El año en que Ibáñez dijo «¡Basta!»

Mortadelo y Filemon nacieron de la mano de Francisco Ibáñez en el seno de la Editorial Bruguera en 1958 como un divertimento para los más pequeños de la familia, pues en la época en que comenzaron a poca cosa más podían aspirar las historietas de nuestro país. Alrededor de sus inocentes gags de persecuciones y trompazos hemos crecido varias generaciones de lectores. Ibáñez, su creador, siempre permaneció como ese señor amable de frente despejada, amplia sonrisa y un chascarrillo siempre a mano para alegrarnos la vida, como tantos y tantos amables y buenos autores que tuvo la escuela Bruguera. Hacer felices a los niños con historietas cómicas. Haga frío, calor, truene o nieve, una semana tras otra, dibujar, cobrar y volver a dibujar, y siempre con una sonrisa en la boca. Así durante décadas, con la misma sonrisa que el primer día, todo por los niños, jeje….para el artista, eso no es bueno.

Como esos payasos de novela de terror con un lado siniestro, los autores de historietas amables necesitan tener una válvula de escape para canalizar la mala h*stia leche que se les va formando durante la vida cotidiana. Manuel Vázquez, por ejemplo, se liberó nada más salir de Bruguera con las historietas recopiladas por Glénat y otras bajo seudónimo en publicaciones no blancas ni familiares, que eran vitriolo puro. Franquin tenía sus Ideas Negras. En cambio Ibáñez, del mismo palo que Franquin, nunca necesitó ese alivio. O eso hemos querido pensar.

Durante un tiempo en los años ochenta Ibáñez se fue de Bruguera, y fueron otros los autores que se encargaron de Mortadelo y Filemon. Visto ahora suena ridículo, sería como si Jack Kirby se marchara de los Cuatro Fantásticos y entrara otro dibujante. Pero sucedió. Ibáñez marchó a Grijalbo donde creó a los inolvidables Chicha, Tato y Clovodeo, de profesión sin empleo (que gran potencial tendría esta teleserie en manos de José Luis Moreno). Entretanto Bruguera petó y su fondo y derechos fueron adquiridos por Ediciones B, que volvieron a reunir a Mortadelo y su creador. En el fichaje Galáctico de Ibáñez por Ediciones B, en 1987, le dieron los derechos de Mortadelo y Filemón y libertad creativa para hacer lo que le viniera en gana en sus próximas aventuras. Cuentan que cuando estaba a punto de firmar, Ibáñez preguntó:

-"¿Lo que quiera, pero de verdad, de verdad?"

-Por supuesto – le contestaron.

Y, con un inquietante brillo en su mirada, firmó con tal energía que casi rasga el papel del contrato.

Esta es a grandes rasgos y con otras palabras la intrahistoria contada en el imprescindible El Mundo de Mortadelo y Filemón, de Miguel Fernández Soto (Dolmen Editorial), mi particular guía de referencia de Mortadelo, y que me sirvió para comprender mejor algunos detalles que encontré en la lectura de la aventura Los Superpoderes, de 1988. Acababa de regresar después de más de 25 años de dibujar aventuritas graciositas y amablitas. Y le habían dicho que podía hacer lo que le diera la gana. Cierto es que los Mortadelos actuales no se parecen demasiado a los de la etapa dorada de los años setenta (casi, casi, como si los hiciera otra persona), que la sociedad ha cambiado y pueden tener un puntito de mala baba. Pero una cosa es un puntito y otra…en fin, aquí una selección de lo que se encontraron los lectores de 1988 en primer plano o en chistecitos de fondo. Porque son chistes, recuerden ¿políticamente incorrecto, lo llaman ahora? y todo en una sola historia.
 

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Y mi escena favorita: humor negro.
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Debió quedarse descansado Ibáñez, eso seguro, y según el libro de Fernández Soto hay todavía media docena más de aventuras de la misma época del retorno triunfal, el DK2 de nuestro autor más internacional. Y, como descubrí indagando por la Red sobre la aventura en cuestión, se ve que este tipo de humor ha tenido buena aceptación entre las nuevas generaciones:

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Los Superpoderes. RecordAdlo! la próxima vez que compréis un Super Humor a vuestros sobrinitos. Os lo agradecerán.

14 comentarios en «El año en que Ibáñez dijo «¡Basta!»»

  1. Joder, hasta en el «Vufffff» la ha cagado ortográficamente hablando. Pero bueno, le gusta el fútbol y todo lo «relaccionado» con el deporte y juega en un equipo de futbito, no todo está perdido…

  2. En momentos como este, me gustaría reclamar para que me compensen el sufrimiento que me causó el queme obligasen a escribir correctamente y el tiempo perdido teniendo que repetir trabajos por las faltas de ortografía.

  3. Yo creia que el texto iba de broma (quizas escrito por el mismo Calduch) hasta que he leido «discrepcion», que eso no se lo puede inventar nadie.
    Tambien recuerdo que por aquella epoca lei algun Mortadelo en el que le apisonaban las tetas a Irma u Ofelia con una maquina de escribir y pense que o Ibañez estaba modernizando esto a saco (MyF Ultimate? antes que Marvel) o que no era Ibañez (y casualmente ahora SI era Ibañez!)

  4. >>en dicho tebeo Filemón se convierte en mierda. >>Literalmente.
    Cierto. Esa la dejé estar porque el tema escatológico de un tiempo a esta parte es bastante constante en Mortadelo, aunque en el caso que comentas es lo más gráfico posible. Se convierte en zurullo.
    >>Yo creía que el texto iba de broma
    ¿Para qué inventarse cosas habiendo toda esa realidad ahí afuera? 😀
    >>apisonaban las tetas a Irma u Ofelia con una >>maquina de escribir
    Debería ser Ofelia, que es más dada a ser puteada. De todas maneras, Ibáñez le tenía algo de tirria a Irma, pues fue creada cuando él no manejaba a los personajes, así que se deshizo pronto de ella. Muy buena inoformación sobre eso en:
    http://mortadeloyalgomas.blogspot.com/2008/11/irma-la-dulce.html

  5. bufff, mi coleccion de mortadelos me saluda desde el ultimo escalon de la estanteria… Ya me habia percatado hacia años de esos chistes. De hecho, ya desde pequeño me cabreaba un monton que las paginas estubieran tan rellenas de chistes absurdos, pero bueno, es comprensible.
    Lo que tambien seria interesante seria ver la cantidad de veces que este hombre se ha autofotocopiado. Porque tengo por ahi uno de los recopilatorios de bruguera , en el que sale una pequeña historia llamada » el elixir de la vida», en la cual, en un momento, creo que es Filemon, se cae a una alcantarilla y luego se ve a dos Y ese gag lo he visto repetido como minimo una vez mas en otro » Mortadelo»…
    Siento no estar muy locuaz escribiendo, resaca y sueño no hacen buena combinacion

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