Antes de Internet se tenía una visión sesgada del mundo del cómic, limitada a los alrededores de cada uno, a la gente, títulos y opiniones que tenía más a mano. Se trataba de grupos reducidos y manejables, y si se quería tener la voz cantante se debían adquirir conocimientos, demostrarlos y saber expresarlos, de forma que las opiniones de uno tuvieran peso y valor. Sin embargo con la democracia bytal hemos descubierto que la especie mayoritaria es lo que podría llamarse «forum-zombie«, que visita la web para que le digan lo mucho que molan los Marvel Knights o sumarse al coro de alabanzas de Spider-man 2 (¿por qué 2?¿no hicieron pelis en los 70?¿pasará como con los títulos de Acorralado, que tras Rambo sacaron Rambo III? Y para destacar ahora en un mar de frikis, la solución está en ser más friki que los demás. X-Men 2 es la mejor película basada en un cómic que existe, Lobezno mola, y la lycra es lo más.
Pero, como decía, antes no era así. Para destacar antes se debía rechazar por sistema todo lo que oliera a yanqui o a superhéroes, y los referentes artísticos debían situarse en obras semidesconocidas o difíciles de encontrar. Si se disponía además de algún álbum original francés de algo, se era el rey del grupo. El factor clave para ser el centro de atención consistía en difamar constantemente a forum y al género superheroico por sistema, si acaso con excepciones puntuales de obras de Zinco o Alan Moore. Bien es cierto que al opinante no le quedaba más remedio que adquirir sus tebeos en la tienda más alejada posible del barrio en que vivía, para que los sumisos de su manada jamás le vieran portando el Spiderman o G.I. Joe con el que solía nutrirse. Ante su público debía siempre tener alguna frase mordaz para esos tipos asexuados con la ropa interior por fuera y que lanzaban rayos por el culo.
Lanzar rayos por el culo. Desde el primer momento siempre me sorprendió esta expresión. Porque jamás vi a ningún superhéroe hacerlo ¿con qué base lo afirmaban?¿dónde habían visto eso? Con forum editando tebeos juveniles y Marvel y DC con el sello del Comic Code, que alguno de sus personajes hiciera algo remotamente parecido a proyectar energía desde la zona donde la espalda pierde el nombre sin ser el cuello era imposible ¿estaban quizá los que así opinaban refiriéndose a algo que no habían leído? ¿se podía opinar sobre algo sin haberlo leído?
Y con esta duda me quede hasta hace poco. Hasta que abrí las páginas de un tebeo en el que pude apreciar por primera vez esa acción que los ahora llamados Europians Biempensantes (cuanto misterio encerrado en tan sólo dos palabras, Raimon Fonseca es grande), esos que desdeñan el que un talento español gane la segunda edición del Comic Book Idol, tanto anunciaban. Un héroe que lanza rayos por el culo desde hace casi 50 años.
Con ustedes, el Dios del manga.

¿No será que algo le ha sentado mal?
Ya sabes…
«Debí pedir Paella y no Fabada…»