Hola, me llamo Pedro García y… y… posteo en Adlo. Gracias, gracias, me ha costado dar este paso pero la ocasión merecía la pena. Cuando este blog empezó yo no estaba aquí. Sí, lo leía, me hacia más o menos gracia pero yo no formaba parte de los elegidos. Tengo mi propio blog (no, no pienso poner enlace, así que no pulséis aquí), pero vamos, ¿ hoy en día quién no tiene su propio blog ? Inflar tu propio ego de esa manera es muy fácil. Lo que de verdad tenía merito era entrar a formar parte de algo que había ganado el premio al mejor blog que NO sea la cárcel de papel. Eso, eso sí era algo a lo que aspirar. Así que me pase meses dando la lata, mandado mensajes subliminales a los miembros de adlo en plan «Parece que va a llover, y ya que estamos, podríais dejarme escribir algo, ¿ no ? Venga, va» Pero nada, no surtió ningún efecto, sólo elegantes respuestas rechazando mi petición… es decir, que no me respondieron, pero a eso se le llama un elegante silencio, ¿ no ?
Hasta que un día llegó la llamada. Por fin se habían dado cuenta de lo mucho que me lo merecía, yo era la persona más adecuada para cubrir el puesto, no había ninguna duda. Curiosamente coincidió con la ausencia temporal de varios miembros de la organización y la necesidad de cubrir los huecos… pero es sólo una simple coincidencia, estoy seguro… que sí, que no tiene nada que ver, de verdad…
De la noche a la mañana he pasado de tocar en locales pequeños (mi blog) a grandes estadios llenos de gente (el blog de adlo), pero el éxito no se me ha subido la cabeza, yo sigo siendo el mismo. A lo que todavía no me he acostumbrado es al acoso de los fans. No es broma. No hablo de las groupies adolescentes asaltando mi caravana en busca de sexo, no, de eso nada (pero aquí me tenéis chicas). A lo que realmente me refiero es que ahora cuando voy a mi librería habitual me comentan que si adlo esto, que si adlo lo otro. Luego por el messenger lo mismo «Ah, que escribes en Adlo, vaya. A mí el que me gusta es el blog de Jotace». En otros momentos también me he sentido como si fuéramos payasos en un circo: «Lo que habéis escrito hoy no me ha hecho gracia», «no me he reído nada con vuestros últimos post», «me dais asco». Es lo que tiene la fama, supongo. Es una sensación agobiante, como de sentirme vigilado por cientos de miradas esperando a que suelte chistes uno detrás de otro. Y yo os quiero decir que también soy persona, que todos los que hacemos este blog somos persona. No todos los días esta uno para chistes y la genialidad que este blog exige no se encuentra en muchas partes.
En definitiva, que mi vida ha cambiado y que ahora me siento una persona mucho mejor (pon esto textual en el post que escribas, no te olvides de borrar la anotación). Yo lo único que espero de mi etapa en adlo son tres cosas: que se vuelvan a votar los premios «Mejor blog que No sea la Cárcel de Papel» para que a mí me corresponda un cacho, que me llegue de una maldita vez el cheque y los servicios de prensa a casa (mandar otra vez dirección postal y datos fiscales al mandamás de adlo para que verifique si están correctos, borrar esta anotación también) y que cuando se reincorporen ésos que están de baja temporal no me echen. Por lo demás quiero decir que me he sentido bastante arropado y que es la primera vez que alguien me dice que uno de mis post es patético. Espero que cumpla muchos años más y que lo vea, y que escriba. Y espero que fichen a alguien más para que todos dejen de señalarme con el dedo diciendo eso de el nuevo, el nuevo.
Y tu eres….?
¡¡El nuevo, el nuevo!!
Quitadle el bocadillo!
Pues chico…, que con la tontería del cumpleaños de Adlo y posts como este, oye, que me estoy emocionando…
snif, snif, que bonito. Eso si, ¡que post mas patetico! 😀
Claro,claro, si yo lloraba del asco que me dio el post, a ver que te pensabas…
No os lo creais, todo mentira. ADLO! tuvo que hacer un gran desembolso económico para fichar a este tipo. No veais cómo se subió a la parra su agente… Nos costó tanto dinero que al final no hemos podido fichar a ninguno de los otros colaboradores deseados: Absence, Jotace y Alvaro Pons
Le recomiendo una película: Rock Star. Seguro que se ve identificado.