados en no verlo, en seguir contando historias de superhéroes como si nada hubiera cambiado, como si los superhéroes siguieran siendo esos tipos cándidos con comportamientos más propios de habitantes de los suburbios americanos de los años cincuenta en lugar de luchadores contra el crimen del siglo XXI. Pero los Vengadores de Bendis son superhéroes modernos, superhéroes de esos que, tras perder la pista de una supervillana en una batalla en la que resulta herida una de ellos, interrogan a una de los matones de la pérfida superterrorista usando técnicas del siglo XXI, a saber:
… amenazas a punta de cuchilla y flecha, a pares. Como tiene que ser. Porque ése es el mundo actual, y los superhéroes, y más los oficializados Vengadores, deben portarse como miembros de las fuerzas del orden de hoy en día. Y Bendis, hábil narrador de lo contemporáneo, ya os digo, sabe que ese enfoque puede provocar resquemores en los sentimientos de la gente más puritana y conservadora en temas morales, y lo integra en su tebeo haciendo que uno de sus personajes exprese sus reservas nacidas de dicho pacaterismo…
…Pero Bendis es lo suficientemente espabilado para tomar la voz de su personaje preferido, Luke Cage, y dar la respuesta oportuna a tanta obsoleta consideración moral…
…pasar olímpicamente al más puro estilo, "sí, vale, lo que tú digas, por aquí me entra por aquí me sale". Toda una lección de política aplicada al mundo real con la que Bendis ilumina nuestras lecturas. Pocos autores son capaz de imbuir sus obras de un marchamo tan brutalmente actual, tan fieramente contemporáneo, tan maravillosamente provocador en sus acertados planteamientos. Celebremos los tebeos modernos, adláteres, y entonemos un altisonante y enaltecedor…
¡¡¡AVIV NAIRB LEAHCIM SIDNEB!!!
Además, a ese magistral dominio de la narrativa y de la trama de que hace gala BENDIS! se le suma un enciclopédico conocimiento del trasfondo y la psicología de los personajes como ejemplifica este Luke Cage insensible al maltrato a los presos.
Yo me he quedado intrigado con el tono de llamada del móvil de Luke. ¿Hay qué número hay que enviar un sms carísimo para poder descargarte el tono basado en una canción que suena «BAPIDOOPA BOOPA BOOD»?
?Bendis? Bah. Echad un vistazo al Súper Soldado de Ellis, que en una viñeta explica al malo que él detesta la tortura y que por eso deja que se encarguen sus asociados de ello.
¡Por el amor de Odín!
¡Cuánto fascismo en un puñado de viñetas!
Afortunadamente esto es sólo un tebeo y todos nosotros sabemos que si han (secuestrado, violado, asesinado o dado una paliza) a una buena amiga nuestra (ya no digo a una hermana, una hija o una madre) y tenemos la oportunidad de encontrarnos a solas con el (secuestrador, violador, asesino o apaleador)lo primero que se nos ocurre es invitarlo a unos tragos de vodka hasta que los vapores etílicos le hagan cantar una confesión (método progresista del KGB en la época comunista) o bien lo desnudaremos y lo rodearemos de sofisticadas prostitutas de ojos rasgados que le provocaran tan intensos placeres carnales que tendrá que confesar para evitar que sigan deleitándole (método progresista de interrogatorio de la China comunista) o bien lo llevaremos a una playa caribeña y lo meceremos en una hamaca entre dos cocoteros mientras bebe ron, y neumáticas mulatas en «sin arriba» masajean sus músculos torturados hasta que esté tan a gustito que baje la guardia y confiese (método progresista de interrogatorio de la Cuba marxista de los hermanitos Castro).
Bendis el asesino de Hawkeye, un retcon please.
Que sea menos, que por amenazar con garras y una flechita de nada ya se está c*g*nd* de miedo… Debería probar el método Escuela de las Américas… Con ejercicios de buceo en inodoro sin descargar, tratamiento eléctrico para aumentar la potencia sexual, hidromasaje con agua fría o, mi favorito, limpieza traqueo-larigea con agua mineral y polvo de chile… tratamiento exitosamente aplicado en toda América Latina durante buena parte de la segunda mitad del siglo pasado… Aún en uso en lugares como Honduras y el Chile de Piñeira.
Por cosas así, yo le tengo que decir a la gente que me pregunta por el tema que los aficionados a los superhéroes pertenecen a la extrema derecha…
«…uno de sus personajes exprese sus reservas nacidas de dicho pacaterismo…»
¡Maldición, Bleyer!
¡Vuelve con nosotros, no caigas en la trampa!
El Dr. Extraño es el peor de todos. Está ahí, contemplando la desgarradora escena en que un par de brutos fascistas y machistas torturan salvajemente a una indefensa y buena (porque todas las mujeres son buenas y las que son un poquito cabroncetas lo son por culpa de algún hombre que las ha maleado) mujer y lo único que acierta a decir es ¡ME INCOMODA!
¡AL POBRECITO LE INCOMODA!
No le asquea, no.
No le indigna, no.
No mueve un dedo por interceder por la buena mujer, no.
No usa ni una pizca de su magia para por lo menos mitigar en una ínfima parte el sufrimiento de la buena mujer, no.
Solamente le incomoda, como cuando un pliegue del calzoncillo hace que te pique el escroto y te frotas el pellejillo para recuperar la comodidad.
¡LE INCOMODA!
¡Cuánto cinismo, cuánta ironía, qué desoladora falta de sentimientos!
Hasta ahora Stephen Strange era uno de mis personajes Marvel favoritos.
Ya no.