– Cari, ¿no suena un móvil o algo así?
– No puede ser, me lo dejé en casa para que no me pudieran llamar desde el curro… El caso es que sí que oigo como un tono de móvil, sí.
– Y suena como la banda sonora de Star Wars, ¿no?
– Déjame que busque… Parece que salga de la bolsa de aseo. De hecho, sale de este bote de desodorante que… no es de la marca que uso. Y el tono no es de Star Wars, es de la peli de Superman. ¡Oh, Dios mío!
– ¿Qué pasa?
– El bote de desodorante… se… se ha abierto por la mitad y… dentro hay… un móvil.
– Cógelo, a ver quién es.
– Esto es raro… esto es muy raro. A ver en que lío me meto… ¿Dí… Dígame?
– ¡¡¡Ayudante!!!
– Se… señor Didio… ¿es usted, señor?
– Pues claro que soy yo, ayudante. ¡Te echaba de menos! ¿Cuánto tiempo llevas ya de vacaciones?
– Pues unas quince horas. Acabo de llegar al hotel y estaba deshaciendo las maletas cuando he oído que sonaba el… ¿ha metido un móvil a escondidas en mi maleta, señor Didio, señor?
– Pues claro que sí, ayudante. Era por si te dejabas el tuyo en casa. Para poder ponerme en contacto contigo si pasaba algo y eso.
– Sigh… Señor Didio, ¿entiende usted el concepto de vacaciones? Eso de alejarse de la rutina del trabajo, del estrés y tal y tal…
– ¿Me estás llamando rutinario, ayudante? No esperaba eso de ti. Y yo que te llamaba para compartir mi alegría.
– ¿Su alegría por qué?
– Pues me acaba de llegar al despacho un sobre que contiene… tachán tachááán… un nuevo número del Action Comics… ¡dibujado por Adam Kubert!
– Enhorabuena, señor Didio, señor. Ya sabía yo que tarde o temprano pasaría. Estará contento, ¿no, señor?
– Pues sí, deja que lo saque y lo vea, estoy impaciente por AAAAAAAAARRGGHHH!!!!!
– ¿Señor Didio? ¿Pasa algo, señor?
– La p… La p… La prtda…
– ¿Señor? No le entiendo, señor Didio, señor. ¿Puede vocalizar más?
– La p… La portada. Está mal impresa. Está como… borrosa. Los colores están como… mezclados. Creo qu estoy mareà ndome.

– Oh, Dios… Va… Vamos a tener que re… reimprimirla pero no es demasiado grave (respira Dan, respira, no hiperventiles)… todo tiene solución… todo tiene AAAAAAAAARRGGHHH!!!!!
– ¡Oh, Dios, señor Didio! ¿Qué pasa ahora?
– ¡El interior! ¡El interior también está mal impreso! ¡Está todo el tebeo que da p*ta pena!

– ¡Esto es un desastre! ¡Esto así no se puede enviar a las tiendas!
– ¿Señor Didio? ¿Me oye?
– ¡¿En qué mala idea se me ocurrió fichar al idiota éste del Kubert?! ¡Es gafe, jo*er! ¡Gafe!
– ¡¡Señor Didio!!
– ¡El tío es incapaz de dibujar un tebeo de 22 páginas en tres meses y encima cuando lo acaba, va y sale mal impreso! ¡Y se le ha pegado a su hermano, que ya ni siquiera es capaz ni de hacer una portada del Countdown!
– ¡¡Didio!! ¡¡Calla ya, p*ta nenaza histérica de los c*jones!!
– … ¿Ayudante?¿Éstas son maneras?
– Perdone, señor Didio, señor. Pero… ¿lleva puestas las gafas?
– Ayudante, ya me conoces. Me operé hace dos años y desde entonces no he vuelto a llevar gafas.
– No, señor Didio, señor. Me refiero a las gafas que van incluidas con el tebeo, señor.
– ¿Con el tebeo? Déjame mirar… ¿Te refieres a estas gafas?

– Pero… esto son unas gafas 3-D. ¿Me estás insinuando que éste es un tebeo 3-D? ¿Hemos editado un tebeo 3-D?
– Sí, señor Didio, señor. El Action Comics 851 es un tebeo 3-D.
– Pero… pero… ¿¿Nos hemos vuelto locos o que co*o pasa?? No me extraña que se rían de nosotros en los foros de Internet. Tebeos 3-D. ¿Qué pasa, que han vuelto los 80 y no nos hemos dado cuenta? Nuestros compradores son treintañeros semivírgenes, no chavalines de ocho años. ¿Qué tío con pelo en los huevos va a comprar un tebeo 3-D? Ayudante, ¿de quién fue la idea? Quiero coger al responsable y hacerle saber cómo estoy de contento.
– De hecho, la idea fue suya, señor Didio, señor.
– ¿Suya de quién?
– Suya de usted.
– ¿Mía?
– Suya, señor Didio, señor.
– Oh. Entonces tendré que felicitarme por esa idea genial. ¡Felicítame, ayudante!
– ¡Felicidades, señor Didio, señor!
– Así me gusta. Oye, ayudante, ¿cuándo saldrá el próximo número de Kubert en Action? ¿Seguiremos haciendo fill-ines?
– No, señor Didio, mire la última página del tebeo, señor.

– Ajá, muy hábiles. Hemos tomado la solución Heinberg-WonderWoman, ¿eh? Así que la historia continuará en el Anual de este año, ¿no?
– No, señor. El Anual de este año ya salió. La historia concluirá en el Anual del 2008.
– ¿2008? ¿Bromeas? ¡Estamos a Julio! ¿Cómo vamos a hacer esperar a los lectores hasta el 2008?
– Señor Didio, es un Anual de cómo mínimo 48 páginas, señor. Y es Adam Kubert. La incógnita, señor Didio, es si dará tiempo a que el Anual salga en 2008, señor.
– Oh, ya veo. Bueno, ayudante, mejor me despido, que la llamada a las Canarias me está saliendo por un pico. Te llamaré otro día. Pásatelo bien por ahí, relájate y descansa.
– Eso pienso hacer, señor Didio, señor. Hasta otra.
– Hasta otra.
– Vidamía, ¿has acabado con tu jefe?
– Sí, mi cani. Y no te preocupes: estoy desmontando el móvil este… Le quito la batería… ¡Listo! ¡No volverán a molestarnos!
– Cari, sabes que te quiero mucho, ¿verdad?
– Claro, y yo a ti. ¿Por?
– Es que no sé como decirte esto…
– ¿Cómo decirme el qué?