Warren Ellis puede considerarse en cierta forma el iniciador del Decompressive Storytelling (podría abreviarlo DS, pero Decompresive Storytelling queda más distendido) y la serie donde mejor lo plasmó fue en los Stormwatch con Brian Hitch y posteriormente en Authority. Pero no queda todo ahí. Otro buen ejemplo de este autor es Transmetropolitan. El truco en la manga de Ellis es rodearse de gente con nociones de dibujo, de forma que la descompresión entre por los ojos con viñetas a toda página, dobles páginas, mudas o donde no pase nada pero quede bonito mirar.
Ejemplo inventado: Inicio para cualquier aventura de Authority.
Página 1: La Sangria con el transbordador que lleva a Authority. Ilustración a todo página.
Páginas 2-3: Doble splash con un efecto luminoso cañero que se ve desde la pantalla de observación de la nave. Al final de la página 3 sale Jenny Sparks. Diálogo: «Joder. Me encanta.«.
Página 4: Jenny tira el cigarro, lo pisa, va por un pasillo y entra en una sala. 4 viñetas.
Página 5: En la sala están los miembros de Authority sentados en una mesa redonda (guiño al lector de superhéroes). Diálogo de Jenny (con un nuevo cigarro): «A moverse, bastardos«.
5 páginas con una técnica que si se domina puede resumir cualquier episodio en un inicio así, anécdota de 10-12 páginas y un final parecido.
Segundo ejemplo inventado: Final para cualquier aventura de Transmetropolitan.
Página 20: 4 viñetas en las que se ve a gente mendigando, pobreza.
Página 21: 6 viñetas, cuatro como las anteriores, pero en la segunda y quinta vemos la cara de Spider Jerusalem.
Página 22: 6 viñetas, vemos a Spider en la primera, tercera y quinta, su semblante va adquiriendo expresión de furia.
Página 23: 4 viñetas: Cara de Spider – Pobreza del pueblo » Niña haciendo la calle » Puño cerrado de Spider.
Página 24: Viñeta-página con Spider visto desde abajo, puño cerrado. Por detrás suyo se ven a sus dos ayudantes. Diálogo: «Vamos a hacer algo».
No intenten hacer esto en sus casas con Gaydos o Maleev. Lo que nos lleva a Brian Michael Bendis. El del chiste ¿el del chiste? sí, el del chiste. Ah, ok, el chiste. Sí, ok, ah, ajá bueno. Sin duda. Joder.
Así como Ellis necesita de un dibujante para epatar al lector, Bendis va sobrao. Sobrao de tóner. Que dependiendo de la composición que escoja puede emplear para dejar más de la mitad de la página en negro, o fotocopiar aspectos de un mismo dibujo para llenar tres páginas de fotocopias parciales: una mano, un pie, una cabeza, otra cabeza, dos manos, dos pies, las mismas dos manos. Colocando estos calcos sobre un fondo negro se pueden llenar dos páginas y crear ambiente.
El truco Bendis es trabajar con parejas protagonistas (Sam y Twitch, los policias de Powers…). En el caso de Daredevil, recurre a no dejarle sólo o directamente pasar de él y enfocar a otra pareja. Se especializa en temática negra, con intervención policial, de forma que hace uso de los siguiente recursos: el monólogo discurso Tarantiniano, el interrogatorio, y la conversación intrascendente. Con Bendis las manchas de tóner no tienen tiempo de secarse, y una multitud de pequeños globos comienzan a llenar la página cual videojuego del Bubble Bobble. El diálogo es el conductor de lo que transcurre, si algo transcurre, o al menos hace pasar páginas. Al ver letra parece que la cosa va a llenar, pero Bendis domina el diálogo hasta tal punto de fluidez que éste resbala por la corteza cerebral sin apenas penetración, de forma que el tebeo se acaba igualmente en un pispás. En Adlo! hemos hecho tantas veces la imitación de un diálogo de Bendis que no insultaremos al lector con ejemplos y dejaremos que cada cual invente el suyo propio. Unas quince frases serán suficientes.