El mercader de Lutecia

Existe un cierto debate sobre cuánto tiempo debe pasar desde un suceso aciago hasta que podamos trivializarlo. Si tenemos en cuenta que Albert Uderzo falleció el pasado 24 de Marzo, podemos acotar ese tiempo entre tres y cuatro meses.

Puedo oir vuestros ladridos de rabia ¿realmente era necesaria una precuela de Astérix? pues la acción se situa en Lutecia (actual París, como bien indica la Torre en el dibujo) dos años antes de que el simpático perrito recaiga en la aldea no ocupada de la Galia.

Los negociantes de los derechos así lo consideran, suele pasar que esperan a que falten los autores originales para anunciar estas cosas y que los pobres no se lleven ya ningún disgusto. Como lo de remasterizar cuarenta años despues material previamente editado en audiolibro no podrá hacerse más veces, han de ver nuevas vías de continuación de la franquicia. Eh, mirad Watchmen lo lozano que sigue ¡para veinte tomos de coleccionable está dando!

Os puede indignar también que este tipo de spinoffs se den precisamente en tebeo francés, faltando el respeto a la obra de autores canonizados.

Aunque si vuestro vicio es el tebeo americano, entonces seguramente os tomaréis la noticia con una media sonrisa, pues sabéis que ese tipo de tonterias antropomorfizantes no pueden darse en vuestro sólido, serio y trascendente universo de ficción.

Si lo vuestro es el manga, podeis estar tranquilos, pues también tendrá su correpondiente anime, como debe ser.

Sea como sea, tras unos inicios titubeantes (a una media de 2 álbumes cada tres años ¡apenas 30 páginas anuales! imposible hacer nada rentable así), la franquicia de Astérix se expande, señal de un futuro prometedor ¿está aun a tiempo Ibáñez de ponerles una mascota a sus veteranos detectives?