Espléndido

Está de moda el Biopic. Ya sabéis, contar la vida de la ente en la Pantalla Grande y luego meterla en la Pequeña para repetirla cíclicamente. También está de moda adaptar cómics, desde Elektra a Catwoman pasando por Faust (de la que prometo futuro post) son ya muchos los adaptados. Y pasó lo que tenía que pasar, buscaron una de esas Lonchas de Realidad para convertirla en Chopped cinematográfico. La historia ha resultado bien, pese a la división de opiniones crítica y a que haya tardado unos dos años en estrenarse por aquí American Splendor.

La pregunta obligada entonces era: ¿Qué podemos hacer en España?

Quizá alguno piense en sacar ya una película de las Nuevas Generaciones. No, las que están con Mono del Caballo no, las de los GASP. Pero son aún muy jóvenes para una película, de momento son más de cortos.

Bueno, hay uno que es casi joven, que en algún momento debió de pensar que podría valer para Rocky Balboa y ahora está en Reginald Perrin [N. Del E. Yo creo que ahora está en «NO sin mi hija«] por lo que resultaría difícil convencer a alguien.

Buscando a alguien más adecuado sin duda nos iríamos a algún viejo maestro con experiencia en lo autobiográfico. El problema es que el más adecuado parece estar muy a gusto contando batallitas de su juventud como para querer avanzar. O, quizá, es que viendo el presente esté más cómodo en el pasado. Quizá cuando los números romanos de sus obras más conocidas ocupen más que los títulos se anime a avanzar.

La siguiente buena idea fue buscar a un superventas. Afeitando un poco a Resines y metiéndole un cabezón postizo podríamos haberlo conseguido, pero, claro, en cuanto el tipo empezó a contar su vida supimos que no podría ser. Porque, a ver, ¿cómo vamos a hablar de alguien cuya relación con sus cómics se centra en llamar por teléfono? Nosotros buscando algo biográfico y resulta que era de género negro.

La respuesta estaba más cerca de lo que creíamos. Era cuestión de tiempo que recordáramos el nombre del autor que ha hecho de su vida otra parte de su obra llegando a convertirse en un personaje imposible de separar del autor y difícil de olvidar así que aquí tenemos ya el cartel preparado.

Ahora solo hace falta que alguien se anime a dar vida al Tío Vázquez.