Tuiteos de del segundo marzo pandémico

Probablemente ya los hayas visto, pero seguramente ya los habías olvidado

Instagrameos de un verano confinados

¡Reposiciones! ¡No castigues tu cerebro leyendo cosas que no hayas leído antes!

Si las portadas matasen

Cuando ves que el megabombazo cinematográfico de DC de los últimos (y próximos) años se apoya en Deadpool en su trailer promocional, nos damos cuenta de que por fin Masacre se ha vuelto mainstream. Tanto Cable como Masacre, merced al estreno de la segunda película del Mercenario Bocazas, que adapta los conceptos fijados por ROB! para estos personajes y X-Force. Snifs, disculpad porque se me ha metido algo en el ojo…

Y como viene siendo preceptivo, las editoriales Marvel y Panini aprovechan la situación sacando material de los personajes. Marvel se saca de la manga un annual de un título inexistente en la actualidad con ambos héroes compartiendo cabecera…

…y Panini apuesta fuerte recuperando en su línea de Mayores de 40 (no se refiere necesariamente a la edad del comprador, sino al precio) la primera mitad del título original.

Una serie que alcanzó la considerable (y hoy día inalcanzable) cifra de cincuenta entregas consecutivas y que aquí se recuperará previsiblemente en dos partes. Una señal de la confianza del mercado actual en el producto, una situación que, debemos recordar, no siempre fue así. De hecho, esta serie tuvo originalmente en nuestro país una trayectoria editorial muy pero que muy errática. Todo comenzó con un tomo con los seis primeros episodios y mismo título que el taco actual:

Años después, una grapa relacionada con Civil War nos trajo los números 29 a 31 de la serie:

Lo siguiente que vimos fue ya el final de la serie, un tomo conteniendo los números 43 al 50, con Masacre en solitario y bajo un título confuso:

Tuvimos que esperar a que se instaurase lo de los tomos de tamaño considerable (Marvel Monster los llamaban, y eso que sólo traían una docena de episodios y en tapa blanda, animalicos) para que en tres de ellos se recopilase en material faltante (7 a 18, 19 a 28, 32 a 41) y se pudiera dar por concluida la accidentada publicación de esta cabecera.

Un título que tuvo buena recepción, buenas críticas, ventas que le supusieron mantenerse una cincuentena de entregas en el mercado, y tan buen recuerdo que hoy día publican un Annual para hacer caja ¿por qué no funcionó aquí a la primera?

Siempre habrá quien crea que publicar tebeos es tan sencillo como meterlo todo en un tomo y ya está. Puede hacerse así, desde luego, pero hay muchos factores que deben considerarse también ¿grapa, tomo medio, tomo gordo, tapa blanda, tapa dura? y sobre todo ¿Qué portada elijo? en aquel momento una Panini algo primeriza decidió lo que pudiera parecer más obvio:

Si ROB! hace las portadas, saca una portada de ROB!

Y esta decisión hundió la serie.

¿Qué cómo osó afirmar esto? pues muy sencillo. Imaginad la situación: llegas a la tienda y una portada como esa te llama, te atrae, sientes la necesidad de coger el tomo, de abrirlo…y cuando lo abres ves que lo de dentro lo dibuja otro, un tal Mark Brooks que tan poco conocido era entonces que ni siquiera lo acreditaron, dando todo el mérito a Patrick Zircher. El término publicidad fraudulenta se queda corto. Ese desengaño tras el subidón de la portada causó que mucha gente no terminara adquiriendo el tomo, lo que se tradujo en una número de ventas bajo y motivo por el que Panini se lo pensó para volver a ir editando la serie de manera gradual aunque progresiva (ahora una grapa, ahora un tomito, ahora tres Monsters). Y al pobre Patrick Zircher me lo vi hace poco en la serie DC de Trinidad publicando casi bajo seudónimo, Patch Zircher, fijaos si salió quemado de aquello.

Está claro, lo que tenía qe haber hecho Panini en su momento era haber sacado el material con la misma portada, pero en un tomo retractilado. Compra y paga primero, abre y lee después. De haber sido así la historia hubiera sido otra. Lo de mirar lo de dentro antes de llevártelo jugó en su contra, es lo que sucede cuando la cubierta genera tantas expectativas.

Ahora Panini nos lo saca con una portada cualquiera de Zircher, así nadie se llamará a equívoco. Y paradójicamente, funcionará. La labor editorial implica decisiones, y no siempre lo más lógico es lo más efectivo. Sobre todo con Masacre por medio.

 

 

 

(y este debe ser el primer escrito sobre esta extensa serie en el que no se menciona para nada a Fabian Nicieoops)