Una de las dos series debía tomar el mando del devenir mutante, ser la serie de referencia para los demás títulos y, sobre todo, los compradores lectores. Pero ¿cual? ninguna tenía ningún factor que la hiciera destacar sobre la otra, y los editores lo intentaron arreglar contratando guionistas que pusieron más nombre que ganas. No tanto por falta de ganas sino por exceso de nombre. En ninguna serie sucedía nada digno de ser destacado, Así que Quesada tomo una decisión: cada semana haría una serie de encuestas a los compradores que salían de las librerías especializadas. Y la primera serie sobre la que alguno de los compradores pudiera recordar una alineación habitual sería la elegida. Y vive Diso de que no se trataba de una tarea fácil, que a veces ni siquiera los propios autores lo tenían claro. Y la serie ganadora fue el Uncanny de Ed Brubaker.
Este guionista de perenne sombrero entró en la serie en su número 475. Amigo de tramas extensas de lento desarrollo (cuando se es freelance hay que asegurarse la permanencia, chicos) se embarcó nada más llegar en una saga espacial de 12 números (del 19 al 26 de la edición española) en la que se llevó a algunos componentes del grupo en una nave rumbo al imperio Shi’ar. La principal parte de la saga transcurre, como buena odisea espacial que se precie, dentro de la nave, viajando hasta el planeta de destino donde se darán todos de toñas. Y mes tras mes durante un año con la misma gente por las mismas páginas viéndose las caras dentro de la nave, sin ninguna interferencia exterior, pues como que sí, que uno al final acababa aprendiéndose de carrerilla los nombres de los componentes de la tripulación (a ver si me salen de memoria: Profesor Xavier, Kaos, Polaris, Rondador Nocturno, Darwin, Chica Maravillosa y Pájaro de Guerra). Así que Brubaker y Uncanny X-Men superaron el reto y a la vuelta de la saga, crossover intertítulos mediante, paso a ser el referente de los títulos del equipo mediante la estrategia de convertir al otro en irrelevante. Pero estamos adelantando acontecimientos.
El periplo espacial terminó en tablas y su argumento continuó en una miniserie realizada por otros. Al regreso, hubo una escena entre Cíclope y Charles Xavier que por cuestiones de espacio no pudo incluirse:
-Uh, Profesor ¿usted por aquí?-En efecto, acabo de regresar.
-Pero…pensé que lo había echado de la mansión. Ya sabe, por aquello de haberme ocultado que yo tenía un hermano, Vulcano, que usted envió a una misión en la que murió.
-Hombre, morir, morir, lo que se dice morir…vale, lo estuvo, pero resucitó, y como te enteraste de las dos cosas a la vez pensé que bien pensado deberías estarme agradecido. Y creía que lo de echarme lo decías en sentido figurado por un calentón. Lo que hice en realidad fue coger a unos cuantos miembros de tu equipo y perseguir a Vulcano en una nave espacial hasta el otro extremo del Universo para salvar a mi novia.
-Vaya ¿se llevó a algunos, dice? no me extraña no haberlo notado, de un tiempo a esta parte somos tantos…y ¿qué tal la misión?¿han traído a mi hermano de vuelta?
-Puesss, no exactamente. Lo que ha sucedido es que se ha proclamado emperador del imperio Shi’ar, de manera que allí se han quedado, tirados de la mano de Dios, tu hermano y tu hija (de una linea temporal alternativa) para combatirle. Ah, y tu padre ha muerto.
-…
-Pero tranquilo, que no todo ha salido mal. Mírame a mi, que en esta aventura he recuperado mis poderes, además de mantener el uso de las piernas.
-Profesor…
-Sí ¿Scott?
-¿Podría recordarme por qué le tengo o he tenido aprecio?
-Pues claro, porque yo te he convertido en todo lo que soy.
-¿En un huérfano sin familia?
-En eso también, pero quería decir un lider nato, el capitán de la gran familia mutante.
-Sí, supongo que debe ser por eso ¿pero no cree que debería odiarle aunque sea un poquito?
-¿A mi? que va. Además, que a ti la telepatía te pone, picarón. Que bien me fijé en las miradas que le echabas a Mariposa Mental cuando la dibujaba Jim Lee.
-No estará usando sus poderes para calmarme ¿verdad?
-No deberías siquiera pensar eso, Scott.
-No…debería…siquiera…pensarlo…
-Exactamente, Scott. Hagamos como que esta charla no ha tenido lugar. Que tengas buen día.
-¡Buenos días, Profesor! ¿qué tal todo?
l lustro
En la primera etapa de Claremont al título, éste presumía de enfocar sus aventuras según el dibujante que tuviese asignado. Con Byrne había space-operas, con John "Thor, Eternos" Romita Jr, Morlocks y alcantarillas. Algo parecido ha sucedido con la llegada de Land y Dodson, conocedores ambos de la poderosa importancia de los personajes femeninos en la historia mutante. No se sabe si ha sido consciente, pero en lo que llevamos publicado aquí de esta etapa hemos visto un par de veces a Cíclope y Emma Frost en la cama, hemos paseado por el inconsciente de Cíclope, atiborrado de voluptuosos recuerdos ideales de todas las chicas que ha conocido, hemos asistido a la formación de un ejército de jamonas que se prepara para atacar a la Patrulla entre pose y pose…incluso ha habido alguna alteración en el continuo y el actual alcalde de San Francisco, Gavin Newson…
Y es que si no, el Ángel no podría camelársela y lo tendrían más difícil con el papeleo para edificar su base ¡pájaro!
Tanta caña con estos dos dibujantes no podía aguantarla uno solo, de manera que en ese mismo número 500 se incorporó junto a Brubaker el escritor Matt Fraction, conocido sobre todo por el Iron Man de Salvador Larroca, cosas de estar en el sitio correcto cuando llegan los premios. Ambos escritores habían discutido y acordado los argumentos para el primer año de la serie cuando Fraction se giró porque Brubaker le dijo que detrás suyo había un Centinela con tres cabezas…y cuando volvió a darse la vuelta Brubaker ya no estaba, así que Matt tomó las riendas del expreso mutante en solitario desde su número 504. De hecho, Fraction fue el responsable de otra de las características de la serie en esta nueva etapa californiana: un breve y divertido cuadro de texto cada vez que sale en escena alguno de los personajes principales. Según dijo, los lectores no tenían por qué conocer a todos y cada uno de los muchos y variados personajes que pueblan el cosmos mutante, que como todos sabemos son 198 miles. Que se lo digan si no al artista Billy Tan, que decía que el personaje al que le era más difícil dibujar era el Profesor Xavier porque nunca nadie antes lo había teneido que dibujar sin la silla de ruedas. Y es que la época en que el calvo mentor se marcaba partidos de basket fue antes de que el jefe de Tan en Top Cow, Marc Silvestri, llegase al título. No tocaba estudiárselos.
Podría tomarse esto de las cajitas de presentación como otra concesión a la larga etapa de Claremont, empeñado en repetir cada vez en cada episodio el nombre, alias, nacionalidad, historia y poderes de cada miembro del equipo. Eh, es muy difícil hacer algo con mutantes que Claremont no haya hecho antes. Pero en este caso el recurso de Fraction tiene otra razón de ser. No sólo ayuda al lector novato sino también al veterano, puesto que la amplitud de recursos que despliega Greg Land en sus viñetas es tal que muchas veces es difícil reconocer al personaje que aparece en el dibujo, aunque acabemos de verlo hace un par de viñetas.
¿Exagerado? ¿desmemoriado? ¿llorica? dentro video, por favor: ¿sabrían nombrar los personajes que aparecen en los dibujos que siguen?
Por otra parte, Fraction se ha desvelado como un revisionador de historias que quienes mejor las aprecian son los avezados navegantes taquiónicos, pues son los únicos que pueden ubicar sus historias en su contexto temporal adecuado. Fruto de ello es ese Annual con escenas en un pasado dibujado por Daniel Acuña en el que encontramos a un Shaw que acaba de tomar el poder del Club Fuego Infernal, a una jovencita Emma Frost (quien iba a decirlo, si cuando Byrne la creó antes de que naciérais se parecía más a la Madonna de ahora en alguno de sus clips), a Norman Osborn vivo, claro, discutiendo con Tony Stark en una fiesta, Namor con aquel chaleco de escamas, Selene como Reina Negra del club, y a Donald Pierce como miembro del club manejando centinelas. Nada mal ¿eh? a Mefisto se le acumula la feana. Con principios así, estamos seguros que a Uncanny X-Men le aguardan, como viene siendo tradición, grandes momentos. Que nosotros lo veamos y en unos años volvemos a mirarlo.
Las caras de chica son todas de Ultimate Susan Storm, y las de chico son de su hermano Ultimate Johnny
Quesada y Land, los mejores amigos de los deceros.
La octava cara (la chica que lame el microfono) implica que Land sigue usando las referencias de siempre.
¿A nadie más que a mí le da Greg Land vergüenza ajena?
A mi un poco… Al estilo de Victoria Frances…
Yo creia que esa tecnica la usaba solo en las portadas. Habria que hacer un seguimiento de donde vienen TODAS y cada una de las fotos, creo que ya hubo un post sobre eso (pero claro, no de todas). Eso si, la cara de la chica a la que le estan metiendo un palo por detras, REALMENTE parece que le esten metiendo un palo por detras…