Con la facilidad de manejo de los nuevos sistemas operativos de los ordenadores, la abundancia de puntos de conexión a la red y lo intuitivo del funcionamiento de los weblogs, hoy en día cualquiera puede tener uno. Como todo, esto tiene su lado positivo y su lado negativo
La parte buena es que esto posibilita que personas inteligentes que tienen cosas interesantes para contar pero un nivel de educación tecnológica no muy alto puedan publicar sus textos en la red de redes, y que los lectores podamos disfrutar libremente de lo que nos ofrecen
La parte mala es que cualquier imbécil puede tener su propio blog. Ya no hacen falta sesos en la cabeza para que te publiquen tus textos: lo puedes hacer tú mismo, por muy tonto que seas. Así que por primera vez en la historia de la humanidad hay una oferta de literatura hecha por descerebrados como el de este enlace
(Pregunta morbosa: ¿de quién creíais que estaba hablando antes de pinchar en el enlace?)