Lecturas variadas durante la ola de calor

Trinos de noviembre, segundo mes de la Era Musk

Estábamos tan agostito

Una vez más, redifusión de tuits que hablan de temas ya pasados de moda

Visión de autor

Igual no os habéis enterado porque ya nadie le hace mucho caso a los Oscar, pero se ha montado una ligera polémica alrededor del regalo de un NFT «homenaje» a Chadwick Boseman que habían preparado los señores de la gala. Sobre si está bien o mal hacer un objeto especulativo aprovechando la muerte de un artista joven, sobre si los NFT van a liquidar el planeta y sobre el buen o mal gusto de un montón de señores blancos intercambiando como trofeo la cabeza de un hombre negro.

Pero también porque al parecer, el busto original de Boseman utilizado para realizar la pieza es un modelo 3D a la venta en internet por unos 50 pavos, que encima al parecer está robado a otro artista 3D que al final no va a ver un euro de esto. Estas cosas ocurren cuando ponemos a los mandos a autores mercenarios, sin aspiraciones artísticas, estilísticas ni de ningún tipo, sin ninguna brújula moral. Por eso, desde ADLO! os quedemos dar la exclusiva de un NFT homenaje que los Oscar no han sabido apreciar, pero que sin duda, se puede calificar de VISIONARIO. El Zack Snyder’s NFT.

¡Me cago en la leche, merchandising!

El del merchandising de tebeos de pijameros es una madriguera de conejo en la que más le vale al incauto no caer so pena de acabar perdido cual Alicia en una tierra de bizarras e incesantes visiones. Todos recordamos (tras intentar inútilmente olvidar) la clásica pistola de agua de Batman.

Pero la pluscuamperfecta demencialidad de este artefacto no debe cegarnos al hecho de que los escaparates de las tiendas de juguetes viejunas vieron objetos que rivalizan con el en horripiliante inquietud.

Como los patines hechos con piel de Hulk.

Estos tiempos modernos de películas han traido un incremento de la oferta merchandisera, incrementando así las posibilidades de lucimiento de los diseñadores. Pero, qué quereis que os diga, no es lo mismo.

Lejos de mi intención restarle mérito al creador del Spider-Man que se restriega contra el cepillo con la impúdica lascivia de una stripper de Las vegas. Ni mucho menos a las mentes tras esos otros visionarios conceptos que ya hemos celebrado en estás páginas.

Porque ni los Vengaconsoladores…

…ni la Baticueva para hamsters…

…ni el Hugo Strange intentando hacerse pasar por Stan Lee carecen de enloquecedor impacto. El problema no es que no haya talento en la actualidad, es que nunca llegará a igualar el de la época que parió los posters troquelados articulados. Esa invención que permitia a los niños recrear las divertidas aventuras de Superman y Batman…

…para risilla nerviosa de Wonder Woman y pasmo absoluto de Spider-Man.

Y hablando de nuestro Amistoso Vecino, si hay un juguete total y absolutamente errado no me cabe la menor duda de que es el aparato de ejercicios Muscle Meter de Spider-Man. Es imposible concebir un objeto en el que oferta y demanda choquen de manera más catastrófica. Y no es sólo que los diseñadores de los 70, completamente ignorantes sobre el público lector de las aventuras arácnidas, pensara que disfrutarían de un artefacto que marcara sus grados de progreso con palabras que oian todos los dias en el patio del colegio como «flojucho» o «nenaza»…

…es que pensaran que necesitaban ejercicio extra de fuerza manual.

(¿veis, chicos? he logrado escribir un post entero sobre merchandising superheroico sin mencionar a Wonder Woman haciendo la tijera)

UPS…

Cómo me la Maravillaría Yo

Hoy decimos con inmensa alegría adios al malhadado 2020. Este nefasto año, de guarismo iterativo como diálogo de villano meglómano, no ha cesado en sus interminables doce meses de vida de darnos uno tras otro nuevos motivos para odiarle. Pero uno sobresale por encima de todoas los demás. Sabeis a cuál me refiero.

Wonder Woman 1984.

Como el mejor y más refinado sádico, que sabe avivar las esperanzas de su víctima para causarle más daño al aplastarlas, el 2020 nos ha ido retrasando su estreno para crearnos mayores espectaciones. Anhelos que han sido inmisericordemente destrozados en cuanto hemos podido contemplarla en nuestras pantallas, tanto de cine como caseras.

No me malinterpreteis, en esta secuela Patty Jenkins demuestra el mismo envidiable ritmo, la misma tensión narrativa, los mismos impresibles giros argumentales que su precedente. Nuevamente Gal Gadot nos regala con una interpretación profunda y llena de matices que injustamente no se llevará un Oscar™. Como sus secundarios, que están a la altura de unos personajes complejos y creibles. El problema es otro.

Sabeis a qué momento me estoy refiriendo. Ese en el que todos saltamos en la sala de cine mesándonos los cabellos en incrédula desesperación.

Cuando Diana y Steve se suben a un Panavia Tornado

…QUE TIENE UNA CABINA EN TANDEM. EN TANDEM, POR EL AMOR DE LOS HERMANOS WRIGHT.

Aparentemente entre los nuevos poderes jedi semidivinos de diana está reordenar las cabinas de los aviones de combate.

Y claro, a cualquier persona con el más mínimo sentido del buen gusto y conocimientos del medio cinematográfico un error así le arruina completamente la película. Y la pregunta que uno se hace es ¿cómo es posible que un film que reune tanto pero tanto talento hasta el extremo de estar co-escrito por el mismísimo Geoff JOHNS! puede haber metido la pata tan profundamente?

Tengo la respuesta.

Y no os va a gustar.

El problema es que han dejado que esto lo dirijan, coescriban y coproduzcan chicas. Hala, ya lo he dicho.

Me van a llamar de todo, lo sé. Pero es la verdad. Y por ello debo escribirla alto y claro. Lo contrario seria ser deshonesto a un nivel que casi rivalizaría con el de un director de periódico español. Hay cosas para las que las chicas están perfectamente dotadas y otras para las que no. No es culpa mia, echádsela al segundo cromosoma X. Y una de esas cosas son las armas y la temática bélica.

¿Necesitais alguna prueba? Examinemos una película bélica de TÍOS. Y no se puede ser más de TÍOS que Los Mercenarios 2.

Joder, tras cinco minutos mirando ese póster le saldría barba hasta a Heidi.

La saga de los Mercenarios, como no podría ser de otra manera estando hecha por y para TÍOS, muestra las armas y la tecnología militar de una manera verista y creible. El retroceso, los impactos, la manera de poner cargas de explosivo como si estuvieran pegando un ambientador autoadhesivo a la pared, TODO refleja sus características en el mundo real. ¡Preguntadle a cualquier TÍO! Claro, con alguna ligera exageracioncilla para que resulten un poquito más espectaculares, que esto es Hollywood. Pero sin tomarse libertades.

Por ejemplo, hacia el final de la emocionante secuencia que da comienzo a Los Mercenarios 2 Nuestros Muchachos™ escapan en motos acuáticas por un río cuando llegan al rescate Stallone y Stratham en su característico hidroavión.

Un Canadair CL-215 ámpliamente customizado pero fácilmente reconocible. Porque para los TÍOS los aviones son como los coches, un tema que merece un sagrado respeto. Por eso los responsables del filme no se toma la más mínima licencia a fin de hacer más fácil o asequible la narración…

…y las lanchas acuáticas embarcan por la puerta trasera de carga…

…que tiene el avión realmente…

…como puede observarse claramente en los planos exteriores. Que además no hace falta haber leido mucho sobre las especificaciones de los hidroaviones para saber que las rampas de carga traseras son fundamentales para su buen funcionamiento.

Una pena que al no haber tenido a mano un asesor de temas de TÍOS nuestra esperada ¡¡¡¡MEJOR PELÍCULA ADAPTACIÓN DE UN TEBEO PROTAGONIZADO POR UNA AMAZONA DE TODOS LOS TIEMPOS!!!! haya quedado en decepcionante mediocridad. Pero bueno, no todo lo concerniente al no-me-llames-Tornado es malo ¿eh?

Este plano seguro que le ha hecho muchísima gracia a Tarantino.

Septiembre de tebeos y pandemia

Redifusión de lo que los seguidores de mi Tuiter leyeron hace tanto que ya no se acuerdan