Portada de Wonder Woman 47, por Jenny Frison
Interior de Wonder Woman 47, por James Robinson y Stephen Segovia
Portada de Wonder Woman 47, por Jenny Frison
Interior de Wonder Woman 47, por James Robinson y Stephen Segovia
La cuestión es que, durante años, Way ha ido construyendo la historia definitiva sobre el personaje. Primero, revelándonos quién era la mano maestra detrás de las manipulaciones a las que Lobezno ha sido sometido a lo largo de su maltrecha existencia. Ni más ni menos que un inmortal llamado Rómulo, auténtico genio criminal y dominador del mundo desde las sombras. Como Vandal Savage, pero con coleta larga y garras, es decir, mucho más guay.
Como os podéis imaginar, el último guerrero al que ha ido preparando para ese combate a muerte mortal ha sido el bueno de Logan, que se ha tenido que enfrentar a otros lobos que medraban por la atención de Rómulo, como Dientes de Sable o Chico Salvaje. Pero finalmente y tras quedarse como el último lobo vivo, Lobezno rechazaba darle el gusto a Rómulo de pegarse con él, motivo por el cual el villanesco magnate ponía en la lista de lobos al hijo de Lobezno, Daken. A Lobezno no le mola nada que Rómulo le lance a su hijo contra él, más que nada porque le da cosa matar a su propio (y previamente desconocido) vástago y porque, además, si Daken tiene la chorra de ganarle, entonces será Rómulo quién se lo cargue o, en el peor de los casos, Daken sería sería el nuevo dominador del mundo desde las sombras, lo cual sería muy malo para su alma (muchíííííísimo peor que los cientos de asesinatos que ya ha cometido en su oficio de asesino a sueldo o como sicario sanguinario de Osborn, dónde vamos a parar).
Y es en este punto donde Way comienza su útima saga en Lobezno. En el momento en que Lobezno ha trazado un plan para vencer a Rómulo y salvar a su hijo. Un plan vasto, un plan complejo, un plan rebuscado y complicado, para el cual recluta a Skaar Hijo de Hulk y a Capa el de Capa y Puñal. Un plan cuyo desarrollo se lleva a cabo en las cuatro mejores grapas que yo me haya leído en los últimos tiempos. Cuatro grapas que son no una saga, no. Son mucho más. Son un SAGÓN.
Ni que decir tiene que a continuación vienen SPOILERS A CASCOPORRO.
La saga empieza con un prólogo memorable en el que Way hace que Lobezno le cuente a Rondador que mató a Mariko porque le dio la gana. Rondador le va diciendo "pero es que estaba envenenada y iba a morir de manera chunga y dolorosa", para tranquilizarle, pero Lobezno no se deja convencer y le va diciendo "que no, coño, que la meté porque quise". Al final, Lobezno le confiesa al exsacerdote que mató a Mariko por egoísmo, porque "no quería ver cómo moría su amor".
Después de este inicio calmoso, Way se pone manos a la obra y Lobezno comienza a desarrollar su plan contra Rómulo. El primer paso consiste en llamar a su hijo Daken para decirle su colaboración en su plan. Daken, por cierto, y para quien no lo sepa, odia a Lobezno, pero es como él, sólo que más alto, más depilado, más tatuado y con el pelo en cresta.
…de Lobezno señalando a Daken con el dedo. Impactante. Acongojante. Épico.
Finalmente, en el último de la saga, Way nos cuenta que Lobezno se ha llevado a Rómulo con la ayuda de Capa y es entonces cuando Lobezno ejecuta su plan, el tan traído y llevado plan que le dará a Rómulo la lección y el destino que lleva siglos mereciéndose y que consiste…
Posiblemente, pasarán años antes de que volvamos a disfutar de una saga como esta en nuestros tebeos, así que haced un esfuerzo por retenerla en la memoria, que en estos tiempos de facebook y twitter ya sabemos que nada dura en nuestras memorias. Pero esta saga se lo merece. Lobezno se lo merece. Daniel Way se lo merece. Entonad conmigo un firme y sostenido…
Momentos como el del último Nuevos Vengadores de Panini, en el que, gracias a una idea magistral de Bendis, nuestros héroes protagonistas llegan más tarde a su destino que el villano de turno porque…
… no encuentran sitio para aparcar el quinjet.
O momentos como aquel en el que Luke Cage coge un coche para pegarle en la cabeza al Encapuchado. Y que conste que lo que me sorprende no es que Luke pueda levantar un coche a pulso…
…sino que me maravilla ver lo pequeños que hacen los americanos los coches. ¿Será cosa de la crisis?
El disfrute de estos breves placeres también hay que agradecérselos a los dibujantes. Y si no, que se lo digan a Stephen Segovia, que nos regala una maravillosa introspección en cómo piensan las mujeres. Sí, este magnífico dibujante nos enseña a lo largo de este tebeo como la principal preocupación del género femenino es…
…mantener el culo para afuera el mayor tiempo posible. Y si es posible, con las manos en la cadera y girando el cuerpo a un lado para que cualquier observador vea al menos una teta sea cual sea el ángulo desde el que mire.
Y no es el único dibujante que nos ofrece bellas breves experiencias. Sin ir más lejos, Greg Land siempre se esfuerza porque su trabajo sea inspirador de mil y una reacciones diferentes. Y en ocasiones, leer a Greg Land…
…se transforma, vía perentoria asociación de ideas, en un brevísimo pero intenso paseo por los recuerdos de las historias de nuestra infancia.
Así que no quería dejar pasar otro sábado sin dar las gracias a los autores por procurarme todas estas pequeñas, nimias experiencias que me acontecen cuando leo mis tebeyiyos. Pequeñeces que sólo duran un instante pero que me ayudan a seguir adelante con la rutina diaria. ¡Gracias!