…¡¡¡ ESCALPADO !!!
Por si hay dudas, hemos de dejar claro que Escalpado es un tebeo de género negro. Por si las moscas, que hay mucho pijamero suelto que se cree que todos los tebeos son de superhéroes, y mucho gafapasta que si un pringado no les cuenta su vida en viñetas dibujadas como lo haría un niño de once años, ni se dignan en comenzar a leer. Si hay alguno de vosotros que se sienta identificado, ya puede dejar de leer. Pero si seguéis leyendo, que os quede claro que Escalpado es un cómic de género negro.
Os preguntaréis "¿y cómo lo sabes?". Pues muy fácil. Hay rasgos caracterísiticos que identifican el nuevo tebeo de género negro de principios de siglo XXI. Creedme, si uno de ellos os falla, es que lo que lo que estáis leyendo no es género negro. Por ejemplo, los siguientes:
– En todo tebeo negro moderno el protagonista es duro, es molón y es violento como una fuerza de la naturaleza. Si no mata, o apalaiza, a diez personas antes del número tres, es que no es un tebeo de género negro. Jason Aaron lo sabe y en las primeras páginas de tebeo ya nos pone al protagonista saltándoles los dientes a los matones de turno. La originalidad de Escalpado consiste en que los apaleados, eso sí, son indios.
– En todo tebeo negro moderno hay un malo maloso corrupto que te cagas que ostenta un puesto social superior al de nuestro protagonista. La relación entre el prota y este malo maloso constutuirá una de las claves argumentales del tebeo. Si entre ellos hay un atisbo de relación paternofilial, entonces el Eisner está asegurado. La originalidad de Escalpado es que el malo maloso es, eso sí, indio.
– En todo tebeo negro moderno el protagonista trabaja para los malos o, como mucho, es un bueno infiltrado entre los malos. Y es que, amiguitos, los agentes de la ley, en nómina de lo público o independientes, son del siglo XX. En el siglo XXI ya nadie puede contar una historia negra desde el punto de vista de un poli honesto. No mola. El prota ha de ser malote, pegar hostias, matar gente y quedarse tan ancho. La conciencia es del siglo pasado, chavalotes. La originalidad de Escalpado es que el prota es, eso sí, indio.
– En todo tebeo negro moderno los colores deben brillar por su ausencia. Lo ideal sería publicarlos en blanco y negro, pero como si lo hicieran no los iba a comprar ni la puñetera madre de sus autores, es mucho mejor pillar a un colorista en paro (o, en su defecto, a cualquier pirado que se haya bajado el Photoshop pirata y diga que sabe colorear) y hacer que el tebeo sea pintado en unos tonos marrones o grises. En un tebeo negro moderno no puede haber bajo ningún concepto un puñetero color vivo como el rojo, el verde o el azul. Marrón, marrón, marrón, gris, algún manchote negro, algún tono de otro color, eso sí, amarroneao, y para de contar. La originalidad de Escalpado es que pintan marrón la piel de sus protagonistas, que deberían ser rojas porque son, eso sí, indios.
– En todo tebeo negro moderno sólo debe salir una tía. Eso sí, debe estar buena, ser peligrosa, tener pinta de zorra y follarse hasta a la escobilla del baño. Es imperativo que se zumbe al prota antes del quinto número de la colección y que además le complique la vida lo que no esté escrito. Si excepcionalmente sale otra mujer, debe ser sólo de manera secundaria, y puede a) ser camarera en un bar o b) ser la madre del protagonista. La originalidad de Escalpado es que la chorba en cuestión es, eso sí, india.
Pues así, con estos ingredientes, Jason Aaron ha creado un tebeo revolucionario. Un tebeo sobre un indio cabreado con el mundo que vuelve a la reserva para infiltrarse en la organización de un indio mafioso y maloso, y acaba zumbándose a la india más guarra, pervertida y comehombres de la reserva. Una obra vital, original (no como Sleeper, ese tebeo de Brubaker en el que un supertipo cabreado con el mundo se infiltra en la organización de un supertipo mafioso y maloso y acaba zumbándose a la supertipa más guarra, pervertida y comehombres de la banda) e intensa. Tan intensa que, después de haberme leído el TPB que recopila los cinco primeros números de la cole, dudo mucho que siga leyéndolo. Porque estoy totalmente hasta los huevos saciado de género negro. Para muchos años, además. Os diré.
Pues yo pensaba que estabas hablando del primer numero de Sin City pero Marv eso si, no es indio.
Yo es que diría que el género negro se compone a base de clichés, y estos clichés se agrupan en «paradigmas» del género que van cambiando paulatinamente. Ahora el que hay es ese: uno que dice que no hay tanta diferencia entre buenos y malos. Pero como en todo, lo importante es como se desarrolla, y lo que tú cuentas es sólo el primer arco. Aaron le da después un tono perfecto.
En cualquier caso, date cuenta: de un plumazo has borrado del mapa Sleeper, Infiltrados, El clan de los irlandeses, Gangs of New York y otro buen puñado de grandes obras. Si ninguna te gusta pues entonces hasta aquí llegamos 😉
PD. Y Lee Loughridge no es precisamente un colorista en paro. Es un pedazo de profesional solvente y eficaz. No obstante, a Guéra no le convenció tampoco su trabajo en el arco que has leído y en el siguiente arco verás que lo sustituyen por Giulia Brusco, que usa una paleta más variada y es menos articial.
Diso bendito… Eso quiere decir que… ¡Predicador es género negro moderno!
Me siento sucio… Me van a expulsar del Club de Lectores de Tebeos Pijameros…
(eso sí, menos mal que original no es, porque indios no salen ni uno, oiga)
Por fin, el cómic es para hombres, no para pijameros.
Hombre, será tebeo negro… pero moderno, moderno, estas cosas llevan haciéndolas en el cine y la literatura cincuenta años o más. Vamos, por mucho que los tebeos americanos hayan descubierto el género de hace dos décadas para acá, no creo que Scalped vaya de moderno precisamente.
Pero oye, que si lees:
Hace quince años, Dashiell «Dash» Bad Horse huyó de una vida de pobreza y desesperación en la reserva india que le vio nacer. Ahora ha vuelto a casa con un secreto oscuro, solo para descubrir que nada ha cambiado… si no fuese porque la reserva se ha convertido ahora en un casino, y el orgulloso pueblo de los indios ha caído en manos de las drogas y el crimen organizado.
y te sorprendes de que haya un malo corrupto… y si oyes «Género negro» y te choca que el protagonista sea al menos un poco hijoputa… y si ves «Vertigo» aún así no te esperas que usen una paleta de marrones… la culpa no es del tebeo, es del lerdo que te recomendó este tebeo.
Es que hacer una historia de género negro sobre un padre de familia honrado y una monja que ayuda a los pobres es difícil…
Yo soy indio y esto me ofende como indio que soy.
(P.D: «…Gangs of New York y otro buen puñado de grandes obras» Me meo, Gangs of New York genero negro y buena… porque es una broma, no?)
(P.P.D: Que bueno el Twitter «Los comics son una moda». Es una traduccion del Japonés «El manga es una moda», no?, al menos de las palabras en japones que contiene)
>> (E. Martín )Diso bendito… Eso quiere decir que… ¡Predicador es género negro moderno!
Me siento sucio… Me van a expulsar del Club de Lectores de Tebeos Pijameros…
(eso sí, menos mal que original no es, porque indios no salen ni uno, oiga)
Yo pensaba lo mismo mientras leia el articulo, pero luego me di cuenta de que al fin y al cabo, Jesse Custer trabaja para los buenos. Al menos durante el 90 % no ? xDDD
No trabaja para los buenos. Es predicador durante toda la serie (menos en los flashbacks).
Me refería a que todas tienen la misma estructura que explica Bleyer en su artículo, ya sabes: protagonista duro y con mala leche, criminal poderoso con el que establece una relación paternofilial, infiltración en su banda, etc. De hecho este tipo de estructura es aplicable al drama criminal, a las pelis de espionaje y al género negro. Y en verdad, si te das cuenta, las películas de infiltrados tienen elementos comunes de los tres.
Respecto a Gangs of New York, es una película que podría haber dado mucho de sí si hubieran dejado a Scorsese a su aire, y que se quedó varios listones por debajo de lo que esperaba de ella. Sin embargo, ciertas cosas como el personaje de Day-Lewis -la sobreactuación le va como un guante- o la relación que mantiene con el de DiCaprio se tratan de forma notable en mi opinión.
>de un plumazo has borrado del mapa Sleeper, Infiltrados, El clan de los irlandeses, Gangs of New York y otro buen puñado de grandes obras.
>y te sorprendes de que haya un malo corrupto… y si oyes «Género negro» y te choca que el protagonista sea al menos un poco hijoputa… y si ves «Vertigo» aún así no te esperas que usen una paleta de marrones…
A mí me gusta mucho el arroz. Pero no aguanto diez días seguidos comiendo la misma paella. Puedo aguantar un día de arroz negro, otro de arroz a banda, otro a la cubana, al día siguiente un risotto…
>la culpa no es del tebeo, es del lerdo que te recomendó este tebeo.
Aplicable a cualquier sección de crítica/reseña de cualquier revista/blog comiquero.
> Y Lee Loughridge no es precisamente un colorista en paro. Es un pedazo de profesional solvente y eficaz.
Por mi experiencia, a día de hoy para que te consideren un colorista solvente y eficaz no es necesario tener buen gusto a la hora de colorear. Y no lo digo sóloo por este tebeo. La mitad de los tebeos Marvel están coloreados con el mismo buen gusto que este Escalpado, o que el Sleeper, o que el Criminal. Cada vez que leo el XForce me entran unas ganas locas de enviar unas cajas de bombillas a la nueva finca de los mutantes en Cisco.
>> […] resulta normal que cuando Dashiell hace acto de presencia, el jefe Lincoln lo contrate como matón privado, enrolándolo de paso en las fuerzas de seguridad locales. Así todos ganan: Caballo Terco es un buen elemento dando palizas.
>> […] su exnovia, Carol Ellroy, se ha convertido en una mujer fuerte que intenta ahogar sus penas entre drogas, alcohol y sexo
>> Lincoln Cuervo Rojo […] ostenta el título de presidente del consejo de jefes tribales, posee un control completo sobre los cargos administrativos y policiales de la reserva y es, a la postre, absoluto señor del crimen organizado de la zona.
>> De hecho, el predominante color marrón es usado sin disimulo para proporcionar un ambiente opresivo y sucio… al igual que la omnipresencia del desierto o esa luz mortecina enfatizan la atmósfera irrespirable de la depresión.
Pues por mi parte por avisar que no quede 😉
«Dashiell»
«Carol Ellroy»
Jo, si no fuera por estos guiños, no sabríamos a qué género pertenece Scalped.
«Cada vez que leo el XForce me entran unas ganas locas de enviar unas cajas de bombillas a la nueva finca de los mutantes en Cisco.»
Apoyo la moción. Bombillas, halógenos, linternas, velas o lo que haga falta; que són los comics que más se tardan en leer, más que nada por lo que cuesta desentrañar lo que pasa en cada viñeta.
Escalpado no lo he leído, pero por lo visto, ni falta que me hace que ya me estoy leyendo 100 Balas (por ejemplo)