Qué atrevida es la ignorancia. Los chicos de Progressive Boink, sin duda adolescentes que sufren esa lacra estudiantil conocida como déficit de atención (aunque eso no les impide hacer una página web… ¡Cuánto daño ha hecho Internet!) cargan contra la bellísima imagen que tienen justo abajo y, ya de paso, arremeten contra la historieta que la cobija, la fantástica presentación de Bloodwulf en el primer número de ese incunable que es Darker Image (donde sólo los excesos de Sam Kieth lastran un valiente tebeo) y acaban por formular una guía de creación de personajes Image llena de maldad, achacando a la revolucionaria editorial algo que, en realidad, forma parte sustancial de toda la cultura popular desde que ésta existe, es decir, desde que el hombre se reunía alrededor del fuego para contar historias. Vayamos, pues, por partes.
1 – La Viñeta
De entrada, los chicos de Progressive Boink la cagan bien cagada cuando dicen que esta viñeta es el gran final de la historieta. Falso. Sucede en la página cuatro de las nueve que componen la historieta. Ven lo que les decía de la ignorancia y la falta de atención. Está claro que no saben de lo que hablan y que carecen del rigor exigible a todo estudioso de la historieta. Para acabar de rematar, aducen sin vergüenza que es imposible que un disparo a bocajarro haga que una cabeza decapitada gire sobre sí misma. Aceptaría esta crítica si no fuera porque…
A/ como persona interesada en la Revolución Francesa sé que la decapitación sigue siendo una muerte traumática cargada de misterios. ¿Cuánto rato permanece viva la consciencia? Todos sabemos que una cabeza recién cortada sigue consciente durante bastantes segundos (que a su propietario sin duda le parecen eternos, he ahí un ejemplo de la relatividad del tiempo), e incluso es capaz de soltar algun improperio (normalmente, en el contexto revolucinario, consistía en un aristocrático “Je me chien toi putain mère”, vulgo Me cago en Tu Puta Madre). A partir de aquí, me parece muy arriesgado considerar que una cabeza recién decapitada se comporte como una vulgar masa inerme, y más teniendo en cuenta que ni siquiera es una esfera perfecta. Si tenemos en cuenta que ya la cagaron de inicio, su credibilidad está por los suelos. O bién se trata de sociópatas que se entretienen en el sótano de su casa disparando contra personas inocentes.
B/ ¿Quién coño pide realismo en una escena de violencia gratuita? Fácil: un demente ansioso de sangre. Una persona enferma y, sin duda, peligrosa. La ultraviolencia de ficción nunca es gratuita, pero tampoco realista, es sencillamente una divertida forma de catársis con humor. Un no tomarse en serio a nosotros mismos. Reclamar ánimo y detalle naturalista en este tipo de secuencias es no conocer los mecanismos de la ficción popular que nunca, repito, nunca, recreará estas escenas con realismo sencillamente porque no es divertido. Lo bueno, lo que nos gusta, es que la decapitación sea honestamente falsa y sublimante de humor splastick. De El Regador Regado (Hnos. Lumiere, 1895) a la cabeza decapitada que desafía las leyes de la física (Liefeld, 1993) hay escasísima distancia, y no saber ver eso es ser un aburrido y un triste, además de un sádico que requiere tratamiento médico.
2 – Bloodwulf
Los chicos de Progressive Boink (que como más lo pienso más infames me parecen) echan en cara a Liefeld que su personaje Bloodwulf no es más que una copia sin gracia de Lobo. Aquí, en adlo, no estamos para engañar a nadie. Es evidente que Bloodwulf se inspira en Lobo, pero… ¿Desde cuando eso es sinónimo de mala calidad? ¿Es mala Watchmen por inspirarse en los personajes de la Charlton? ¿Es Rorscharch un mal personaje por se una copia del Question de Ditko? ¿Es El Quijote despreciable por tomar como punto de partida las novelas de caballería? A ver, a eso se le llama tener prejuicios. El argumento de la copia no me vale porque sirve para unos y no para otros al antojo subjetivo del opinador desinformante. La copia forma parte intrínseca de la ficción popular desde su génesis, y atacar con ella una obra de ficción modesta, un tebeo de consumo, es atacar toda la cultura de ficción que ha creado el ser humano a lo largo de la historia. La Guía para crear personajes image con la que estos chicos despreciables terminan su texto es realmente vergonzosa. ¿Acaso no hacían lo mismo la Marvel? ¿O la DC? Díganme un solo personaje que no hunda sus raices en uno anterior, ya sea hijo de la novela, la tradición oral o la leyenda histórica. ¿Es un mal personaje La Masa por inspirarse en Mr. Hide? Por eso les digo que arremeter contra Bloodwulf porque se parece a Lobo es una memez. Lo que hay que hacer es acercarse a la historieta de Liefeld desprovisto de prejuicios y se descubrirá entonces una grandiosa y a la vez modesta historieta de entretenimiento.
El Bloodwulf de Liefeld hunde sus raices no sólo en el tebeo de superhéroes sino también en las historietas que poblaban cabeceras hoy legendarias como Metal Hurlant o Heavy Metal. La presentación de Bloodwulf no hubiera desentonado nada rodeada de historias realizadas por Druillet, Caza, Moebius, Corben o Bernie Wrighston. Fíjense, por ejemplo, en el nada sutil emparejamiento visual entre moto espacial y pistola.
El entintado no es habitual en un comicbook de superhéroes sino que rinde tributo a los grandes nombres arriba citados. Pero incluso diré más: Liefeld hace gala de una honestidad brutal. No hace un chiste moto-pistolón. No. Es que la moto es REALMENTE una pistola. ¿Quién puede criticar tamaña sinceridad gráfica?
La escena continua en una excepcional secuencia de tres paneles horizontales en la que el protagonista mira al lector y rie.
Puro metalenguaje de altura. Liefeld domina los más complejos recursos del lenguaje narrativo. Y cuando Bloodwulf ríe, lo hace el lector. Tremenda e inmediata identificación en sólo dos viñetas. Yo me quito el sombrero. Pasemos a una nueva viñeta seleccionada.
Habrá quien piense, o incluso se atreva a decir en voz alta… “¡qué malo es Liefeld, fíjate como hace caminar al personaje!” Valiente imbécil, debemos responderle. Esta forma de caminar obedece a un efectivo uso del expresionismo gráfico. Bloodwulf es un ser violento, una máquina de matar, una mole ultraviolenta, un Terminator asesino. ¿Cómo podemos simbolizar todas esas virtudes en una única imagen? Pues haciéndole caminar como una imposible y pesada máquina. Liefeld sacrifica el realismo en pos de la eficiencia narrativa, y pardiez que lo consigue. Por no hablar de las flechas de colores, azul y rojo, que indican direcciones hacia donde caminar. Una bellísima parábola social sobre la sociedad occidental, especialmente la estadounidense. Y ya para acabar.
Aquí tienen tres viñetas en las que Bloodwulf se aleja del planeta y lo destroza a traición y de espaldas. Una pedorreta atómica. Una ventosidad apocalíptica. Yo siempre he defendido la escatología como una forma de humor tan válida como sana. Pero creo que es mejor dejarme de monsergas justificativas. Es un panel de viñetas divertido. Muy divertido. Pues ya está. A callar la boca, putos.
Bola Extra:
Y sale Cable

Cómo? Es la hora que nadie ha votado taquiones?
Las tradiciones se pierden
Taquiones, sí, claro. COmo el cuento ése de que en el último X-Force han plagiado al Kaneda de Akira, ?verdad? Racista sexual.
¡¡Bravo!!! ¡¡Autor!! ¡¡Autor!!
Cool guys don’t look back at xplosions
Igual es cosa mía, pero yo diría que en la viñeta de las flechas azules y rojas, se cruza con Lobo.
¡Mi favorita, hasta ahora!
Y esta es la diferencia entre un señor que sabe escribir y otros que solo juntamos letras