Preludios y Percebes

Nos emocionamos con tonterías. Somos así. Cualquier cosa que nos conmueve no soportaría un mínimo análisis racional. Pero el intelecto está ahí, y es inevitable que un sitio como este de análisis objetivos terminemos desmontando algunos mitos que la ilusión colectiva había estado manteniendo de forma artificial. E innecesaria, además, como podremos ver. Es por esto, y siempre teniendo en mente el amor al arte secuencial y la búsqueda de formas para mejorar lo ya existente, que el espacio de hoy está dedicado a desmontar un gran pufo de Sandman, el one hit wonder de Neil Gaiman.
Aunque hoy día no queda casi nadie que se atreva a reconocerlo, lo de Sandman comenzó como una serie muy vulgarota, del montón. El reciclaje de un personaje semiolvidado de Jack Kirby en un Universo DC desesperado por renovarse en el que cualquier idea por disparatada que fuera tenía su oportunidad al menos como miniserie. Un Google Labs en papel. Es por eso que en sus primeros números necesitó de un cameo de la Liga de la Justicia (la popular, la buena, la de Giffen y DeMatteis) para que el gran público le echase un ojo, y otro de John "Hellblazer" Constantine para ganarse el favor del pequeño público. Y de poquito a poco Gaiman fue ganándose lectores con sus números de prestidigitación literarios, trucos con humo y espejos en los que sin suceder nada el lector pensaba haber asistido a algo relevante. Es muy posible que para muchos de vosotros el primer GRAN momento de Sandman fuera este:

 

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Toca la fibra ¿eh? un ambiente conseguido. El micrófono huele a cerveza, el calor se podía cortar, solitarios oscuros buscando pareja, apurándose un sábado más. Hay atmósfera. Y una batalla dialéctica que atrapa, que va in crescendo hasta ese final en el que Gaiman-se-ha-quedado-contigo. Es muy posible que fuese tras ese GRAN momento que decidieses que debías seguir comprando Sandman. Sin embargo, una vez pasado el impacto inicial, podemos comprobar analizando la escena que la misma hace aguas por todos lados.

No es sólo porque en esencia se trate de una transcripción magnificada de una discusión de patio de parvulario de "y tú más". Ya sabéis, lo que que yo te odio un millón de millones, pues yo un millón de millones de millones de millones, pues yo lo tuyo y un millón más, y el otro contesta que su papá es policia; y así hasta que alguno echa mano de la frase mágica de "rebota, rebota y en tu culo explota". Podemos admitir que los párvulos de Gaiman son algo más cultos, pero esto es a lo que hemos asistido. Aunque no se trata sólo de eso.

Es que además la escena está muy mal dibujada. Seamos sinceros, Sam Kieth no era el artista ideal para Sandman, trabajó a regañadientes y eso se nota. Tienes la pelea de las peleas en cuatro páginas y te limitas a dibujar dos tíos en un bar y algo simbólico y esquemático al fondo ¿te guionizaba Bendis o qué? con azulito y rosita, nada menos. Estas páginas debían haber rebosado acción, una pelea dramática en cada viñeta. El potencial de este guión para lucirse dibujándolo era ilimitado. Estamos de acuerdo por tanto en que el resultado gráfico final es muy pobre (por ser amables). Que tampoco es por echarle culpas a Kieth, que quien ponía y quitaba a los artistas en la serie era la editora Karen Berger y pasaron los años y nunca encontró a ese artista ideal. Dicen las malas lenguas que la serie estaba pensada para 50 números, pero la alargaron hasta los 75 a ver si encontraban ese artista de una *uñetera vez, pero no hubo forma.

Una pelea infantil y además mal dibujada ¿veis como no se sostiene? cuentan que Neil Gaiman propuso las líneas maestras del título durante una cena con Karen Berger y Jenette Khan. Puedo imaginarme la escena, en un restaurante con velitas, sonando los violines, y Gaiman con su chupa negra y sus gafas de sol haciendo gestos delicados mientras contaba aquello con voz susurrante y un acento inglés musical poniendo morritos. Y las dos chiquitas escuchando embelesadas a punto de caramelo, sintiendo como un calorcito. Prestidigitación. Bien por él. Pero me atrevo a decir que si a aquella cena hubieran ido dos tíos en representación de DC, las risotadas seguirían resonando a día de hoy, y seguramente la historia de DC, Gaiman o la línea Vertigo hubiera sido diferente ¿mejor o peor? es difícil saberlo, pero probablemente hubiésemos tenido Predicador mucho antes. Pero lo hecho está hecho y el pasado no puede cambiarse ¿o sí?

Pues claro que sí.

Precisamente DC está publicando una versión restaurada de Sandman, a todo lujo, Absolute, tapa dura, etc. Con el extra de contar con un nuevo tratamiento del color, que venden como maravilla de las maravillas a ver si los que tienen una edición anterior pican también con esta. Bien es cierto que toda obra anterior a la llegada del color por ordenador es susceptible de ser mejorada con nuevos efectos y brillitos, pero ¿por qué limitarnos a esto? puestos a no ser respetuosos con la obra original ¿por qué no alteramos aquellas partes del guión o del dibujo que podrían funcionar mejor? estamos hablando de MEJORAR lo ya existente, bien sea cambiando el color, algunos diálogos o directamente poner un dibujante adecuado. En la DC de Jenette Kahn aquello podría funcionar (aunque tengo curiosidad por ver la factura de aquella cena, seguro que no faltaron el marisco ni el Lambrusco), pero no en la DC actual de Bob Harras. Otros tiempos, otras sensibilidades. Hay mejores artistas, coloristas más espectaculares, han pasado veinte años para darle vueltas a como mejorar esta GRAN escena y convertirla en ENORME, en algo tan tan grande que haría que saliera una vez alguna película de Sandman, dibujos animados con Los Eternos, obras derivadas, peluches de Sandman, llaveros… La Normalización con letras mayúsculas. Sandman ha funcionado, sí, pero sólo a nivel editorial, de papel impreso. Pero los tebeos no es con lo que hoy día ganan dinero de verdad las editoriales de tebeos. Una multinacional debe pensar a lo grande. Sandman es una franquicia infrautilizada. Y lo es precisamente por no haber sabido sacar tod
o el jugo a GRANDES escenas como la anterior.

Mejorar esa escena es una obligación empresarial, ese es el espíritu de los remakes, la mejora constante. Ganarse al público de hoy con las formas de contar de hoy, sacando del pozo historias de ayer. Se ganarían nuevos lectores, fluiría el dinero, las economías se reactivarían…tantas cosas podrían conseguirse mejorando una sencilla escena.

Algunos dirán, claro, que no es tan simple, que si Gaiman consideraba que así se tendría un mejor efecto dramático y blablabla. Gaiman lo que quería era epatar a las chatis, y sabiendo además que el artista que le habían puesto ya no estaría dentro de tres meses, se tiró por la vía fácil. No señor, esa escena puede (y debe) mejorarse. Y no es porque lo diga yo. es porque la escena mejorada (mejores diálogos, mejor dibujo, mejor color) YA EXISTE. Desde hace quince años.

Y realizada por un autor español. Por un artista completo.

Asistamos pues a la escena cumbre de la Novela Gráfica El Disfraz, Cosa Falaz de Francisco Ibáñez Talavera, y descubrámonos ante el ingenio de lo que es capaz de producir un verdadero ARTISTA. El original palidece en comparación.

 

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Invitamos humildemente al nuevo capo de la DC, Bob Harras, a fichar a Ibáñez para su editorial (ey, es la misma que tiene a Sergio Aragonés guionizando Spirit y nadie se escandalizó) y mejorar la Saga de Sandman sustituyendo la versión original por esta otra. Y entretanto esto suceda, los aficionados podéis comprar el Olé correspondiente por cuatro euros y grapar las páginas sobre la escena correspondiente en esos gruesos tomos que hasta ayer os parecían tan molones y hoy tan faltos de sustancia. O si esta solución os parece demasiado extrema, bastará con borrar con tipex el diálogo del lance final y cambiarlo por "Rebota, rebota y en tu culo explota".

Tenemos en un altar a lo de fuera y no nos fijamos en lo de dentro. Ibáñez es un autor a seguir. Un artista capaz de mostrar el humor en un puñado de líneas. Una firma inimitable.

 

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Bueno, quizá no tanto…

Repasad Mortadelo de vez en cuando. Ibáñez es más complejo que la idea preconcebida que muchos tienen. Es capaz de mucho.

15 comentarios en «Preludios y Percebes»

  1. «MEJORAR lo ya existente, bien sea cambiando el color, algunos diálogos o directamente poner un dibujante adecuado»
    ¿No tuviste suficiente con hacer que Han disparara primero, George?

  2. >un restaurante con velitas, sonando los violines, y Gaiman con su chupa negra y sus gafas de sol haciendo gestos delicados mientras contaba aquello con voz susurrante y un acento inglés musical poniendo morritos.
    Y el toque final: presumiendo de lo bien que se lleva con sus amigas lesbianas.
    Por otro lado el Moore le copió a Ibáñez eso del Mortadelo-arbol provocando terremotos para su Cosa del Pantano, y seguro que no le llama todos los días para agradecerle el dinero que gana gracias a él.

  3. Pues justamente cuando leí esa historia recordé la pelea de Merlin de Disney, despues el Cuervo de Corman, y ha seguido por ejemplo cuando referenciaba poemas a partir de la pelicula de Moby Dick con Gregory Peck… XD
    ps:creo en parte lo de los malos dibujantes en los principios de Vertigo no era también para sacar a relucir a los guionistas? (buena idea de revisitar esas historias con mejores dibujantes, pero de repente los había muy buenos en Sandman)

  4. «Siempre he pensado que algún gran dibujante volado y locuelo redibujaría entero el Sandman de Gaiman. Los 75 números.»
    Hombre, así, a bote pronto, Marc Hempel lo hizo muy bien. Zulli también. Jill Thompson daba el pego. Mc manus cumplió. Bryan talbot tampoco dibuja mal. Y por ahí estuvieron en números sueltos Craig russell, Matt Wagner, Allred y algún otro figurón.
    En resumen, que si nos ponemos a contar los números realmente mal dibujados apenas pasan de la decena, y eso en una serie de 75 no está nada mal.
    Pero, claro, en realidad todo es culpa del GENIAL! episodio de «un juego de tí» entintado por…¿Giordano?. (No estoy seguro). Ese sí que se merece un post entero…

  5. No hombre no. Lo que hacen ambos autores es versionar un viejo mitema. El que esta detrás de la lucha entre Heracles y Proteo o entre Cerridwen y Gwion. Además, Gaiman reproduce los viejos duelos entre poetas típicos de las sociedades celtas medievales de las que los duelos de raperos actuales son un eco. Pero nunca había caído en lo de los niños. Ese seguro que es el verdadero origen de los duelos de ingenio.

  6. Pues a mi siempre me ha gustado Sam Kieth, Sienkiewicz, Jae Lee, Giffen (cuando le dejaban hacer cosas raras como en Lobo Infanticidio) y disfruto con las ininteligibles páginas de Bachalo.
    Que para ver clones de otros autores o copias de fotos siempre tengo tiempo. Y ojito que Kieth no fue sólo dibujante de Sandman, también está como co-creador.
    Y ya puestos que le metan color infográfico a Maus, que en B/N y con ese dibujo de m*erda no hay quien lo lea.

  7. Guay, ya estaba casi a punto de comprarme la Edición Definitiva de Planeta. Ahora ya tengo una excusa para seguir esperando la Edición Requetedefinitiva

  8. En un capítulo de «Érase una vez el espacio» ya hacían una lucha mental dos telépatas transformándose también en cosas.
    No recuerdo mucho de esa serie, pero esa escena es la primera que me viene a la mente cuando pienso en todo el universo «Érase una vez…»

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