Una posibilidad de éxito del uno por ciento

Una de las reglas no escritas de los cómics es que siempre es más sencillo hacerse con el centro de atención si el protagonista es millonario. Es algo que sabe todo el mundo aunque no quieran reconocerlo para poder ir con la cosa social y el blablabla. ¡Cómo si no fuéramos a darnos cuenta! Ahí están Batman en DC o Iron Man en Marvel, y ahí estaba también en la Harvey nada menos que Richie Rich. El típico chaval capitalista al que el corazón le sonaba a máquina registradora.

Richie era rico de la manera correcta: Venía de un largo linaje de empresarios. Por eso podía tener diez años y llevar esas pintas. Estaba canalizando siglos de oligocracia. Lo que pasa es que, claro, tampoco podía ser esto muy evidente así que ahí estaba Gloria Glad, una chica pelirroja a la que no le importa el dinero, y un par de amigos pobres. Y los malos, Reggie Van Dough Jr. y Mayda Munny, aman el dinero y el esnobismo por encima de todas las cosas. Que se note que Richie no es solo millonario, también tiene una conciencia social que ya querría Warren Buffett.

Y es que los ricos son supermajos, si incluso el padre de Reggie, el señor Reginald Van Dough Sr. le dice a su hijo que no se puede portar así con la gente. Si es que los ricos son encantadores. Luego ya los maliciosos de siempre empiezan a decir cosas como que si eso significa que cuando mueren lo siguen siendo. ¡Rumores infundados!

Por suerte hablamos de un gran capitalista que tuvo incluso varias series para algunos de sus secundarios y los clásicos team ups, ¿qué mejor lugar para mostrar que ESTABAN LOS DOS A LA VEZ?

Y, por supuesto, una vez visto todo esto de los múltiples cómics que estaban a la venta a finales de los setenta era inevitable que llegara la televisión, solo que pensaron que quizá había que hacer un poco mayor al chaval, que con 10 años muchas cosas no se hacen. Así que le dieron unos pocos años más…

Ahí le tenemos, a él y a todo el resto de secundarios. Preparados para la acción. O algo. La verdad es que duraría cuatro temporadas que ya es más de lo que uno esperaría. Y terminaría, como los miles de cómics de Richie que por entonces había, cuando la empresa entrara en bancarrota en 1984.

Al final resulta que el dinero no les hubiera venido mal. Pero el cierre no significó nada para él. Con deciros que mientras tanto la editorial STAR (bueno, el sello de cómic infantil, en realidad la editorial era Marvel) decidió publicar a un Royal Roy. 

En realidad lo publicó en dos veces porque tras la aparición del anuncio hubo quejas de nada por los poseedores de los derechos de Richie Rich. A saber por qué.

De modo que, como gesto de buena voluntad y a pesar de los muchos cambios realizados, Marvel decidió que el sexto número sería el último. 

Nos quedamos sin saber cuáles serán los gustos no convencionales, perdón, el poder real detrás de este personaje. Eso sí, en cuanto se aposentó el polvo en el suelo y aparecieron unos señores dispuesto a poner pasta y crear una nueva empresa con los derechos de la Harvey volvierona  salir cómics de Richie Rich. Aunque eso fuera ya en los años ’90. ¿Que cómo de noventeros eran? Pues yo diría que un bastante…

Lo anterior era una miniserie de tres números, no os digo más. A partir de ahí empezaron las ventas múltiples como la de una película de acción real con Macaulay Culkin en 1994. Culkin acabab de cumplir los 14 años pero de todas formas decidieron seguir adelante. Que decidiera retirarse ese mismo año debió ser pura casualidad. En cuanto a la adaptación, como os podéis imaginar el paso de las coloridas aventuras a la realidad fue… bueno… ligeramente nolanesca.

Pero ya puestos a vender lograron una segunda serie de animación, esta con un aspecto más cercano al de un niño de diez años.

El caso era no rendirse, por eso en 1998 salió un directo a vídeo de Richie Rich con temática navideña..

Pero, por motivos absolutamente no relacionados digan lo que digan las malas lenguas, la empresa volvía a hundirse. Para el año 2001 tuvieron que vender todos los derechos y empezar con una lucha por quién tiene los derechos de que que siempre hace gracia y da como para reir. En esas estuvieron hasta que entre 2007 y 2010 empezaron a quedar claras las cosas.

¿Que por qué contamos todo esto? Pues porque, del mismo modo que en cuanto lo tuvieron atado empezaron a sacar una serie nueva de Casper, les faltó tiempo para empezara enredar con Richie Rich. 

¡En serio! Y empezaron a lo grande, con nuevos cómics en formato solo digital y para dispositivos Apple. 

A partir de ahí nada podía salir mal. Así que se buscaron algún canal que estuviera buscando material para establecerse. Y en ese instante llegamos a Netfl
ix. 

Sí, en Netflix estrenaron el viernes 20 de febrero (el pasado viernes, vaya) una serie de acción real que adaptaba las aventuras de Richie. Y como podéis ver en este trailer la fidelidad es como nunca: 

Es una uténtico festival del humor. En un momento determinado el personaje quiere una Candy Bar, uno de esos snacks de galleta y caramelo, pero su máquina solo ofrece Gold Bars, es decir, lingotes de oro. JAJAJA. ¿Qué? ¿Que para qué quiere una expendedora de lingotes de oro? ¡Es rico! Los ricos hacen ¡COSAS LOCAS! ¿No os acordáis de todo lo que compraba Tracy Jordan? Pues este lo mismo. Quiere algo y se lo dan. Ya encontrará él algún uso que darle a un lingote de oro, que los ricos siempre tienen ideas locas sobre lo que pueden hacer gracias a su dinero. ¡O es que no habéis aprendido algo de El lobo de Wall Street, 50 sombras de Gray y Los papeles de Bárcenas! Si un millonario de 10 años te pide una colección de piezas de oro sólido ¡SE LA DAS!

Que luego tiene que quedar claro que el rico aquí ES ÉL. Mirad el reparto.

¿Os acordáis del reparto en los ochenta? Está ahí arriba pero como lo mismo lo olvidais lo vuelvo a poner, veamos las diferencias… ¡Flashback a hace 5 minutos!

Bueeeenoooo… En Netflix Richie ha pasado a ser rico él, porque inventó una cosa basada en verduras y blablablabla. Se nota que el paradigma de la cast… la familia acomodada, rica durante generaciones, ha sido sustituido por el del emprendedor que inventa algo genial en su garaje. No solo eso, además le han quitado a la madre porque ¡tener a ambos padres es ABURRIDO! Se la han cambiado por una hermana mayor que no tenía antes. Y ahora es él el que tiene el dinero y sostiene a su familia. Me pregunto qué opinará Macaulay Culkin de este cambio. Aunque reconozco que a mí me ha llamado la atención el cambio que ha dado Irona. 

Irona es la criada robótica, la que está a la izquierda de todo de esa foto de grupo. Os la pongo a ella sola para que no os perdáis:

Su presencia en las adaptaciones ha sido estable, no apareció en la primera película de acción real porque ya sabemos cómo son en Hollywood con el realismo: Niños ultrarricos sí, criadas robóticas no. Por suerte en la continuación sí que le dieron un papelín:

Por algún extraño motivo en la serie de Netflix han dedicido que su aspecto sea… un poco diferente. ¿Cómo explicarlo? Quizá con una imagen…

Me da la sensación de que está ahí más para los padres que para los niños, llamadme loco si queréis. Porque no creo que a ningún niño de 10 años le parezca mejor esa chica que un robot. No pasaba ni con esa mezcla que era Leticia Sabater, va a pasar por esta. Y, además, esa sexualización no sé de dónde puede salir.

Vale, en la película de acción real hacía un cameo Claudia Schiffer pero es que a ella le dejas un momento y te hace un cameito siempre que puede.

Y, además, que Culkin tenía ya 14 años y con esa edad se tienen pel…iagudas introspecciones sobre el propio ser en un contexto social. Sí. Eso. 

Pero… ¿con diez años? ¿Cómo se han podido imaginar algo así? Me pregunto qué pensarán los lectores de los cómics originales que se encuentren con esta sexualización…

Bueno, mira, da igual. Mejor no pensar más en nada de esto. Ni en la necesidad de los americanos de sexualizar para vender cosas, ni en la imposibilidad de pronunciar Macaulay Culkin, ni en la serie de Netflix ni en Michael J¡HASTA LA SEMANA QUE VIENE!