Una bolsa llena de Cómics: La importancia de una publicidad acertada

Un día los ejecutivos de televisión norteamericanos cayeron en la cuenta de que los gays no solían tener hijos, y eso ponía su disposición un montón de dinero que gastar en otras cosas, cosas que se anunciaban en la tele a cambio de un pastón que, en  gran parte, acaba en los bolsillos de esos ejecutivos. De esta manera, en un muy poco tiempo, no hubo serie ni programa que no tuviera un gay en su reparto.

Pero entonces llegaron los malvados progresistas, en sus distintas formas, siglas y colores,  y empezaron a presentar proposiciones de ley para que los gays pudieran casarse, adoptar y, de paso, revitalizar el mercado de las papillas elaboradas con productos de agricultura orgánica. Había que buscar otro nicho de mercado, compuesto por varones poco dados a reproducirse, lo cual, como ya sospecharéis, nos lleva directamente al alba de la era de la normalización,

Saltemos en el tiempo (imáginaos si queréis una escena a lo 2001 en la que unos simios con traje ejecutivo lanzan al aire un hueso que acaba convirtiéndose en un mando de Wii), y lleguemos al punto actual, con un mundo repleto de cine de superhéroes, series con elementos frikis y donde no se ve mal que un treintañero se compre videojuegos. El mercado se ha lanzado a tumba abierta a explotar el motor económico friki, llegando un punto de saturación en el que empieza a ser difícil destacar entre la vorágine de productos y por ello es más importante que nunca la publicidad.

Llegar al público friki puede parecer sencillo desde fuera, pero a la hora de la verdad el publicista español se equivocara de parte a parte si echa manos de tópicos para presentar sus productos. A continuación contemplemos un ejemplo de como hacer realmente mal las cosas:

Resetear nuestro cerebro a base de golpes de cadera de Pilar Rubio no ayuda en absoluto a vender un producto. Afortundamente yo tengo una bolsa llena de cómics, comics americanos repletos de publicidad para frikis, fruto de una larga tradición de anuncios para este colectivo, del que podemos aprender mucho a la hora de promocionar nuestros productos. Veamos algunos ejemplos:

Un anuncio sobre gel de baño, que es muy importante para cualquier friki que se precie como hemos aprendido recientemente. El nombre del producto aparece cortado, pero eso es porque les da igual, se ha introducido en algo tan corriente como bañarse un elemento mitológico: el centauro, no hace falta especificar más, puesto que será el consumidor quien rellene los huecos: ellas, que son las que compran estas cosas a ellos en 9 de cada 10 relaciones frikis, interpretan el mensaje "quita el olor de cuadra de tu novio", mientras que ellos, influenciados por los anuncios de Axe, sólo ven que con el gel la tendrán como un caballo; quien tiene razón será materia de piscológos y antropólogos, nosotros nos quedamos con que hemos colocado el producto y a otra cosa mariposa.

Aquí tenemos otro ejempl de lo anteriormente citado: un anuncio del ejército animando a la chavalería a acudir a su centro de reclutamiento con una pieza de alta tecnlogía, que recuerda a un pistolón enorme, pero en realidad no es más que otro símbolo fálico de enorme tamaño. Otro trabajo bien hecho donde se cubren todos los colectivos que históricamente han estado interesados por formar parte de las fuerzas armadas (quedan tal vez los inmigrantes que buscan la nacionalidad pero estos como se inscriben sin conocer el idioma de la patria a la que quieren conocer pues tampoco se van a poner a leer en ese momento).
 

Aquí tenemos un anuncio magistral, porque es preciso donde el friki quiere que se sea

Explicando que es el libro basado en el guión de la película basada en el cómic basado en la tradición humana de poner letras junto a dibujitos, etc, etc, etc… Pero eso se combina con cosas más imprecisas como

 

"Ya a la venta donde sea que se vendan los libros" (si fuéramos buenos y misericordiosos podríamos traductirlo como "allá donde se vendan libros" pero de misericordia aquí no sabemos porque el mundo nos ha hecho así). No importa realmente dode se venden porque el friki se lo comprará allá donde lo encuentre o, de no encontrarlo, se lo bajará directamente de la red.

 

También es importante ser  sincero con el lector de cómics a la hora de mandarle un mensaje, tal vez puede que creas que alguien que lee historias sobre tipos que vuelan o adquieren poderes tras explotarles en la chepa una bomba radioactiva, pero lo cierto es que el lector medio ha sido sometido tantas veces a la promesa de que esta vez sí que iba a comprar un crossover que lo cambiaría todo para siempre, que ha desarrollado una actitud crítica, bordeando el cinismo, ante calquier promesa comercial que le hagas. Así que se claro en tus mensajes como en este anuncio:

¿Besos? ¿En u
n tebeo con grapa? EPIC FAIL! Los besos son gente que compra tomos y han tenido que casarse para poder besarse con alguien. O para aquellos jovenzuelas lectoras de mango que aún no han ido a ver a su prima que está de erasmus en Berlín y han descubierto la cruda verdad del manga en Europa. Pero por cada fallo que veáis en los cómics veréis tremendos aciertos como:

"Dos para mi, ninguno para ti" porque es la "ley" sí que es un mensaje que podríamos oir al vendedor de tebeos de Los Simpsons, nada de besos u otros conceptos caducos, apostad por la acción, la violencia y el dinamismo. ¿Que has de vender tang y el cliente quiere meter más acción y violencia en el anuncio? Pues si recurres a la sabiduría comiquera sabrás que la única forma de hacerlo es:

¡¡¡Con monos!!! ¡¡¡Todo es más divertido con monos hombre de ROB!!! ¡¡Cualquier lector de cómics lo sabe!! ¡¡Y ahora los publicistas también!! ¡¡¡La Normalización está aquí para quedarse y la resistencia es futil!!!!